?Es necesaria una fuerza de estabilizaci¨®n?
Las recientes declaraciones del almirante James G. Stavridis sobre la necesidad de una Fuerza de Estabilizaci¨®n (SFOR) en Libia, que se interpusiera entre los bandos contendientes para evitar los enfrentamientos directos, devolviendo la paz a Libia de forma similar a como se hizo en la antigua Yugoslavia, han encendido las luces de alarma en los Estados Mayores de la Alianza. No pod¨ªa ser menos, pues el almirante Stavridis es el Comandante Supremo Aliado en Europa y desde las 6.00 horas GMT del d¨ªa 31 de marzo, responsable de todas las operaciones militares de la Alianza en Libia, para cumplimentar la resoluci¨®n 1973 del Consejo de Seguridad de la ONU.
Pues bien, este responsable m¨¢ximo de las operaciones militares de la Alianza en Libia no ve con claridad la finalizaci¨®n del conflicto. Y razones no le faltan, pues las im¨¢genes que diariamente nos bombardean, nunca mejor dicho, desde los diferentes medios de comunicaci¨®n muestran a un ej¨¦rcito rebelde en retirada que parece cualquier cosa menos un ej¨¦rcito en el sentido estricto de la palabra. Constre?idos a luchar en un entorno geogr¨¢fico que no ofrece protecci¨®n, el desierto, los rebeldes huyen por las carreteras sin ton ni son en sus Toyota, hu¨¦rfanos de un Comandante Supremo, carentes de comunicaciones, dotados tan solo de armas ligeras entre las que destaca el consabido fusil de asalto kal¨¢shnikov AK-47. El ataque providencial del 19 de marzo de la aviaci¨®n de la Coalici¨®n sirvi¨® para destruir varias decenas de carros de combate del Ej¨¦rcito de Gadafi, junto con algunas piezas de artiller¨ªa de grueso calibre. El lanzamiento de m¨¢s de un centenar de misiles de ataque a tierra Tomahawk procedentes de submarinos nucleares de ataque y destructores norteamericanos y brit¨¢nicos sirvi¨® para silenciar la red de alerta y control a¨¦reo libia, am¨¦n de parte de sus defensas antia¨¦reas. La aviaci¨®n francesa, norteamericana, brit¨¢nica y belga dio buena cuenta de la Fuerza A¨¦rea Libia, hoy considerada inexistente, y en un ataque realizado en las proximidades del puerto de Misrata, los misiles AGM-65 F Maverick de un avi¨®n de patrulla mar¨ªtima P3-C Orion, y el fuego al ca?¨®n de 30mm de un avi¨®n A-10 norteamericano, destruyeron tres patrulleros libios que estaban disparando contra buques mercantes, dirigiendo la acci¨®n el destructor USS Barry. Todo lo anterior, sumado al embargo mar¨ªtimo de armas y al establecimiento de la zona de exclusi¨®n a¨¦rea, indica que Gadafi no puede contar con fuerza a¨¦rea ni con marina. Pero cuenta con un Ej¨¦rcito que durante los 42 a?os de dictadura del coronel ha ido incrementando no solo sus efectivos sino tambi¨¦n la cantidad y calidad del material.
As¨ª, antes de las hostilidades contaba con unos 50.000 efectivos, la mitad de ellos profesionales que probablemente seguir¨¢n siendo fieles a Gadafi si quieren seguir cobrando sus sueldos, y en lo referente al material cabe destacar 450 carros de combate relativamente moderno de origen ruso T-72 y T-62, am¨¦n de un millar del m¨¢s anticuado T-55, alguno de ellos en manos rebeldes. Todo esto nos lleva a la conclusi¨®n de que los rebeldes por la v¨ªa militar, mal armados y en franca retirada, tienen poco que hacer si el ej¨¦rcito regular sigue con Gadafi. Aqu¨ª nos encontramos con la alternativa de armar a los rebeldes, algo que desaconseja el Pent¨¢gono, al haberse detectado alg¨²n elemento de Al Qaeda infiltrado o bien seguir la v¨ªa propuesta por el almirante Stavridis de recurrir a una Fuerza de Estabilizaci¨®n. En lo que todo el mundo coincide es que es necesario buscar una soluci¨®n a corto plazo, pues los costes de esta crisis se disparan, el Pent¨¢gono ya ha cifrado en 500 millones de d¨®lares el coste semanal con cargo a sus arcas de la Operaci¨®n Protector Unificado, por lo que voces en su Senado aconsejan una p¨¦rdida del protagonismo de EE UU en favor de la Alianza.
De forma paralela ya se ha producido un desembarco encubierto de agentes de la CIA y del SIS brit¨¢nico para realizar operaciones encubiertas para mejorar la inteligencia existente sobre el territorio, pero a juicio de este observador har¨¢ falta algo m¨¢s efectivo para expulsar definitivamente a Gadafi de su feudo.
Jos¨¦ M. Trevi?o es almirante de la Armada espa?ola.
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