Socialdemocracia, solidaridad, internacionalismo
Hoy podemos ver en muchos rincones del planeta los resultados de la intensa labor de la Internacional Socialista en ¨¢reas como la econom¨ªa mundial, el cambio clim¨¢tico, la democracia y la soluci¨®n de conflictos
El mundo ¨¢rabe se ha visto inundado por unos movimientos que han sido una aut¨¦ntica inspiraci¨®n para todos, impulsados por el pueblo unido en una causa com¨²n. Dicha causa es el cambio pol¨ªtico, social y econ¨®mico. El cambio pol¨ªtico para obtener un Estado abierto, democr¨¢tico y moderno, basado en el respeto a las libertades y los derechos de las personas. El cambio social para acabar con la corrupci¨®n, el favoritismo, el clientelismo y la marginaci¨®n y alienaci¨®n crecientes de grandes sectores de la sociedad, en particular las nuevas generaciones que, sin oportunidades ni esperanza, han decidido salir a la calle. El cambio econ¨®mico para proporcionar puestos de trabajo y perspectivas a quienes los necesitan desesperadamente y para reducir la pobreza cr¨®nica que afecta a millones de personas que merecen un futuro mejor.
En ?frica los partidos socialdem¨®cratas de la IS est¨¢n contribuyendo a la democracia
Ha roto esquemas en los ¨²ltimos a?os, apelando a un verdadero internacionalismo
Con estos movimientos estamos reviviendo las mismas luchas que hubo anteriormente en otras partes del mundo por la democracia, los derechos civiles y la igualdad de oportunidades. Lo que vemos hoy en el norte de ?frica y Oriente Pr¨®ximo nos recuerda las experiencias de Europa Central y del Este, donde la voluntad del pueblo derroc¨® reg¨ªmenes autocr¨¢ticos. Antes, el sur de Europa y Latinoam¨¦rica tambi¨¦n vivieron sus propias transiciones del autoritarismo a la democracia, en las que los partidos socialdem¨®cratas, laboristas y socialistas, miembros de la Internacional Socialista, desempe?aron un papel fundamental.
Ahora, en otros pa¨ªses de ?frica, los partidos socialdem¨®cratas de la Internacional Socialista est¨¢n haciendo de nuevo una contribuci¨®n significativa a la democracia. Una de las m¨¢s recientes es la del Gobierno dirigido por el presidente John Atta Mills, que est¨¢ cambiando y mejorando Ghana desde 2009; en Guinea, Alpha Cond¨¦ tom¨® posesi¨®n como presidente en diciembre, tras las primeras elecciones libres y limpias de la historia del pa¨ªs; la transici¨®n de N¨ªger a la democracia, que se encuentra en su ¨²ltima fase despu¨¦s de la segunda ronda de las elecciones presidenciales y parlamentarias, celebrada el 12 de marzo, est¨¢ a cargo del miembro de la IS y vicepresidente Mahmadou Issoufou, que jurar¨¢ el cargo de presidente el 6 de abril.
La socialdemocracia, con su visi¨®n de una humanidad com¨²n, tiene cada vez m¨¢s influencia y credibilidad en muchas de las democracias m¨¢s nuevas del mundo. Hoy podemos ver en muchos rincones del planeta los resultados de la intensa labor de contactos, discusiones, transmisi¨®n de experiencias y apoyo mutuo que tiene su origen en la Internacional Socialista. A sus puertas llegan numerosos partidos pol¨ªticos de todas partes, procedentes de realidades, culturas y experiencias muy distintas, y a menudo con un dif¨ªcil pasado de conflicto o dictadura, dispuestos a emprender un nuevo camino de esperanza y progreso. Todos juntos est¨¢n engendrando una nueva socialdemocracia mundial y un internacionalismo genuino y renovado, con nuevos conceptos y nuevas ambiciones.
De ah¨ª que, en los ¨²ltimos a?os, la Internacional haya sido un foro en el que desarrollar una respuesta socialdem¨®crata unificada a la crisis financiera y econ¨®mica mundial. A trav¨¦s del trabajo de sus comisiones y comit¨¦s, los debates en Naciones Unidas y en la OCDE, las discusiones mantenidas en Europa, ?frica, Latinoam¨¦rica y Asia, las propuestas del impuesto sobre las transacciones financieras, las estrategias para el crecimiento y la creaci¨®n de empleo y la definici¨®n de prioridades para avanzar en la lucha contra la pobreza se han abierto paso en los programas de los partidos y las pol¨ªticas de los Gobiernos.
