Los rebeldes libios arremeten contra la OTAN
La Alianza acusa a Tr¨ªpoli de utilizar civiles como escudos humanos para impedir los bombardeos
Es un debate tan est¨¦ril como comprensible. Mientras las v¨ªctimas civiles de la guerra en Libia aumentan sin pausa, los ¨¢nimos se han encrespado entre la OTAN y los dirigentes pol¨ªticos y militares de la rebeli¨®n contra Muamar el Gadafi. La ansiedad atenaza a los insurgentes, que exigen a la alianza contundencia sin medias tintas contra las tropas del dictador. Pero la organizaci¨®n militar afronta un dilema: el Ej¨¦rcito ha cambiado de t¨¢ctica y atacar a los soldados y mercenarios del tirano en zonas urbanas, como pretenden los sublevados, acarrea el riesgo de matar a inocentes. "La OTAN nos ha decepcionado", asegur¨® el martes por la noche el jefe del Estado Mayor insurrecto, Abdelfatah Yunes. "No tienen motivo para la desconfianza", replic¨® ayer Harding Rusell, vicecomandante de las operaciones de la coalici¨®n.
Las tropas del dictador se han desplegado en zonas urbanas
Fuentes aliadas afirman que tratan de proteger a todas horas a la poblaci¨®n El pa¨ªs podr¨ªa "quedar dividido" si cae el l¨ªder libio, afirma una experta
El 19 de marzo los tanques del dictador estaban a las puertas de Bengasi, capital del alzamiento en la oriental Cirenaica. Hab¨ªa amenazado Gadafi con perpetrar una matanza y los aviones franceses abrasaron los blindados. Aprendida la lecci¨®n, las fuerzas armadas libias cambiaron de t¨¢ctica. Ahora se despliegan y llevan blindados a ciudades como Misrata -para la que la ONU solicit¨® ayer un cese temporal de las hostilidades, por la maltrecha situaci¨®n en que se halla la poblaci¨®n-, y, seg¨²n denuncia la OTAN, utilizan a civiles como escudos humanos para impedir los decisivos bombardeos aliados. Tambi¨¦n en el desierto, los leales al d¨¦spota han variado su modo de actuar. Apenas se mueven en veh¨ªculos pesados. Prefieren los ligeros, m¨¢s dif¨ªciles de detectar y susceptibles de provocar errores fatales. Sucedi¨® la semana pasada en la ciudad petrolera de Brega: los pilotos de la OTAN, que asumi¨® el mando el 31 de marzo, mataron a 15 milicianos y personal sanitario.
Descalabros como este podr¨ªan convertirse en baza propagand¨ªstica para Gadafi. Pero es dif¨ªcil. Puede que los dirigentes occidentales tengan presentes las nefastas consecuencias pol¨ªticas de las im¨¢genes de civiles despedazados por un misil norteamericano o europeo en el mundo musulm¨¢n (Irak, Afganist¨¢n, Pakist¨¢n). Sin embargo, las circunstancias son ahora diferentes porque la mayor¨ªa de los libios alientan fervorosamente los ataques de la OTAN.
Los portavoces pol¨ªticos de los rebeldes y Yunes est¨¢n indignados, y no lo ocultan. "La reacci¨®n de la OTAN es muy lenta. Misrata est¨¢ sometida al exterminio y la OTAN deja que muera la gente", afirm¨® Yunes. "?Por qu¨¦ no cumple las resoluciones de Naciones Unidas?", se cuestionaba ayer el vocero Mustaf¨¢ Gheriani. "Puedo asegurar que cada hora de cada d¨ªa estamos vigilando lo que ocurre y asegur¨¢ndonos de proteger a los civiles", contest¨® Rusell, diplom¨¢tico, desde N¨¢poles, informa Reuters. Los cazas aliados ejecutan centenar y medio de salidas diarias e impiden el sobrevuelo a lo que quede de la aviaci¨®n libia. Pero los sublevados quieren m¨¢s. Para empezar, asistencia para luchar en igualdad de condiciones con sus enemigos.
?Armar¨¢n las potencias occidentales adecuadamente a los sublevados? Chris Stevens, enviado de Washington, ex n¨²mero dos en la Embajada en Tr¨ªpoli y reci¨¦n llegado a Bengasi, habl¨® de "la necesidad de financiaci¨®n del Consejo Nacional [rebelde] para que este pueda seguir funcionando". Pero a?adi¨® que los recursos deben canalizarse a trav¨¦s de la comunidad internacional. El abastecimiento de armamento ser¨ªa un proceso lento. Y m¨¢s fatigoso, el imprescindible adiestramiento que necesitan los inexpertos combatientes.
Aunque se habla de la presencia de agentes de la CIA y es patente en el Consejo Nacional la presencia de ¨¦lites libias educadas en EE UU, Washington quiere eludir el papel de director de este drama b¨¦lico. Los vecinos de Bengasi no albergan dudas: mitigado el arraigado sentimiento anticolonial, quieren que Barack Obama vuelva a la carga contra las tropas de Gadafi.
Puntuales cuando Al Yazira inicia su conexi¨®n, cientos de vecinos gritan bajo el balc¨®n desde donde transmite la cadena catar¨ª. Los mensajes dependen de los avatares del d¨ªa. Desde hace tres d¨ªas la diana es la alianza. "El retraso de la OTAN=m¨¢s civiles muertos", se lee en una pancarta en ingl¨¦s. "Vuelan para gastar combustible", dice un airado bengas¨ª, reacio a discutir de matices pol¨ªtico-militares.
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