Delincuencia aut¨®ctona
Es el sino de los nuevos tiempos. Algunos de los t¨®picos que cre¨ªamos m¨¢s arraigados entre nosotros van cayendo como un castillo de naipes: que los indios nunca atacan de noche, que las centrales nucleares son seguras, que no se puede dar la m¨¢s m¨ªnima credibilidad a ning¨²n escrito elaborado por ETA o que el vasco es honrado gen¨¦ticamente y los delitos contra la propiedad que se comenten en nuestro entorno siempre son protagonizados por gente venida de fuera.
Durante d¨¦cadas, la actividad de la organizaci¨®n terrorista ha acaparado las p¨¢ginas de sucesos de nuestros diarios, lo que ha provocado que, comparativamente, la denominada "delincuencia com¨²n" haya sido abordada con una cierta sordina. El incremento de noticias sobre robos de todo tipo que se ha producido en estos ¨²ltimos a?os ha fomentado una serie de leyendas urbanas sobre la autor¨ªa de unos hechos a los que no est¨¢bamos acostumbrados. Quiz¨¢ sea debido a la influencia de alg¨²n prejuicio aranista hacia el forastero, pero lo cierto es que el imaginario popular a menudo ha achacado a supuestas hordas de albanokosovares, rumanos, magreb¨ªes o sudamericanos el repunte de la inseguridad ciudadana. Sin embargo, la banda de atracadores de bancos m¨¢s buscada de Espa?a, con medio centenar de golpes a sus espaldas, ha resultado estar compuesta mayoritariamente por personal de Bilbao y alrededores. No vamos a caer en la autojustificaci¨®n f¨¢cil de que tal vez se tratasen de vizca¨ªnos de adopci¨®n. Alguno de ellos incluso era un conocido hostelero del botxo. Otro responde a un apellido tan de la tierra como Basterrechea.
?Que en cualquier Arcadia feliz pueden brotar garbanzos negros? Puede ser, pero s¨®lo dos d¨ªas despu¨¦s de la desarticulaci¨®n del citado grupo bilba¨ªno de cacos, la prensa nos informaba de que la Ertzaintza hab¨ªa detenido en Donostia a una persona sospechosa de cometer media docena de atracos, el ¨²ltimo en Andoain el pasado jueves. El nombre del presunto malhechor, Haritz, no ofrece excesivas dudas sobre su origen. A pesar de todo, si tomamos en consideraci¨®n los datos del INE, Euskadi ocupa el puesto 13?, de entre las 17 autonom¨ªas, en lo que hace referencia a condenas delictivas per c¨¢pita. Y Rubalcaba alardea de que Espa?a, con un tasa de 45,1 infracciones por cada mil habitantes es uno de los tres Estados m¨¢s seguros de la UE, con unos niveles muy alejados de los 121 de Suecia o los 84,7 del Reino Unido.
Al parecer, y este es otro t¨®pico que habr¨¢ que desterrar, los pa¨ªses desarrollados no est¨¢n exentos de su cupo de delincuencia. Escritores como Henning Mankell o Stieg Larsson ya nos hab¨ªan advertido sobre el caso sueco. Tras lo visto d¨ªas atr¨¢s, Euskadi tambi¨¦n cuenta con suficiente material aut¨®ctono para inspirar su propia serie negra. Al igual que sucede con el Athletic en el f¨²tbol, tampoco en este apartado ha sido necesaria la importaci¨®n de extranjeros.
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