Viejos rebeldes
La noche. Hay una oraci¨®n finlandesa que algunos viejos murmuran con el alba: "Se?or, si me llamas, te sigo de buen grado, pero no esta noche". Podemos verla hoy como el comienzo de un sutil manifiesto de rebeld¨ªa. A prop¨®sito de lo que ocurre en los pa¨ªses ¨¢rabes, en la resabiada Europa se habla mucho del petr¨®leo, como si fuese el f¨¢tum que todo lo mueve, pero muy poco de la gente. Miramos de reojo, quiz¨¢s porque nos averg¨¹enza nuestra ignorancia, nuestra incapacidad de predecir, de notar el calor espec¨ªfico de la humanidad en lo que consider¨¢bamos irrecuperables yacimientos catastr¨®ficos. Son mayor¨ªas j¨®venes quienes impulsan esta onda emancipadora. Y salvo en Libia, por culpa del s¨¢trapa, utilizando solo las balas del deseo. Mientras tanto, los j¨®venes en la vieja Europa democr¨¢tica han sido envejecidos, en el sentido de hacerlos invisibles. Algo de responsabilidad tendr¨¢ la izquierda del ni fu ni fa. Y mucha la exposici¨®n a los becquereles de los estupefacientes medi¨¢ticos. Pero la sociedad tiene su instinto de supervivencia cuando la democracia se encoge. Es la nueva Resistencia de los viejos. Una vanguardia que proclama, a la manera de Walter Benjamin, que la revoluci¨®n necesaria no consiste en "acelerar" la historia (hacia el desastre) sino activar un "freno de alarma". Son las voces insobornables de Chomsky, Stephane Hessel, Sampedro, Vi?ens Navarro, Osvaldo Bayer, Rossana Rossanda y tantos otros que hoy tienen la edad que tendr¨ªa nuestra Rep¨²blica. Las nueces. Se le atribuy¨® a Arzalluz aquella frase de "Unos sacuden el ¨¢rbol para que caigan las nueces, y otros las recogen para repartirlas". Se supon¨ªa que las nueces eran para el PNV. Pero vean el efecto sacudida de las "actas de ETA", al parecer obra del evangelista Thierry. Anda toda la derecha espa?ola, como loca, a recoger nueces. ?Qu¨¦ nogal! Y de paso, Trillo y Oreja, a encontrar dragones y faisanes. ?Viva Torrente V!
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