El cambio clim¨¢tico, el gran desaf¨ªo que afronta esta generaci¨®n, tambi¨¦n ocupa un lugar important¨ªsimo en el trabajo de la Internacional Socialista. Su Comisi¨®n para una Sociedad Mundial Sostenible ha involucrado a Gobiernos, l¨ªderes, expertos desde el sur de ?frica hasta China, desde las Maldivas hasta Chile, desde Norteam¨¦rica hasta Rusia, en la definici¨®n de una serie de propuestas espec¨ªficas contenidas en el informe De una econom¨ªa de alto nivel de carbono a una econom¨ªa de bajo nivel de carbono, resultado de un intenso programa de di¨¢logos y actividades que han tenido reflejo en Copenhague y Canc¨²n. Todos estos esfuerzos han producido una nueva doctrina de "justicia clim¨¢tica" que tiene en cuenta tanto a los fuertes como a los d¨¦biles.
Si, en el pasado, la paz lleg¨® a ser el tema m¨¢s importante para la socialdemocracia, hoy, en un mundo muy distinto, sigue siendo una de nuestras prioridades. A pesar de las profundas diferencias entre los palestinos y los israel¨ªes, que afectan a nuestros miembros en la regi¨®n, en la Internacional Socialista ha sido posible que las dos partes encontraran elementos sobre los que estar de acuerdo para poder avanzar. Asimismo, hace solo unos meses, bajo los auspicios de la Internacional, los armenios y los azerbaiyanos pudieron reunirse y encontrar un terreno com¨²n en un problema insoluble, el de Nagorno-Karabaj, y es tambi¨¦n el patrocinio de la IS lo que permite que los representantes marroqu¨ªes y saharauis compartan una tribuna en la que presentar sus opiniones y que se preste atenci¨®n a conflictos como el de Nepal y el de los Balcanes.
En todas estas ¨¢reas, la democracia, la econom¨ªa mundial, el cambio clim¨¢tico y la paz y la resoluci¨®n de conflictos, la Internacional ha roto esquemas en los ¨²ltimos a?os, apelando a un verdadero internacionalismo en una ¨¦poca en la que las agendas pol¨ªticas se limitan cada vez m¨¢s a los intereses fundamentalmente nacionales y excluyen los objetivos comunes de la comunidad internacional.
Las revoluciones democr¨¢ticas en el mundo ¨¢rabe est¨¢n creando una condicionalidad democr¨¢tica mundial, porque est¨¢n dejando claro que la gente no est¨¢ dispuesta a aceptar en ninguna parte cualquier cosa que no sea la democracia. Todos los pa¨ªses y todas las instituciones internacionales deben tomar nota y tener el valor y la visi¨®n que exige este momento. Europa tiene mucho que hacer al respecto, igual que nuestros amigos en otros continentes.
Pero hay m¨¢s. Asimismo, es necesaria una condicionalidad de solidaridad para dar la respuesta adecuada a quienes esperan que les apoyemos en su lucha democr¨¢tica, como ocurre hoy en los pa¨ªses ¨¢rabes. Y la solidaridad es tambi¨¦n una condici¨®n necesaria para obtener una econom¨ªa mundial m¨¢s justa y lograr un acuerdo sobre el cambio clim¨¢tico que proteja el planeta y a aquellos que son m¨¢s vulnerables. Como tambi¨¦n es necesaria para asegurar la paz en todas partes. Cada iniciativa de nuestra Internacional es una respuesta activa a la necesidad permanente de reafirmar esa solidaridad sin la que la promesa de la socialdemocracia no puede existir.
George Papandreu, primer ministro de Grecia; Alpha Cond¨¦, presidente de la Rep¨²blica de Guinea; Jalal Talabani, presidente de la Rep¨²blica de Irak; Ricardo Lagos, presidente de la Rep¨²blica de Chile entre 2000 y 2006. Traducci¨®n de Mar¨ªa Luisa Rodr¨ªguez Tapia.
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