La lucha del tri¨¢ngulo y las maracas

Un m¨²sico puede estar bajo su ventana tocando con una trompeta la misma melod¨ªa durante 14 horas, pero que no se le ocurra agarrar un tri¨¢ngulo. Est¨¢ prohibido. La ordenanza contra el ruido aprobada el pasado 25 de febrero en el pleno del Ayuntamiento de Madrid -con los votos en contra de PSOE e IU- veta aquellas actuaciones musicales en la calle en las que se usen instrumentos de percusi¨®n o amplificadores. Algo as¨ª como tromb¨®n s¨ª, maracas no.

Para tres de las principales asociaciones de m¨²sicos de la calle de la ciudad la norma es un sinsentido. Juntas bajo la plataforma M¨²sicos Unidos de Madrid mostraron ayer su desacuerdo como mejor saben hacer. Unos 150 m¨²sicos, charangas, batukadas, rock, blues, jazz y, por supuesto, autorizaci¨®n municipal. El parque de El Retiro se llen¨® de m¨²sica durante toda la ma?ana. "Me he puesto a llorar de la emoci¨®n al ver a siete charangas seguidas haciendo un pasacalles y con toda la gente alrededor", confesaba a¨²n emocionado por tel¨¦fono Pablo Garc¨ªa, que toca el flaut¨ªn en la Escuela de Charangas de Vallecas.

Es que la calle tiene algo que no se encuentra en ninguna sala de conciertos. En eso coinciden todos. Espontaneidad, inmediatez, cercan¨ªa. P¨ªa Tedesco, de 35 a?os, lleva 10 en Espa?a pero el gusanillo de la calle no le pic¨® hasta su estancia en Berl¨ªn hace ahora un a?o. Hasta entonces solo hab¨ªa trabajado como actriz y cantante en musicales y salas cerradas. La experiencia berlinesa le gust¨® y cuando volvi¨® a Madrid se lanz¨® al asfalto con su ukelele. Ahora suele pasar los domingos en los alrededores de El Rastro. "A quien te escucha no le interesa nada, por eso obtienes la respuesta fresca de lo que siente", explica horas despu¨¦s del encuentro pero a¨²n el El Retiro, donde un peque?o grupo de m¨²sicos segu¨ªa a ¨²ltima hora de la tarde con lo suyo. Violines y guitarras, claro, la hora del tambor ya hab¨ªa expirado.

Los representantes de la plataforma expondr¨¢n, en principio, la pr¨®xima semana, sus reivindicaciones en una reuni¨®n con la concejal de Medio Ambiente, Ana Botella. Consideran que la ordenanza actual es injusta y que ni siquiera responde a las demandas de los vecinos del distrito de Centro, que en su momento exigieron la regularizaci¨®n de los m¨²sicos de la calle.

Los artistas est¨¢n a la espera de la repuesta de Botella y de los movimientos del Ayuntamiento. Si tienen en cuenta sus peticiones seguir¨¢n con la fiesta, si no hay cambios empezar¨¢n las protestas. Para Pablo Garc¨ªa no hay excusa posible: "No hay ninguna ciudad europea en la que est¨¦ prohibido tocar en la calle".