Cuando la farsa se ti?e de sangre

Veinticuatro minutos y seis segundos dura la farsa del juicio que una mente desequilibrada parapetada tras la religi¨®n puso en pr¨¢ctica el pasado mes de marzo contra el islam. En esos 24 minutos y seis segundos se escucharon los argumentos de la defensa -un im¨¢n de Dallas defendi¨® el Cor¨¢n- y de la acusaci¨®n -ejercida por un cristiano convertido del islam-, y un jurado de 12 personas dict¨® sentencia. El islam era culpable de "cr¨ªmenes contra la humanidad" -incluido el delito de promover el terrorismo- y de "la muerte, violaci¨®n y tortura de todo aquel alrededor del mundo cuyo ¨²nico crimen es no pertenecer a la fe isl¨¢mica".

El castigo se hab¨ªa decidido con anterioridad a trav¨¦s de un sondeo on line entre los miembros de la iglesia pentecostal denominada Dove World Outreach Center, en cuyo men¨² estaba la hoguera -el preferido por los votantes y el que se aplic¨®-, el ahogamiento, el descuartizamiento o el fusilamiento. Si no fuera porque el acto -legal en EE UU, donde por ejemplo se puede quemar la bandera sin consecuencias jur¨ªdicas- ha provocado la muerte de 17 personas a 12.000 kil¨®metros de distancia a manos de turbas enloquecidas, la primera conclusi¨®n que podr¨ªa extraerse de la cinta es que es una mala obra de ficci¨®n. Un teatrillo para aficionados que no tienen nada mejor que hacer un domingo por la ma?ana. No parece real.

"Arde bastante bien", se oye decir a Jones ante el fuego

El acto fue legal: en EE UU, por ejemplo, se puede quemar la bandera

El iluminado pastor Terry Jones finalmente quem¨® el Cor¨¢n. "Arde bastante bien", se le oye decir en el p¨¦simo v¨ªdeo grabado por los miembros de su iglesia. Lo quem¨® con premeditaci¨®n y alevos¨ªa, pero sin la atenci¨®n mundial. "Con ese fuego se pod¨ªan hacer unas buenas hamburguesas", exclama Wayne Sapp, el pastor que aplic¨® el fuego al libro sagrado de los musulmanes, ya que Jones solo ejerci¨® de juez, no de verdugo. Jones, 58 a?os, pas¨® de ser un personaje vulgar, de rid¨ªculos, frondosos y anticuados bigotes, de dirigir una diminuta iglesia de menos de 50 fieles en Gainesville (Florida), a alcanzar fama mundial despu¨¦s de que el a?o pasado en septiembre pretendiera llevar a cabo El D¨ªa Internacional de la Quema del Cor¨¢n coincidiendo con el noveno aniversario de los ataques terroristas del 11-S y para protestar por el proyecto de construcci¨®n de una mezquita en el epicentro del atentado en Nueva York.

Jones, que por norma lleva una pistola del calibre 40 al cinto, fue entonces presionado para que renunciara a sus planes por todo el estamento pol¨ªtico, diplom¨¢tico y militar de EE UU, desde la secretaria de Estado, Hillary Clinton, hasta el general al frente de las tropas en Afganist¨¢n, David Petraeus; el secretario de Defensa, Robert Gates, o la advertencia del presidente Barack Obama de que si segu¨ªa adelante con sus planes pon¨ªa en peligro la vida de personas inocentes y la ya de por s¨ª precaria estabilidad en la zona y los intereses norteamericanos en el mundo.

El fan¨¢tico pastor dio marcha atr¨¢s. Desde entonces, se supon¨ªa que distintos cuerpos de seguridad estadounidenses manten¨ªan una estrecha vigilancia de las actividades del pastor y de su iglesia, considerada un grupo que fomenta el odio por varias organizaciones de defensa de los derechos civiles en EE UU.

El pasado de Jones con el fanatismo no es nuevo, y tambi¨¦n fue puesto en pr¨¢ctica al otro lado del Atl¨¢ntico, en Colonia (Alemania), adonde este hombre, originario de Tennessee, emigr¨® en 1983 tras resultarle ruinosos los negocios que intent¨® en EE UU. All¨ª fund¨® la Comunidad Cristina de Colonia, de la que fue expulsado a finales de 2008 tras un oscuro esc¨¢ndalo de maltratos y abusos a sus seguidores -que en sus mejores tiempos llegaron a sumar mil- y al que se a?adieron varias denuncias por evasi¨®n de impuestos y malversaci¨®n.

El doctor, como se denomina a s¨ª mismo al atribuirse un t¨ªtulo en teolog¨ªa que nunca ha sido acreditado, abandon¨® precipitadamente el Viejo Continente y se instal¨® en Florida. Jones compr¨® en Gainesville un terreno valorado en unos dos millones de d¨®lares, edific¨® su iglesia y colg¨® en su despacho un cartel promocional de Braveheart, pel¨ªcula dirigida y protagonizada por su ¨ªdolo, Mel Gibson. Una vez asentado inici¨® su cruzada bajo el estandarte de que el islam es el diablo. El 20 de marzo, con el mundo mirando hacia otro lado, finalmente represent¨® en nombre de Dios el acto que ha desatado la ira del mundo isl¨¢mico.