Humala sube en los sondeos en Per¨² tras moderar su mensaje populista
El candidato nacionalista se distancia en una apretada carrera presidencial
El candidato nacionalista a la presidencia de Per¨², Ollanta Humala, encabeza con holgura la mayor¨ªa de los sondeos a menos de una semana de la primera vuelta. A pesar de que en el ¨²ltimo debate televisado entre los cinco candidatos en liza el exmilitar demostr¨® que la oratoria no era su fuerte, el mensaje acerca de que ¨¦l ha madurado y ya no es el populista emparentado con el chavismo venezolano que se present¨® en los comicios de 2006 parece haber calado en los votantes.
En una Lima que rebosa de actividad econ¨®mica, en la que se levantan rascacielos y centros comerciales como hongos, pero en la que tambi¨¦n hay mucha pobreza y marginaci¨®n, el discurso de Humala de mantener la pol¨ªtica econ¨®mica que ha llevado al pa¨ªs a batir r¨¦cords de crecimiento mundial pero mejorando la distribuci¨®n de la renta es lo que hace que suba como la espuma en las encuestas.
Ha calado el mensaje de que ya no est¨¢ emparentado con el chavismo
Humala no lleg¨® al debate de la noche del domingo para ganarlo, sino para salir lo m¨¢s airoso posible. Su fuerte es el mensaje de moderaci¨®n y de cambio, pero su debilidad es que las clases medias y altas a¨²n desconf¨ªan de sus intenciones. ?Cu¨¢l es el verdadero Ollanta, el radical de hace cinco a?os o el moderado que apareci¨® anteayer en el debate? Algunos lime?os zanjan esa inquietud con una frase: "Antes quer¨ªa ser Ch¨¢vez y ahora quiere ser Lula". Lo cierto es que Humala parece haber hecho el mismo viaje al centro que el presidente Garc¨ªa hizo entre el nacionalismo de Estado durante su primer periodo (1985-1990) y el mandato pro econom¨ªa de mercado que culmina en julio. Tambi¨¦n tiene propuestas que recuerdan al programa que el Nobel Mario Vargas Llosa present¨® durante la campa?a para las presidenciales de 1990, como la de desarrollar econ¨®micamente el Alto Huallaga, la zona cocalera donde la narcoguerrilla de Sendero Luminoso campa a sus anchas.
Y es que a diferencia de hace cinco a?os, cuando los peruanos le dieron la espalda frente a Alan Garc¨ªa en la segunda vuelta ante el temor de que Humala importara el socialismo del siglo XXI, el aspirante de Gana Per¨² se ha afanado esta vez por dejar bien clara su distancia con el presidente venezolano Hugo Ch¨¢vez y reiterar que respetar¨¢ la empresa privada, los tratados de libre comercio y la independencia del banco central. Ha logrado incluso que las agencias de calificaci¨®n financiera como Moody's digan que aunque gane las elecciones, Per¨² mantendr¨¢ su solvencia financiera. El candidato tambi¨¦n parece haber convencido a los votantes de su compromiso con la defensa de los derechos humanos, pese a que carga con una acusaci¨®n jam¨¢s probada de abusos contra civiles durante la guerra contra el terrorismo que caus¨® 70.000 muertos entre 1980 y 2000.
Detr¨¢s de Humala, la segunda plaza la disputan otros cuatro candidatos: la populista de derechas Keiko Fujimori, hija del expresidente encarcelado por cr¨ªmenes contra la humanidad y corrupci¨®n. No solo no se ha distanciado de su padre, sino que juega la baza de que este sent¨® las bases del boom econ¨®mico que vive hoy Per¨². Tambi¨¦n se presentan como continuadores del modelo el expresidente Alejandro Toledo (2001-2006) y el exministro de Econom¨ªa, Miner¨ªa y funcionario del FMI Pedro Pablo Kuczynski. Ambos esgrimen, con estilos diferentes (Toledo, alias El Cholo por su mestizaje, es populista y p¨ªcaro; PPK, como apodan a Kuczynski, apela a la imagen de gestor eficiente y serio), que son la alternativa al "salto al vac¨ªo" que representan Humala y Fujimori. Por ¨²ltimo, aparece el exalcalde de Lima Luis Casta?eda. Ninguno de los aspirantes est¨¢ ligado a un partido tradicional, barridos de la escena pol¨ªtica desde las elecciones locales de 2008. El hist¨®rico APRA de Alan Garc¨ªa, aplastado por las denuncias de corrupci¨®n, ni siquiera tiene candidato.
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