Coraz¨®n part¨ªo
La dimisi¨®n de Luis Pizarro como consejero de Gobernaci¨®n ha dejado a los socialistas andaluces con el coraz¨®n part¨ªo.
Hace 14 a?os, los mismos que Pizarro estuvo al frente del PSOE en Andaluc¨ªa, un joven cantante llamado Alejandro S¨¢nchez Pizarro compuso una hermosa canci¨®n de amor, Coraz¨®n part¨ªo. Aquel m¨²sico, que vendi¨® cinco millones de copias de ese disco, conocido mundialmente como Alejandro Sanz, es sobrino carnal de Luis Pizarro.
Ahora que los pol¨ªticos echan mano de las canciones de moda para defenderse o atacar a sus adversarios, he recordado aquella canci¨®n porque le viene como anillo al dedo a la situaci¨®n en que muchos socialistas se encuentran hoy tras la salida de Pizarro del Gobierno: con el coraz¨®n dividido, part¨ªo.
Porque la dimisi¨®n del otrora poderoso secretario de organizaci¨®n del PSOE andaluz, brazo derecho de Manuel Chaves durante casi dos d¨¦cadas, es mucho m¨¢s que un simple cambio de consejeros, como afirm¨® la actual secretaria de Organizaci¨®n, Susana D¨ªaz. Es indudable que tendr¨¢ graves consecuencias para el partido.
La cuesti¨®n es c¨®mo se ha llegado a este punto de no retorno a 50 d¨ªas de las elecciones municipales, con las encuestas en contra y con una juez ech¨¢ndole el aliento en la nuca al presidente Gri?¨¢n por el tema de los ERE.
El detonante del portazo de Pizarro ha sido el cese del delegado de la Junta en C¨¢diz, Gabriel Almagro. Un viejo amigo de Pizarro, natural de su mismo pueblo, Alcal¨¢ de los Gazules, quien en opini¨®n del exconsejero ha hecho un magn¨ªfico trabajo en la provincia.
Pizarro, que ha sido un hombre fiel al partido, al que le ha entregado toda su vida (se afili¨® en 1973, cuando ten¨ªa 25 a?os y viv¨ªa Franco), se opon¨ªa frontalmente al cese de Almagro. Un cese que, adem¨¢s, deb¨ªa firmarlo ¨¦l, junto a la consejera de la Presidencia, Mar Moreno. "Si lo hubiera firmado, ser¨ªa un canalla y no podr¨ªa volver por mi pueblo", ha comentado Pizarro a sus ¨ªntimos.
Es m¨¢s: el cese de Almagro estuvo a punto de producirse el pasado a?o. Pizarro hizo saber al presidente de la Junta y a los m¨¢ximos responsables del partido que si se consumaba, dimitir¨ªa. El exconsejero pensaba que la nueva direcci¨®n socialista estaba eliminando a su gente en C¨¢diz para sustituirla por sus afines. Cuando se ha consumado el cese, Pizarro ha consumado su amenaza y se ha ido.
Llov¨ªa sobre mojado en las relaciones del poderoso clan socialista de C¨¢diz, con el secretario provincial Gonz¨¢lez Caba?as al frente, y la nueva direcci¨®n regional surgida tras el nombramiento de Gri?¨¢n como secretario general. El caso m¨¢s espinoso ha sido la doble intentona de descabalgar a la actual alcaldesa de Jerez, Pilar S¨¢nchez, sin conocimiento de Gri?¨¢n.
?Pod¨ªa hacer otra cosa Gri?¨¢n? ?Tiene legitimidad el presidente de la Junta para designar a sus colaboradores m¨¢s inmediatos, como son los delegados provinciales? Desde luego que s¨ª. Poco antes se hab¨ªa producido el relevo del delegado en Almer¨ªa y no hubo alboroto alguno.
El presidente del Gobierno no pod¨ªa paralizar un nombramiento porque un consejero le amenazara con dimitir. El ejemplo podr¨ªa cundir. Su autoridad quedar¨ªa mermada.
Lo que no se entiende bien es que, siendo los protagonistas veteranos militantes, con amplia experiencia de gobierno, adem¨¢s de amigos durante a?os, hayan sido incapaces de al menos aplazar el conflicto hasta despu¨¦s de las elecciones.
Porque las consecuencias de la salida de Pizarro son un regalo al PP en las inminentes elecciones y un dolor para los militantes socialistas que se quedan con el coraz¨®n part¨ªo.
Y como canta Alejandro Sanz, unas simples tiritas no sanan esa herida. Se necesita algo m¨¢s poderoso. ?Qu¨¦ tal el objetivo com¨²n de cerrar el avance de la derecha en las urnas?
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