"No soy buen chico, pero s¨¦ parecerlo"
Pregunta. Su nombramiento suscit¨® bastante consenso. ?No le mosquea tanta unanimidad?
Respuesta. Todo el mundo me quiere, por ahora. Habr¨¢ que verlo cuando hagamos el primer espect¨¢culo.
P. Se incorpora en septiembre. ?Hasta entonces la Compa?¨ªa puede respirar tranquila?
R. Hombre, yo espero que la Compa?¨ªa respire tranquila a partir de septiembre, sobre todo. Quiero inculcar nuevas cosas y dar aire.
P. A su antecesor, Nacho Duato, el ballet cl¨¢sico le daba sarpullidos. ?Usted va a remediarlo?
R. Vamos a ver lo que pueden hacer los bailarines que tenemos. Yo quiero llevarles al l¨ªmite de sus posibilidades.
P. Parece que han empezado a invertir en zapatillas de punta. ?Qu¨¦ se preparen, cisne arriba, cisne abajo?
R. La zapatilla de punta va a volver a la Compa?¨ªa. Ahora, transformarse en cisnes no creo que llegue muy r¨¢pido. Cuando haya alg¨²n cisne, lo meteremos en el lago. Mientras tanto, haremos lo que ellos puedan.
P. ?Cisne blanco o cisne negro?
R. Yo, multicolor.
P. ?Cu¨¢l ha sido su pirueta m¨¢s dif¨ªcil?
R. Cuando dej¨¦ a mi familia y me fui a Francia para aprender a bailar. Y el hecho de decidir que iba a empezar a hacer piruetas, y que eso ser¨ªa lo m¨¢s importante de mi vida. Antes, yo quer¨ªa ser m¨¦dico.
P. Dice que a los dioses se les olvid¨® adornarle con algunos dones. ?Qu¨¦ le falta?
R. Para empezar, unos cuantos kilos. Desde siempre me han dicho que estaba demasiado flaco para hacer ballet. Tambi¨¦n me hubiera gustado tener un poder de decisi¨®n m¨¢s claro sobre lo que quiero hacer y ser m¨¢s ego¨ªsta, pensar en m¨ª el primero.
P. Solo piensa en los dem¨¢s. Es como Teresa de Calcuta.
R. Tampoco llego a tanto [r¨ªe]. Ese don tampoco me lo dieron, pero me acerco m¨¢s a Teresa de Calcuta que a un superego¨ªsta.
P. ?Qu¨¦ tiene de pr¨ªncipe de El lago de los cisnes?
R. El cuerpo, el f¨ªsico y las condiciones para hacerlo. Pero aqu¨ª dentro [se toca el coraz¨®n] yo soy el cisne negro. Aunque dentro del cuerpo del cisne blanco.
P. Tiene un l¨ªo entre Odette y Odile que no se aclara.
R. Que no me aclaro yo, no. Me han dado las posibilidades de Odette con el cerebro de Odile.
P. ?Ser de Cartagena impon¨ªa en Par¨ªs?
R. S¨ª. Adem¨¢s, al llegar todos pensaban que yo era franc¨¦s, porque primero estuve en Cannes cuatro a?os, y hablaba franc¨¦s. Ser espa?ol ya les sorprend¨ªa, y luego de Cartagena, a¨²n m¨¢s. Nadie sabe d¨®nde est¨¢, y los pocos que la conocen dicen que est¨¢ en Colombia.
P. Y usted ten¨ªa que explicarles lo de la huerta.
R. Y lo de las naranjas. Se sorprend¨ªan de c¨®mo un chico de all¨ª estaba en la ?pera, con ellos.
P. El tribunal de su entrada en la ?pera lo presidi¨® Nureyev. ?C¨®mo le enga?¨®?
R. No le intent¨¦ enga?ar. Bail¨¦ un trocito de Cascanueces, una variaci¨®n obligatoria que hab¨ªa all¨ª, y unos giros a la segunda. Le impresion¨® que al ser tan joven pudiera hacer eso. Aunque era demasiado alto y demasiado flaco.
P. Lo de flaco puede arreglarlo ahora aqu¨ª, en cuanto empiece a mojar pan en la morcilla.
R. Eso dice mi hermano mellizo, que es como yo, pero con unos cuantos kilitos m¨¢s y un poco de barriga. Ahora seguir¨¦ entren¨¢ndome un poco, para que no llegue eso muy r¨¢pido.
P. ?Es m¨¢s pasi¨®n o m¨¢s disciplina?
R. Como bailar¨ªn, m¨¢s disciplina. Pero con un poco de pasi¨®n dentro. Yo he sido m¨¢s bailar¨ªn que persona algunos a?os, porque en la ?pera ten¨ªa que ser as¨ª. Ahora, dejar de bailar me va a liberar de un mont¨®n de cosas.
P. ?De qu¨¦ es capaz por amor?
R. De cruzar el Sena a nado.
P. ?Qu¨¦ le hace perder el sent¨ªo?
R. Tener ganas de pas¨¢rmelo bien, aunque no lo parezca, porque as¨ª con las gafas, y la camisita blanca...
P. Claro. Hasta parece un buen chico.
R. No soy un buen chico, pero s¨¦ parecerlo.
P. ?Cu¨¢nto valen sus pies?
R. Pues depende de cu¨¢l. Es que hay uno que ya empieza con la artrosis en el dedo gordo. Pero, en teor¨ªa, han valido bastante. Yo le dar¨ªa unos 10.000 euros al derecho y 500 al izquierdo.
P. Qu¨¦ baratito, el izquierdo.
R. Vamos a quedarnos con el izquierdo, ?no? [risas] Y si puede regalarme otro derecho, pues mejor.
P. ?Qu¨¦ se nota al ser estrella?
R. Pues mucha presi¨®n. Cuando eres joven bailar¨ªn, todo te est¨¢ permitido. Cuando eres estrella, tienes que asumir esa carga. En el escenario me quito las gafas y la camisa y me suelto el pelo. Me transformo en un mont¨®n de personajes, soy todos ellos y me lo paso bomba.
Perfil
Dentro de unos d¨ªas cumple 42 a?os, y el a¨²n bailar¨ªn estrella de la ?pera de Par¨ªs, que tiene pinta de prudentito y modoso -hasta que, seg¨²n cuenta, le da por marcarse unos pasos sobre la mesa de un restaurante-, sabe que, cuando se traslade a Madrid, se normalizar¨¢ "much¨ªsimo", porque hasta ahora dice que iba un poco como con cors¨¦. Adora Par¨ªs, cocinar, estar con los amigos y hacer submarinismo.
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