El arte de los dibujos sin acabar

Taro Gomi (Tokio, 1945) es un hombre enjuto que esconde su expresi¨®n con unas gafas oscuras y apura su cigarrillo rubio debajo de su bigote de c¨®mico, y lo hace todo a la vez dejando ver que es t¨ªmido, s¨ª, pero que tiene sentido del humor. Este famos¨ªsimo ilustrador japon¨¦s ha participado este pasado fin de semana en la feria de literatura infantil y juvenil M¨®n Llibre de Barcelona, donde firm¨® ejemplares y particip¨® en talleres con los ni?os, a los que incit¨® a pintar un mural gigante y a descubrir sus emociones.

Gomi salt¨® a la fama con Garabatos (Coco Books), libro en el que va proponiendo al lector -tenga la edad que tenga- dibujar y completar los escenarios que le propone. A medida que uno va leyendo se da cuenta de que no es tan infantil el dibujo como lo pintan.

"La sociedad podr¨ªa cambiar si tratara sus emociones", seg¨²n el dibujante

?Por qu¨¦ no acabar los dibujos? Gomi ataca asegurando: "en un libro hay un 50% para el que lo lee y un 50% para el que lo escribe" y agrega: "existe naturalmente un di¨¢logo". Con esa idea ha ilustrado y escrito m¨¢s de 450 t¨ªtulos y gran parte de su obra ha sido traducida a 19 idiomas. En 1990 public¨® en Jap¨®n el primer libro de la colecci¨®n Garabatos, convirti¨¦ndose en un superventas global (en Estados Unidos vendi¨® 100.000 ejemplares de su primer t¨ªtulo).

Taro Gomi no quiere desvelar los secretos de su ¨¦xito: sigue fumando y se fija en c¨®mo los ni?os reunidos en la plaza de Joan Coromines pintan el mural y acaban con el pelo y la ropa llenos de colores. El artista japon¨¦s asegura: "por supuesto, todos somos artistas", por eso sus vol¨²menes incitan a la participaci¨®n. Adem¨¢s, cree que todos tenemos nuestro pintor en el interior, "?hay alguien que no se vea as¨ª?", pregunta.

Gomi no se escapa de todas las preguntas y conviene en que "quiz¨¢ s¨ª que hay algo de incompleto en la obra" y parafrasea a Umberto Eco hablando de la obra abierta, en la que cada lector puede tomar su propia resoluci¨®n, su final, su camino. El ilustrador japon¨¦s no quiere mostrarse mucho m¨¢s y hace gala de su timidez de nuevo. "No puedo explicar por qu¨¦ dibujo as¨ª, porque no puedo entenderme a m¨ª mismo", confiesa entre calada y calada, mientras inspecciona el trazo de una ni?a con coletas que se est¨¢ ensuciando las gafas con la pintura.

Est¨¢ rodeado de ni?os, pero su tem¨¢tica, aunque de paso en boca inocente, no tiene nada de infantil. Gomi acepta el envite: "S¨ª, hablo de Dios, de la muerte, de los monstruos... No se trata de hacer algo infantil, no es lo que yo quiero". Para este legendario dibujante japon¨¦s, amante del trazo gordo, "un libro ilustrado puede ayudar a explicar algo filos¨®fico". Y es que la obra de Gomi es mucho m¨¢s que lo que puede presuponer una primera vista a las obras derivadas de Garabatos. La reciente serie Feeling (Coco Books) supone una vuelta de tuerca en la trayectoria de Gomi, en tanto que busca al lector adulto para que admita sus sensaciones, aunque para eso "hay que ser como un ni?o".

Y es que Gomi insiste en que no habla "demasiado" de sus emociones. En cualquier caso, "no sale a prop¨®sito". Pero no es contrario a tratar los sentimientos. Para el artista tokiota "hay una tendencia en nuestra sociedad a reprimir los sentimientos, a esconderlos". Y sentencia: "La sociedad podr¨ªa cambiar si tratara sus emociones".