Almas fuera de sitio
Fuera de las ciudades tambi¨¦n hay vida: la comedia se hizo urbana hace d¨¦cadas, pero en el drama queda sitio a¨²n para explorar el paisaje an¨ªmico de la periferia. El t¨ªtulo de Mi alma en otra parte hace referencia al para¨ªso perdido, donde tenemos ra¨ªces y despensa, y a un olivar donde sus protagonistas recuerdan haber conocido cierta felicidad en otro tiempo. Jos¨¦ Manuel Mora, su autor, habla de pasiones humanas y de problemas familiares hondos con lenguaje actual, aunque esa pulsi¨®n amordazada que recorre toda su pieza nos recuerde a la pulsi¨®n incestuosa latente en La malquerida y al deseo frustrado de la protagonista de Yerma.
Tema aparte, la t¨¦cnica dram¨¢tica de Mora tiene poco que ver con las de Lorca y Benavente. El joven autor sevillano obliga al p¨²blico a elaborar la informaci¨®n que va dejando caer en escenas cuya conexi¨®n resulta oscura a primera vista, y delega en ¨¦l la responsabilidad de reconstruir lo sucedido. Mora pone el molino de piedra po¨¦tico y el grano de trigo, y al espectador le corresponde hacerlo harina y salvado.
MI ALMA EN OTRA PARTE
Autor: Jos¨¦ Manuel Mora. Int¨¦rpretes: Celso Bugallo, Fele Mart¨ªnez, Mona Mart¨ªnez, Mar¨ªa Alfonsa Rosso, Pati Vallejo y la perra Yuli. Luz: August Viladomat. Vestuario: Mar¨ªa Araujo. Escenograf¨ªa: Paco Azor¨ªn. Direcci¨®n: Xicu Mas¨®. Teatro Valle-Incl¨¢n, sala Nieva. Del 30 de marzo al 8 de mayo.
La puesta en escena casi hiperrealista de Xicu Mas¨®, en una escenograf¨ªa panor¨¢mica de Paco Azor¨ªn que sit¨²a en primer plano las escenas ¨ªntimas y detr¨¢s lo sucedido al aire libre, no siempre est¨¢ en sinton¨ªa ideal con un texto cuya estilizaci¨®n po¨¦tica enfr¨ªa apenas la incandescencia de ese reactor nuclear a punto de colapsar que es el pecho de sus protagonistas. Damos especial cr¨¦dito a la fuerza contenida con que Mona Mart¨ªnez sujeta las riendas del deseo que su Mujer Joven siente por un hombre mayor desarbolado, servido con cercan¨ªa por Celso Bugallo. Fele Mart¨ªnez salva con correcci¨®n el dif¨ªcil papel del marido con el viento femenino de proa y Pati Vallejo interpreta con naturalidad desarmante a una ni?a todo coraz¨®n (aunque cuando le toca darle su recompensa al perro Mozart, el papel se le va por unos segundos).
Hay alg¨²n pero que poner a este buen trabajo de un autor joven que los dar¨¢ mejores: en particular, pod¨ªa estar m¨¢s afinado el modo de expresarse de estos personajes rurales o suburbiales que hablan a veces con razonamientos cultos y se hacen preguntas universales en t¨¦rminos impropios de su condici¨®n y contexto, sin que de esa disonancia resulte una po¨¦tica firme. Cabe en cambio elogiar su manera de negociar la intriga sobre la naturaleza verdadera de sus relaciones afectivas cruzadas.
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