Jap¨®n se dispone a poner fin al vertido de agua radiactiva al oc¨¦ano
Los responsables de Fukushima no saben a¨²n si la operaci¨®n tendr¨¢ ¨¦xito
Tokyo Electric Power (Tepco), la empresa que gestiona la central nuclear de Fukushima, en Jap¨®n, se dispon¨ªa ayer a finalizar el vertido de agua ligeramente radiactiva al mar, que inici¨® el lunes de la semana pasada con el objetivo de liberar espacio para poder almacenar otra m¨¢s contaminante.
En principio estaba previsto arrojar al oc¨¦ano 11.500 toneladas, el equivalente a 4,6 piscinas ol¨ªmpicas, aunque solo una parte, 9.000 toneladas del l¨ªquido radiactivo han acabado en el medio natural por ahora. Se trata de una etapa crucial en la lucha de los equipos de emergencia para estabilizar los reactores y detener las emisiones de radiaci¨®n. Al mismo tiempo, espera suavizar as¨ª las tensiones que ha creado el vertido en las comunidades de pescadores de la costa nororiental del pa¨ªs, y entre los pa¨ªses vecinos, en particular Corea del Sur y China.
El pa¨ªs celebr¨® ayer unas elecciones locales marcadas por la crisis at¨®mica
El agua altamente radiactiva -alrededor de 60.000 toneladas- repartida en los edificios de turbinas y fosos subterr¨¢neos obstaculiza los esfuerzos para restablecer los sistemas de refrigeraci¨®n, imprescindibles para reducir el sobrecalentamiento de los reactores, evitar una fusi¨®n de las barras de combustible y poner fin a la fuga de radiaci¨®n. Los t¨¦cnicos van a tender mangueras para transferirla a las instalaciones de almacenamiento que han sido liberadas con el vertido de l¨ªquido menos radiactivo. Este deb¨ªa haber finalizado el s¨¢bado.
El tiempo apremia. El nivel de agua muy contaminante que llena el t¨²nel de hormig¨®n en el reactor n¨²mero 2, de los seis que tiene la central, ha subido 12 cent¨ªmetros desde que el mi¨¦rcoles pasado fue sellada una grieta por la que se filtraba agua al mar, y ya est¨¢ a solo 92 cent¨ªmetros por debajo de la l¨ªnea de suelo. Pero la operaci¨®n es arriesgada, ya que cualquier fuga en las mangueras implicar¨ªa un escape de radiaci¨®n. Si Tepco no logra arreglar los sistemas de refrigeraci¨®n, podr¨ªa verse obligado a soltar m¨¢s agua contaminada al oc¨¦ano. "No podemos decir cu¨¢les son las perspectivas para la pr¨®xima etapa", dijo ayer Hidehiko Nishiyama, subdirector de la Agencia de Seguridad Nuclear en Industrial de Jap¨®n. "Tan pronto como sea posible, querr¨ªamos lograr refrigeraci¨®n estable y trazar el camino para controlar la radiactividad". Alrededor de 5.000 personas se manifestaron ayer en Tokio contra la energ¨ªa nuclear.
China y Corea del Sur han criticado la gesti¨®n de la crisis at¨®mica por parte del pa¨ªs vecino, hasta el punto de que Se¨²l le ha llamado incompetente. Dentro de Jap¨®n, las cr¨ªticas han sido tambi¨¦n fuertes, aunque tamizadas por el af¨¢n de no crear tensi¨®n adicional, en medio de los esfuerzos de rescate y reconstrucci¨®n del terremoto y el tsunami del 11 de marzo, que causaron 12.985 muertos y 12.809 desaparecidos, incluidos los tres fallecidos en la r¨¦plica del jueves pasado, de magnitud 7,1.
Alrededor de 150.000 personas que perdieron sus casas o fueron evacuadas de la zona de exclusi¨®n de 20 kil¨®metros en torno a la central de Fukushima contin¨²an viviendo en condiciones precarias en escuelas, polideportivos y edificios del Gobierno. Unos 250.000 hogares segu¨ªan ayer sin agua corriente y electricidad. Algunos llevan sin suministro desde la cat¨¢strofe de marzo; otros, desde el temblor del jueves. El primer ministro, Naoto Kan, volvi¨® a visitar la zona devastada. "El Gobierno emplear¨¢ toda su fuerza para trabajar con vosotros. Nunca os abandonaremos", dijo en Ishinomaki, en la prefectura de Miyagi, una de las m¨¢s afectadas.
Jap¨®n celebr¨® ayer elecciones locales marcadas por la crisis at¨®mica. Shintaro Ishihara, de 78 a?os, logr¨® su cuarto mandato como gobernador de Tokio. Ishihara fue muy criticado el mes pasado cuando dijo que el terremoto y el tsunami eran un "castigo divino", que deb¨ªa ser utilizado para lavar el ego¨ªsmo de los japoneses. Luego se disculp¨®.
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