Hallados cad¨¢veres entre los restos del Airbus de Air France

Un robot submarino encontr¨® el domingo por la noche restos del Airbus 330 de Air France que la noche del 1 de junio de 2009 se estrell¨® en el oc¨¦ano Atl¨¢ntico con 228 personas a bordo cuando viajaba a Par¨ªs procedente de R¨ªo de Janeiro. Tambi¨¦n se han encontrado restos de los cad¨¢veres de algunos de los viajeros. La Oficina de Investigaciones y An¨¢lisis (BEA, en sus siglas en franc¨¦s), el organismo que se encarg¨® desde el primer d¨ªa de investigar el accidente, mostr¨® ayer im¨¢genes de la carlinga, del tren de aterrizaje y de parte de las alas. Todo, a una profundidad de casi 4.000 metros, en una planicie abisal, a unos kil¨®metros al norte del punto donde se produjo la ¨²ltima comunicaci¨®n del piloto del avi¨®n con Brasil. La ministra de Medio Ambiente y de Transportes, Nathalie Kosciusko-Morizet, asegur¨® ayer que en menos de un mes se iniciar¨¢n las labores para sacar todo a flote. Sobre los restos de los cad¨¢veres fue particularmente discreta: "Ser¨¢n recuperados e identificados".

El descubrimiento alimenta la esperanza de que aparezcan tambi¨¦n las cajas negras del avi¨®n y que, gracias a ellas, se pueda responder a la pregunta que todav¨ªa pende sobre el accidente: ?Por qu¨¦ se hundi¨®?

Todo sigue siendo un misterio. Durante muchos meses, submarinos nucleares con receptores sonoros hipersensibles y barcos equipados con los mismos dispositivos peinaron la zona en busca de las cajas negras. Estas emitieron durante 40 d¨ªas un sonido uniforme, de la intensidad de un martillazo. Despu¨¦s se agot¨® la bater¨ªa. Y hubo que buscar de otra forma.

Desde entonces se han sucedido cuatro operaciones de b¨²squeda, que en total han costado aproximadamente 30 millones de euros. Hasta ahora solo se hab¨ªan encontrado restos del fuselaje, de un ala y 56 cad¨¢veres. Se sabe que el Airbus acababa de entrar en una zona de turbulencias y que posteriormente se estamp¨® contra el mar. Y que hab¨ªa un problema con las sondas que med¨ªan la velocidad del avi¨®n.

Aunque esto por s¨ª solo no explica el accidente. Desde las tres y media de la madrugada, hora en la que el piloto habl¨® por ¨²ltima vez con Brasil, hasta las cuatro y cuarto de la madrugada, hora en que lleg¨® al puesto de control la ¨²ltima comunicaci¨®n autom¨¢tica, el avi¨®n emiti¨® varios avisos que indicaban una contradicci¨®n en la velocidad medida por las sondas. El ¨²ltimo de esos mensajes autom¨¢ticos significaba que la cabina cabeceaba hacia abajo.