Patada a seguir
Dec¨ªa el canciller Otto von Bismark que es mejor un final catastr¨®fico que una cat¨¢strofe sin fin. Ciertamente, calificar de cat¨¢strofe la crisis financiera en Europa es una exageraci¨®n, pero tambi¨¦n es verdad que los sucesivos intentos de resoluci¨®n de la crisis de deuda soberana por parte de las autoridades europeas est¨¢n resultando infructuosos. Y el final no termina de llegar. La soluci¨®n catastr¨®fica, en este caso, ser¨ªa la disoluci¨®n de la uni¨®n monetaria, algo que no va a ocurrir, dados los enormes costes econ¨®micos que conllevar¨ªa, sin contar el valor simb¨®lico y pol¨ªtico del euro. Pero las soluciones adoptadas a lo largo de los ¨²ltimos 12 meses no terminan de ser definitivas, y solo aplazan los problemas. Patada a seguir, utilizando un s¨ªmil deportivo.
Las cumbres del Consejo Europeo celebradas en marzo han dibujado bien el esquema de lo que ser¨¢ la gobernanza europea en temas de coordinaci¨®n econ¨®mica y de prevenci¨®n de crisis. Por un lado, el Pacto por el Euro propuesto por Alemania ha establecido programas de reformas ¨²tiles para el crecimiento y la sostenibilidad fiscal a medio y largo plazo, pero que no resuelven los problemas m¨¢s inmediatos.
Un segundo elemento, que est¨¢ bastante perfilado, es la reforma del Pacto de Estabilidad y Crecimiento, que adelantar¨¢ el examen de las pol¨ªticas fiscales nacionales, incluir¨¢ el control de los desequilibrios en el sector privado (que, salvo en Grecia, han sido los verdaderos causantes de esta crisis) y reforzar¨¢ las sanciones a los pa¨ªses incumplidores, aun sin hacerlas completamente autom¨¢ticas. Es una reforma sin duda positiva para evitar futuras crisis como la actual.
La tercera pata es la reforma del fondo de rescate soberano europeo. El fondo se hace permanente a partir de junio de 2013 y aumenta su capacidad efectiva de pr¨¦stamo. Son, sin duda, mejoras respecto al marco actual y pueden ayudar a prevenir problemas de liquidez, pero al no permitir el uso del fondo para compras en el mercado secundario, limita su eficacia.
El principal problema de este conjunto de medidas es que dejan sin resolver el mayor riesgo que subyace en la desconfianza de los mercados: la solvencia de pa¨ªses como Grecia no est¨¢ asegurada. Aunque cumpla rigurosamente con sus planes de consolidaci¨®n fiscal, Grecia mantendr¨¢ un nivel de deuda demasiado elevado y sin un perfil de descenso claro. Y aqu¨ª la incertidumbre se mantiene, o incluso se acrecienta. En el comunicado de la ¨²ltima cumbre no queda nada claro que los bonos ya en circulaci¨®n no puedan estar sujetos a una quita y, adem¨¢s, a partir de 2013 los fondos de rescate van a tener prelaci¨®n frente a la deuda privada. Mientras el problema de solvencia no quede resuelto (y se habr¨ªa solucionado con un mayor grado de coordinaci¨®n fiscal o con la emisi¨®n de eurobonos), el miedo de los mercados a una reestructuraci¨®n de deuda persistir¨¢ y los diferenciales de deuda se mantendr¨¢n elevados, lo que implica que es posible que requiera futuras intervenciones por parte de Europa. Patada a seguir.
Miguel Jim¨¦nez Gonz¨¢lez-Anleo es economista jefe para Europa de BBVA Research.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.