Gagarin sigue en ¨®rbita

Si hay un h¨¦roe rotundamente popular en Rusia, ese es Yuri Gagarin. A diferencia de otras figuras hist¨®ricas nacionales que, m¨¦ritos aparte, producen evocaciones tr¨¢gicas o inquietantes, Gagarin tiene una imagen exclusivamente positiva. Los que vivieron su gesta, el primer viaje humano alrededor de la tierra el 12 de abril de 1961, la asocian con una sensaci¨®n de optimismo y una confianza en el futuro incomparables.

"Gagarin es como el buen champa?a", afirma Mar¨ªa, una periodista que desde la ni?ez alegrada por Gagarin mantiene en su escritorio un plato decorado con el rostro sonriente del cosmonauta. Incluso su muerte resulta irreal para los rusos, pues por la forma en que se produjo, al estrellarse en marzo de 1968 el Mig en el que se entrenaba, parece haber disuelto al h¨¦roe en el cosmos y haberlo hecho inmortal. Seg¨²n encuestas del Centro Ruso de Estudio de la Opini¨®n P¨²blica (CREOP), Gagarin es una de las tres figuras del pasado siglo m¨¢s valorada por los rusos y su cach¨¦ ha pasado del 30% en 1999 al 35% en 2011. Las otras dos son el cantautor Vlad¨ªmir Vysotski (31%) y un h¨¦roe de la Segunda Guerra Mundial, el mariscal Georgui Zh¨²kov (con un 20% y en declive).

El Kremlin ha divulgado documentos secretos relacionados con la muerte de Gagarin para acabar con las especulaciones

Gagarin es la cima de la Uni¨®n Sovi¨¦tica, pero trasciende lo sovi¨¦tico. Hoy, cuando algunos llegan a dudar de la misma existencia de la "identidad sovi¨¦tica", el cosmonauta se afirma como valor universal. "Gagarin estaba por encima del sistema. No ten¨ªa complejos", comenta Natalia, una oriunda de Smolensk (como Gagarin) que ve la esencia de su paisano en un banquete con Isabel II de Inglaterra en 1961. El cosmonauta se sent¨® junto a la soberana y, contemplando los numerosos cubiertos dispuestos frente a ¨¦l, confes¨® ser hombre del campo y no saber por d¨®nde empezar. La reina se rio, dijo que ella misma se confund¨ªa con tanta cuberter¨ªa y las barreras culturales y sociales se difuminaron.

"Vamos", dijo Gagarin al despegar en la nave Vostok desde el cosm¨®dromo de Baikanur. Repet¨ªa una y otra vez que se sent¨ªa bien, incluso muy bien. Cuando el cohete le coloc¨® ya en la ingravidez, su voz se llen¨® de entusiasmo: "Qu¨¦ belleza", "la visibilidad es buena, el ¨¢nimo excelente", "la ingravidez es agradable". Gagarin miraba la tierra y su aura. La c¨¢psula Vostok cruz¨® Siberia y entr¨® en el Pac¨ªfico por el norte de Jap¨®n. El cosmonauta contempl¨® el arco iris y las estrellas, se qued¨® incomunicado y se perdi¨® en la noche. Luego, emergi¨® de nuevo a la luz del amanecer por el sur de Argentina, cruz¨® el Atl¨¢ntico, y, sobrevolando ?frica en diagonal, volvi¨® a su patria. La primera ¨®rbita terrestre recorrida por un ser humano hab¨ªa durado 108 minutos y la versi¨®n integral del sonido de ese viaje hist¨®rico est¨¢ en el documental La Primera ?rbita, del director brit¨¢nico Christopher Riley. El viernes pasado, los ni?os de la escuela n¨²mero 1.520 de Mosc¨² vieron parte de la pel¨ªcula y conversaron con Riley, invitado por el Centro Internacional de Ciencia y Tecnolog¨ªa (ISTC). Riley ha conseguido que, desde la Estaci¨®n Espacial Internacional, le filmaran la trayectoria de Gagarin. Su reportaje se estrena el 12 de abril (www.firstorbit.org).

