Ninguno de los candidatos al sill¨®n Z consigue entrar en la RAE
La silla Z de la Real Academia Espa?ola, ocupada por Francisco Ayala hasta su muerte el 3 de noviembre de 2009, seguir¨¢ por ahora vacante. Ninguno de los tres candidatos que optaban a ocuparla obtuvo ayer la mayor¨ªa suficiente.
Los aspirantes, todos catedr¨¢ticos de la Universidad Complutense de Madrid, eran el historiador de la literatura Andr¨¦s Amor¨®s (presentado por Manuel Seco, Gregorio Salvador y Jos¨¦ Luis Sampedro); el jurista Santiago Mu?oz Machado, (respaldado por Eduardo Garc¨ªa de Enterr¨ªa, Jos¨¦ Manuel S¨¢nchez Ron y Pedro Garc¨ªa Barreno); y el economista Jos¨¦ B. Terceiro Lomba (propuesto por Francisco Rodr¨ªguez Adrados, Juan Luis Cebri¨¢n y ?lvaro Pombo).
Los estatutos de la RAE establecen tres votaciones para la elecci¨®n de sus miembros. En la primera, los candidatos han de obtener dos tercios de los votos de los acad¨¦micos con derecho a ejercerlo, es decir, aquellos con un m¨ªnimo de 12 asistencias anuales. Ayer votaron 37 acad¨¦micos -cinco de ellos por correo- de los 39 que pod¨ªan hacerlo. En la segunda votaci¨®n, los candidatos deben alcanzar el mismo porcentaje -dos tercios-, pero esta vez de los acad¨¦micos presentes, lo que invalida el voto por correo. En la tercera ronda, finalmente, es suficiente la mayor¨ªa simple (la mitad m¨¢s uno).
Tres vacantes
Dado que no prosper¨® ninguna de las candidaturas, la elecci¨®n de esa plaza tendr¨¢ que convocarse de nuevo. Entretanto, la pr¨®xima silla en votarse ser¨¢, el 5 de mayo, la e, la de Miguel Delibes. La semana que viene se cierra el plazo de presentaci¨®n de candidaturas para suceder al autor de Los santos inocentes.
La tercera vacante de las 46 sillas con las que cuenta la Academia es la n, que ocupaba el helenista Valent¨ªn Garc¨ªa Yebra. Por su parte, el fil¨®logo Pedro ?lvarez de Miranda, elegido en abril del a?o pasado para ocupar la silla Q -vacante desde la muerte del psiquiatra y escritor Carlos Castilla del Pino-, tiene todav¨ªa pendiente leer su discurso de ingreso. La ¨²ltima acad¨¦mica en hacerlo fue la tambi¨¦n fil¨®loga y experta en dialectolog¨ªa In¨¦s Fern¨¢ndez-Ord¨®?ez.
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