Follet¨ªn
La cr¨®nica rosa ha sustituido al follet¨ªn cl¨¢sico. Vidas extremas de personajes enfrentados a los delirios del azar y la pasi¨®n. Los culebrones exprimieron hasta tal punto la esencia de la ficci¨®n rom¨¢ntica que la dejaron seca. Ahora las telenovelas solo sobreviven en el terreno de la iron¨ªa, uno las mira sin creer en ellas, con lo cual pierden mucho de su encanto. En cambio, los programas que retratan esa realidad alterada de las familias m¨¢s relevantes del cotilleo y su curr¨ªculum delictivo son seguidos en sus entregas por cap¨ªtulos, con cruce de debate y an¨¢lisis visceral, en una ficci¨®n que cumple con su reto m¨¢s primario: parecer cre¨ªble.
El estreno en salas de la versi¨®n reducida a cuatro horas y media de los seis episodios de Misterios de Lisboa ha convocado un p¨²blico fiel, pero tambi¨¦n el entusiasmo de la cr¨ªtica. Ra¨²l Ruiz, director de la versi¨®n de la novela de Castelo Branco Misterios de Lisboa, publicada en 1854, se plantea rodar la continuaci¨®n: El libro negro del Padre Dinis. Ambos novelones ya fueron el nutriente de una telenovela luso brasile?a, Pasiones prohibidas, por lo cual el reto de la nueva versi¨®n era devolver al material su fulgor original. Rodada con belleza y habilidad, que transforma en hallazgo de estilo cualquier carencia presupuestaria, la peripecia sentimental y detectivesca crece en c¨ªrculos conc¨¦ntricos, desarrollando personajes y pasiones, pero sin la desustanciada r¨ªtmica con que la f¨®rmula de los culebrones machaca cualquier material.
Uno tiene la sensaci¨®n de asistir al follet¨ªn de trazas cl¨¢sicas sin poder evitar lamentar que la evoluci¨®n del g¨¦nero rey del siglo XIX haya sido degradada en los a?os posteriores en su volcado al lenguaje audiovisual. Es algo as¨ª como si uno considerara esa canci¨®n de Georgie Dann del "cachete con cachete, pechito con pechito", como la evoluci¨®n contempor¨¢nea del Cheek to Cheek de Irving Berlin. Dan ganas de ponerle una querella a tu partida de nacimiento.
En la trama de hijos naturales y reencuentros imposibles, entre actores franceses y portugueses no todos de la misma calidad, destaca la interpretaci¨®n de Adriano Luz, que interpreta a un cura de Chesterton en trama de Victor Hugo. La calidad de la apuesta fomenta el mestizaje entre pantallas, rompe las costuras de su explotaci¨®n comercial.
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