Con ocasi¨®n del cincuentenario del primer viaje tripulado al espacio, el Kremlin ha divulgado parte de los documentos secretos relacionados con Gagarin y su muerte. Alexandr Step¨¢nov, uno de los directivos de los archivos presidenciales rusos, manifest¨® el viernes que la causa m¨¢s probable del accidente fue una maniobra brusca para esquivar un globo meterol¨®gico. Otra causa menos probable, seg¨²n Step¨¢nov, fue un intento de evitar la entrada en el l¨ªmite superior de la primera capa de nubes. Step¨¢nov dijo confiar en que la publicaci¨®n acallar¨ªa los rumores sobre la muerte de Gagarin y se refiri¨® a las "muchas especulaciones" que figuran en "libros de pseudohistoria". El dictamen oficial se?ala que no se encontraron restos de alcohol en el organismo de los pilotos. En fuentes sovi¨¦ticas no oficiales se comenta que Gagarin no fue el primer cosmonauta enviado a realizar una ¨®rbita en torno a la tierra, pero s¨ª el primero que sali¨® vivo de la misi¨®n. Su vuelo fue planeado para una sola ¨®rbita, ya que las experiencias anteriores con perros mostraban que ¨¦stos comenzaban a sentirse mal a las tres o cuatro vueltas, seg¨²n Vitali Dav¨ªdov, vicejefe de Roskosmos (Agencia Federal del Espacio en Rusia).

El jueves pasado, el jefe del Gobierno ruso, Vlad¨ªmir Putin, abog¨® por incrementar el prestigio y el reconocimiento social de las profesiones relacionadas con el espacio y por atraer a j¨®venes talentos al sector. Rusia desempe?a el papel principal en el programa de la Estaci¨®n Espacial Internacional, cuya vida ha sido prolongada hasta 2020 y a la que se le a?adir¨¢n diversos m¨®dulos en los pr¨®ximos a?os. Putin subray¨® que Rusia no debe limitarse a ser un "transportista espacial", sino ampliar su presencia en el mercado espacial global, que, seg¨²n dijo, supone un volumen de cerca de 200.000 millones de d¨®lares y es "un gran negocio".

Rusia carece de un cosm¨®dromo propio para lanzamiento de vuelos tripulados y arrienda el de Baikanur, en la estepa de Kazajist¨¢n. En 2016, sin embargo, planea inaugurar el cosm¨®dromo Vostochni, en la regi¨®n del Amur, un gigantesco proyecto para crear puestos de trabajo e incluso una ciudad de 35.000 habitantes en la frontera con China. Rusia trabaja en el desarrollo de una instalaci¨®n espacial basada en la energ¨ªa at¨®mica que ser¨¢ el "elemento clave" para abordar proyectos espaciales de otro modo irrealizables, como los vuelos interplanetarios, la exploraci¨®n de la Luna y el estudio de los planetas del sistema solar, seg¨²n Putin. El desarrollo de instalaciones c¨®smicas basadas en energ¨ªa nuclear es objeto de especial orgullo para Putin, seg¨²n el cual "aparte de Rusia, nadie tiene de momento semejantes estudios y esta es nuestra prioridad indudable". En la industria espacial rusa trabajan 232.000 personas.

El jefe de Roskosmos, Anatoli Perm¨ªnov, ha sido criticado tras la ca¨ªda al Pac¨ªfico de tres sat¨¦lites de navegaci¨®n (pertenecientes al sistema de navegaci¨®n Glonass, equivalente ruso del GPS occidental). Sin embargo, Putin dio un espaldarazo a Perm¨ªnov al afirmar que Glonass confirma "el elevado estatus tecnol¨®gico de Rusia". "Hoy Rusia es capaz de garantizar plenamente su "soberan¨ªa de navegaci¨®n" por s¨ª misma, y, sin depender de nadie, resolver problemas en la econom¨ªa y la defensa".

"A trav¨¦s de la ventana veo la Tierra"