?Violencia de qu¨¦?
El avance de la igualdad genera un rearme del machismo - Un sector de opini¨®n niega la gravedad de las agresiones sexistas y coloca a los hombres como v¨ªctimas - Un art¨ªculo en favor del 'monstruo de la webcam' dispara las alarmas
Quiz¨¢ nunca se hab¨ªa ido tan lejos al justificar un asesinato machista en los medios de comunicaci¨®n. Y eso, en un pa¨ªs tan sensibilizado como Espa?a en la lucha contra la violencia que sufren las mujeres: cuesta en torno a 70 vidas y genera m¨¢s de 134.000 denuncias al a?o. La publicaci¨®n, ayer en el peri¨®dico El Mundo, del art¨ªculo Un chico normal, comprensivo con la actuaci¨®n del joven de 21 a?os -a quien la prensa llam¨® "el monstruo de la webcam"- que el mi¨¦rcoles mat¨® a su novia embarazada de 19 cuando ella le comunic¨® la ruptura, ha levantado una polvareda que agita lo que las alfombras a veces tapan: el machismo sigue ah¨ª, en ocasiones revestido con argumentos m¨¢s presentables, a veces con toda su crudeza. Salta con cierta frecuencia a los medios amparado por la libertad de expresi¨®n. Es el fruto de una paradoja: las medidas en pro de la igualdad real entre mujeres y hombres han generado un rearme del machismo. Este discurso, negacionista o que minimiza la violencia machista coloca a los hombres como discriminados por los avances de las medidas en pro de la igualdad real entre los dos sexos. Lo dicen los expertos.
"Hay una corriente organizada contra el avance en igualdad", dice un experto
El 1,2% de la poblaci¨®n justifica las agresiones en algunos casos
'El Mundo' retira un art¨ªculo tolerante con la violencia machista
Las asociaciones de mujeres y CC OO piden que act¨²e la justicia
?rase "un chico normal", v¨ªctima de "atroz violencia" psicol¨®gica "al saber que iban a dejarle y que el ni?o que cre¨ªa esperar no era suyo", escribe el autor del pol¨¦mico art¨ªculo, Salvador Sostres. Entonces, mata a su novia embarazada. "Ante un asesinato no hay causas morales. Pero este chico no es un monstruo", puntualiza antes de concluir a guisa de moraleja: "A veces el amor se convierte en escoria y en desgracia y se abraza desesperadamente a la tragedia".
La publicaci¨®n de este texto que convierte en v¨ªctima al presunto homicida -e ignora a quien pierde la vida- ha desencadenado la indignaci¨®n en la redacci¨®n de El Mundo. Muchos firmaron ayer un art¨ªculo, elaborado por el comit¨¦ de redacci¨®n y que se entregar¨¢ hoy al director del medio, Pedro J. Ram¨ªrez, en el que exponen que Sostres ha traspasado el l¨ªmite de lo aceptable y piden que se deje de contar con ¨¦l. "?Qu¨¦ pasar¨ªa si se publicara en el peri¨®dico un art¨ªculo que dijera que se entiende un asesinato de ETA?", se pregunta en el texto dirigido a Ram¨ªrez.
La direcci¨®n del diario, que retir¨® por la ma?ana el art¨ªculo de la web, no quiso ayer incidir en el tema. Un responsable se remiti¨® a las palabras de Ram¨ªrez en su Twitter, donde ped¨ªa disculpas por el art¨ªculo y afirmaba que "fallaron" sus controles en su publicaci¨®n. "Lo inaceptable del texto de Sostres es que utiliza la misma expresi¨®n -'violencia'- para un asesinato y el enga?o y abandono en la pareja", a?adi¨®.
"?Y luego dicen que falla la Ley contra la Violencia de G¨¦nero! ?Anda que no nos queda camino en el terreno de la igualdad mientras haya opiniones como esa!". Las exclamaciones corresponden a la fiscal de sala Soledad Cazorla, la responsable de combatir las agresiones machistas desde el ministerio p¨²blico. Varias asociaciones feministas (Fundaci¨®n Mujeres, juristas de Themis y Federaci¨®n de Mujeres Progresistas, entre otras) anunciaron ayer que pedir¨¢n a la fiscal de sala que intervenga por la publicaci¨®n de un art¨ªculo que, a su juicio, hace "apolog¨ªa del delito de violencia sobre la mujer".
Cazorla, que est¨¢ "reflexionando" sobre el contenido en su papel de fiscal, califica el texto de "amoral" y "sibilino". "Aunque dice que la conducta del agresor es injustificable, da explicaciones para justificarla. Adem¨¢s, convierte al maltratador en v¨ªctima de la violencia psicol¨®gica y presenta a la v¨ªctima, que est¨¢ muerta y no puede hablar, como agresora".
Sin embargo, la presidenta del Observatorio contra la Violencia de G¨¦nero del Consejo General del Poder Judicial, Inmaculada Montalb¨¢n, no cree que contenido del texto sea perseguible penalmente. A pesar de esto, el Ministerio de Sanidad, Igualdad y Pol¨ªtica Social busca alg¨²n resquicio para llevar el texto a los tribunales. Comisiones Obreras s¨ª lo har¨¢.
