Obama define un nuevo modelo de liderazgo de EE UU

Barack Obama defendi¨® anoche la intervenci¨®n en Libia como la respuesta a una emergencia humanitaria de la que Estados Unidos no se pod¨ªa desentender y present¨® un nuevo concepto del liderazgo internacional norteamericano basado no en la actuaci¨®n unilateral all¨ª donde Washington crea necesario, sino en la creaci¨®n de las condiciones para un amplio compromiso mundial a favor de las causas justas. Fue un discurso importante en el curso de esta Administraci¨®n que define a un presidente multilateralista y guiado por los valores de los derechos humanos.

"Como presidente", dijo en una intervenci¨®n en Fort McNair, en Washington, "me niego a esperar a las im¨¢genes de matanzas y fosas comunes antes de pasar a la acci¨®n".

"Me niego a esperar las matanzas antes de pasar a la acci¨®n", dice el mandatario

Libia no es un lugar en el que los intereses vitales de Estados Unidos est¨¦n en juego. No es por eso por lo que Obama decidi¨® actuar. Tampoco tiene este presidente, seg¨²n confes¨® en su intervenci¨®n en Fort McNair, la voluntad de intervenir siempre que el riesgo de una amenaza humanitaria lo requiera. Pero s¨ª cree una obligaci¨®n hacerlo en casos en los que actuar pueda cambiar significativamente las cosas y el c¨¢lculo de beneficios y costes lo aconseje. Ese es exactamente, seg¨²n su criterio, el caso de Libia, donde el ataque de la coalici¨®n occidental ha evitado una tragedia en Bengasi, ha obligado a replegarse a las tropas de Muamar el Gadafi y ha permitido una contraofensiva de las fuerzas rebeldes.

"En este pa¨ªs concreto y en este momento particular ten¨ªamos la oportunidad de evitar una tragedia, cont¨¢bamos con una poderosa coalici¨®n internacional que nos respaldaba y ten¨ªamos que hacerlo", afirm¨® Obama frente a quienes dentro de Estados Unidos le han recriminado en los ¨²ltimos d¨ªas el uso del Ej¨¦rcito norteamericano en un lugar que no es prioritario para este pa¨ªs.

"Es cierto que Estados Unidos no puede usar su fuerza militar en cualquier lugar en el que hay represi¨®n", admiti¨®. "Dado el coste y los riesgos de una intervenci¨®n, tenemos que poner nuestros intereses en contrapeso con la necesidad de actuar. Pero eso no puede ser un argumento para no actuar nunca en defensa de lo que es justo".

Esta intervenci¨®n tiene un l¨ªmite, a?adi¨®. "Si tratamos de derrocar a Gadafi por la fuerza", dijo, "nuestra coalici¨®n se dividir¨¢, tendr¨ªamos que poner tropas sobre el terreno o arriesgar muchas vidas de civiles atacando desde el aire. Los peligros a los que tendr¨ªan que hacer frente nuestros hombres y mujeres en uniforme ser¨ªan mucho mayores".

Obama descart¨® esa estrategia. "Para decirlo crudamente, ya hicimos eso en Irak. Gracias a los extraordinarios sacrificios de nuestras tropas, tenemos esperanzas sobre el futuro de Irak. Pero eso ha costado ocho a?os, las vidas de miles de norteamericanos e iraqu¨ªes y un bill¨®n de d¨®lares".

Eso no es liderazgo, asegur¨® el presidente. "El liderazgo norteamericano no es cuesti¨®n de ir solos y asumir todos los riesgos. El verdadero liderazgo es crear las condiciones y las coaliciones que permitan que otros den tambi¨¦n un paso adelante".