"En Espa?a falta que el arte sea independiente de la pol¨ªtica"
Blanca Li sube al escenario a los chicos de los suburbios parisienses
Le ha vuelto a coger el pulso a la calle. Blanca Li, la bailarina y core¨®grafa de nombre espa?ol (naci¨® en Granada hace 47 a?os) y apellido coreano (el de su marido), llega hoy a Madrid desde Par¨ªs para presentar en Espa?a su ¨²ltimo trabajo: Elektro Kif. Una creaci¨®n coreogr¨¢fica surgida en las banlieues parisienses, la periferia de la capital francesa que el mundo asocia a los incidentes violentos de hace unos a?os. Afincada en la ciudad del amor por amor desde hace d¨¦cadas, lleg¨® a esos suburbios parisienses hace ocho meses como jurado de baile. Concretamente, a un gimnasio autogestionado por un grupo de j¨®venes de entre 14 y 21 a?os dispuestos a darlo todo bailando esa nueva danza de extrarradio llamada elektro dance. Ocho de esos j¨®venes ejecutan la coreograf¨ªa de este nuevo espect¨¢culo que podr¨¢ verse hoy y ma?ana en el teatro del Instituto Franc¨¦s.
El Tecktonic surgi¨® del 'elektro dance', un baile de moda hace a?os
Es una m¨²sica mucho m¨¢s r¨¢pida que el 'hip-hop', m¨¢s discotequera
Fueron muchos los que vieron a trav¨¦s de los v¨ªdeos de Youtube como el Tecktonik se convert¨ªa en el baile de moda en Francia hace unos a?os. Se trataba de un baile que hab¨ªa surgido del elektro dance. Tecktonik es una marca de ropa deportiva que, en opini¨®n de Blanca Li, "se apoder¨® del baile hasta quemarlo y muchos chicos vieron c¨®mo sus movimientos r¨ªtmicos de brazos y torso alcanzaban la fama con ese nombre". Cuando la marca lo explot¨® les dej¨®, abandonados, hasta el punto de que no pod¨ªan ni utilizar el nombre. "Pero el nombre, sin marca, es elektro", asegura Li. Surgi¨® en las inmediaciones de una discoteca cercana al aeropuerto, donde unos chicos se pon¨ªan unas mu?equeras blancas que, con las luces, parec¨ªan fosforitas y empezaron a moverlas al ritmo de la m¨²sica.
El elektro dance no es hip-hop. "Probablemente porque es un tipo de m¨²sica mucho m¨¢s r¨¢pida, m¨¢s discotequera", explica Li, que asegura haber tenido que hacer un trabajo muy intenso con los chavales (todos mayores de edad) seleccionados para este ¨²ltimo trabajo.
"No hab¨ªan pisado un escenario en su vida, aunque t¨¦cnicamente son buen¨ªsimos. Tuvimos que hacer un trabajo de grupo, porque el elektro es un baile individual", apunta. Se trata de chicos que, seg¨²n la bailarina, han pasado horas delante de un espejo para afinar los movimientos de cada golpe de m¨²sica, para ponerle su propio estilo, para hacerlo ¨²nico. "Mi estudio en Par¨ªs se ha convertido en la sede del elektro dance", comenta entre risas.
En el elenco de bailarines seleccionado por Li no hay ninguna chica: "Las chicas que vimos bailaban como en la discoteca, no le hab¨ªan dedicado el tiempo que le dedican los chicos a estudiar sus movimientos", se?ala. Y pone como ejemplo el hecho de que cuando ella dice "descanso" en el ensayo, ellos suben la m¨²sica a tope y se ponen a bailar m¨¢s todav¨ªa. "Son imparables", agrega.
Los ocho proceden de distintas barriadas de Par¨ªs. Son hijos de inmigrantes algunos, otros de franceses mejor y peor posicionados socialmente, algunos incluso pertenecen a grupos de baile rivales, porque las competiciones de elektro son habituales.
Blanca descubri¨® el elektro dance en una de esas competiciones: "Me metieron directamente a formar parte de un jurado, con un chaval de 14 a?os y otro de 21", recuerda. Pudo ver a m¨¢s de 50 chavales bailando en una tarde y percatarse de que la clave del baile era la velocidad, el estilo y la precisi¨®n de movimientos. "Algunos son capaces de dibujar cada peque?a nota musical", asegura.
El espect¨¢culo pasar¨¢ solo dos d¨ªas por Madrid, "por una cuesti¨®n de medios". Pero tienen ya casi 100 fechas vendidas del espect¨¢culo por medio mundo desde que lo presentaran en enero en el Festival de Danzas Urbanas de Par¨ªs, un encuentro de referencia del baile urbano. "Espero que despu¨¦s de esto alg¨²n promotor quiera volver a programarlo en Espa?a", dice.
Es ya un cl¨¢sico la incorporaci¨®n de los bailes urbanos a las coreograf¨ªas de quien hasta el pasado mes de septiembre era la directora del Centro Andaluz de Danza ("empezaron los recortes y yo fui uno de ellos"). Lo hizo tambi¨¦n en su anterior espect¨¢culo, el musical de hip-hop Macadam, y la mayor¨ªa de esos chicos ha hecho carrera como bailarines. "En Francia hay una buena infraestructura y un sistema de puntos. Si un artista consigue hacer un cierto n¨²mero de bolos se le considera un profesional y puede beneficiarse de ayudas, incluido el paro, lo que le permite seguir desarrollando su trabajo y a las compa?¨ªas poder seguir contando con ellos de forma m¨¢s o menos continuada", se?ala.
Desde el punto de vista de Li, que estudi¨® en Nueva York, dirigi¨® el ballet de Berl¨ªn y mont¨® su propio estudio en Par¨ªs, la danza en Espa?a vive un momento "dif¨ªcil, como siempre". Asegura que falta infraestructura y "falta que el arte no dependa de la pol¨ªtica. No puede ser que haya que empezar casi de cero cada vez que alguien ocupa un cargo. En Francia hay subvenciones anuales a los centros que no var¨ªan nunca, gobierne quien gobierne, y as¨ª los proyectos tienen continuidad", cuenta.
No tiene nada en contra de la nueva moda espa?ola por la que muchos nuevos bailarines se hacen en la televisi¨®n porque cree que contribuyen a promocionar la danza, pero advierte un riesgo: "Se puede frivolizar demasiado una profesi¨®n que requiere de mucho esfuerzo continuado".
Preguntarle a Blanca Li por sus futuros proyectos implica una enumeraci¨®n tan larga que siempre acaba en puntos suspensivos: "Un trabajo con m¨²sicos de Azerbaiy¨¢n, otra pel¨ªcula musical, en julio venimos al Festival de El Escorial con El jard¨ªn de las delicias [un montaje en el que da vida al cuadro hom¨®nimo de El Bosco]".
Elektro Kif. Blanca Li. Instituto Franc¨¦s. Marqu¨¦s de la Ensenada, 10. Hoy y ma?ana, a las 20.30. De 10 a 12 euros.
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