Montalb¨¢n sit¨²a el problema de este tipo de art¨ªculos en el terreno de los medios: "Es su responsabilidad delimitar qu¨¦ contenidos van a ofrecer al p¨²blico y cu¨¢les consideran id¨®neos para formar una opini¨®n p¨²blica coherente con una sociedad democr¨¢tica", dice. "El art¨ªculo de Sostres alimenta el mito de la supremac¨ªa masculina y de que lo ocurrido, que es un crimen, es algo normal", critica Pilar L¨®pez D¨ªaz, experta en comunicaci¨®n y g¨¦nero. "Lo que deber¨ªan hacer los medios es acabar con ese mito, en lugar de alentarlo, y plantear la violencia de g¨¦nero en el marco de los derechos humanos", a?ade. El delegado de Gobierno contra la Violencia de G¨¦nero, Miguel Lorente, que considera el art¨ªculo "una indecencia period¨ªstica y social", advierte de la proliferaci¨®n de estos contenidos.
Pero los medios no siempre est¨¢n alerta. El art¨ªculo Revanchismo de g¨¦nero, de Enrique Lynch, que public¨® EL PA?S a finales de 2009 levant¨® una fuerte pol¨¦mica. Criticaba una campa?a contra la violencia machista y recordaba que a los maltratadores han sido gestados y formados por mujeres. Seg¨²n la Defensora del Lector, ese texto gener¨® un fuerte malestar entre los lectores e hiri¨® "una sensibilidad que forma parte del n¨²cleo central del peri¨®dico".
"Una tolerancia supercero ante las corrientes negacionistas de la violencia de g¨¦nero". Es lo que pide a los medios de comunicaci¨®n Ana Mar¨ªa P¨¦rez del Campo, presidenta de la Federaci¨®n de Asociaciones de Mujeres Separadas y Divorciadas. Y es que "lo inexplicable, el que un hombre mate a una mujer, se convierte en explicable y en justificable. ?C¨®mo se puede pedir despu¨¦s a las mujeres que denuncien si se las culpabiliza?", plantea.
La soci¨®loga Soledad Murillo, madre de la ley contra la Violencia de G¨¦nero (2004) y de la de Igualdad (2007) cuando era secretaria general de Igualdad, describe as¨ª la situaci¨®n: "La Ley contra la Violencia de G¨¦nero es la que m¨¢s se ha recurrido ante el Tribunal Constitucional en toda la democracia, sobre todo por parte de jueces contrarios a que se penalizara m¨¢s la conducta de un hombre que la de una mujer ante una agresi¨®n de pareja". Ese mensaje de ley discriminadora cal¨®. Lo mismo ocurri¨® con la idea de que se presentan abundantes denuncias falsas por violencia, "algo que los datos del Poder Judicial no corroboran". El tercer elemento en liza ha sido la Ley de Igualdad. "Sus oponentes presentan como una cascada de privilegios para las mujeres, cuando s¨®lo pretende equiparar los derechos". Eso ha contribuido a crear una corriente de opini¨®n que convierte a los hombres en v¨ªctimas del "hembrismo", del supuesto predominio de las mujeres, convertidos en "seres indefensos". "Es una forma consciente de intentar derribar los avances que han conseguido las mujeres", concluye.
No le falta raz¨®n. Sostres ha recibido muchas cr¨ªticas, pero comentarios elogiosos en la Red le felicitan por su "valent¨ªa" al poner negro sobre blanco una realidad que "muchos hombres sufren". Son las palabras de los denominados posmachistas o neomachistas, hombres que niegan o minimizan la existencia de la violencia de g¨¦nero o aseguran que hay tantos asesinatos de mujeres como de hombres. Los mismos que llaman "feminazis" a las feministas. Aquellos que argumentan las denuncias falsas para echar por tierra una ley que ha conseguido 150.000 condenas en un lustro.
"Hay una corriente de hombres, no necesariamente asociados pero s¨ª organizados, que se dedican a reaccionar virulentamente contra los avances en materia de igualdad", opina Jos¨¦ ?ngel Lozoya, de Hombres por la Igualdad. "No es casualidad que estos machistas tomen fuerza ahora, cuando la crisis aprieta y en el que se han producido importantes retrocesos en materia de Igualdad, como la desaparici¨®n del ministerio, algo que han tomado como una victoria", afirma.
Aunque es una corriente dif¨ªcil de cuantificar, el delegado del Gobierno contra la Violencia de G¨¦nero se?ala que, seg¨²n las encuestas, el 1,2% de la poblaci¨®n cree que la violencia machista es aceptable "en algunas circunstancias". "Eso son 600.000 personas", se escandaliza Lorente. Cifra que asciende al 6% (m¨¢s de tres millones de espa?oles) si esas agresiones son como consecuencia de una separaci¨®n.
"Lo ocurre en Espa?a es parecido a lo que ocurri¨® en Estados Unidos a finales de los setenta del pasado siglo, cuando los grandes medios comenzaron a arremeter contra las feministas que ganaban terreno", a?ade Pilar L¨®pez. "Es el 'ladran, luego cabalgamos".
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