Adele se sube al trono de Marley
La cantante bate r¨¦cords de ventas en medio de la peor crisis de la industria
Cuando el mundo entero asist¨ªa al funeral de la industria discogr¨¢fica sin aliento ni para unas ¨²ltimas palabras, a Adele Adkins, una mujer de 22 a?os nacida en Tottenham (Londres) empe?ada en bautizar sus discos con su edad, se le escap¨® la risa. Con una hermosa voz y 11 temas escritos por ella, su ¨¢lbum 21 ha pulverizado todos los r¨¦cords del Reino Unido: desde ayer son 11 semanas seguidas en el n¨²mero uno de la lista oficial de ventas, m¨¢s que Madonna y tantas como Bob Marley (rey hasta la fecha con Legend). Y para rematarlo, esta chica de marcado acento cockney va y coloca tambi¨¦n su anterior ¨¢lbum (19) en segundo lugar entre los cinco m¨¢s vendidos, una gesta solo al alcance de los Beatles. Pero, ?no se hund¨ªa la industria?
Lidera las listas de Reino Unido tantas semanas como lo hizo el jamaicano
"El problema quiz¨¢ no son las descargas ilegales, sino la falta de ideas buenas"
Desde enero, esta cantante de soul, tan blanca y comercial como sus predecesoras Amy Winehouse y Duffy (pero sin esc¨¢ndalos de drogas o anuncios de refrescos respectivamente), ha despachado 2,2 millones de discos solo en Reino Unido. A este ritmo, cada ingl¨¦s tendr¨¢ una copia en Navidad. Casi nadie se explica como ha logrado algo tan antiguo en un momento en que las ventas globales han ca¨ªdo un 8,4%. "Es una combinaci¨®n de muchos factores: un sello independiente (XL) que le ha dejado hacer lo que ha querido, producci¨®n de la gente correcta (Rick Rubin, Paul Epworth...), buenas canciones mainstream, una personalidad agradable, una gran voz, canciones de desenga?o sencillas y, probablemente, que cuando el mundo est¨¢ convulso la gente quiere m¨²sica que le proporcione confort", analiza Tim Jonze, periodista musical de The Guardian.
La relaci¨®n con la discogr¨¢fica ha sido fundamental. Adele pudo decidir con qu¨¦ productores trabajaba, qu¨¦ singles deb¨ªan lanzarse, el aspecto del disco, dar las entrevistas que quiso o, lo inaudito, rechazar tocar en festivales. Parecer¨ªa que solo se trataba de hacer las cosas bien. Por eso, con cierta envidia y esperanza sus compa?eros en el top 10 se alegran de su ¨¦xito. "Me parece fant¨¢stico que en una ¨¦poca en que la gente ha dejado de comprar discos suceda esto. Buena voz, buen pop que no es superficial y que no vende por lo guapa que es. Es algo inesperado y todos ganamos con ello. Y encima estoy seguro de que no era calculado. Ense?a a la gente que el problema quiz¨¢ no son las descargas ilegales, sino la falta de ideas buenas. Estoy muy orgulloso de mi pa¨ªs", opina Freddie Cowan, guitarra de The Vaccines, la banda revelaci¨®n que ocupa el d¨¦cimo puesto en la lista de ventas.
En otros pa¨ªses como Canad¨¢, Australia, Francia, Alemania, B¨¦lgica, Austria, Dinamarca o Suiza el fen¨®meno se repite. Pero en Espa?a, Adele es todav¨ªa un lejano eco. En parte, por como se programan las radiof¨®rmulas: a trav¨¦s de encuestas a oyentes an¨®nimos y criterios basados en la repetici¨®n de un modelo m¨¢s que en la calidad. Pese a ser n¨²mero uno en 17 pa¨ªses, incluido EE UU, aqu¨ª ha tardado tres meses en escucharse en la radio. "Hay que pasar varios complicados procesos de selecci¨®n. Adem¨¢s, en las radios comerciales se programan sobre todo canciones de las dos ¨²ltimas d¨¦cadas, la cuota de novedades es muy limitada y la mayor parte est¨¢ dedicada a artistas nacionales", explica Tom¨¢s Ortiz, de PopStock!, la distribuidora de Adele en Espa?a.
Y encima, la ¨²ltima gran estrella no da la tabarra desde Twitter. As¨ª lo resum¨ªa recientemente: "No quiero escribir 'estoy en el ba?o, la comida de anoche era muy picante'. Es simplemente asqueroso".
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