El Parlamento italiano aprueba una ley que libra a Berlusconi de dos juicios

Por 314 votos a favor y 296 en contra, la C¨¢mara de Diputados italiana aprob¨® anoche, en medio de una gran bronca dentro del hemiciclo y en la plaza del Parlamento, la ley llamada de la prescripci¨®n breve. Dise?ada por los abogados del primer ministro, la norma dar¨¢ carpetazo fulminante al caso Mills, que est¨¢ en la fase del juicio oral y en el que Silvio Berlusconi fue imputado por sobornar a un testigo judicial, y dejar¨¢ sin efecto en unos meses el caso Mediaset (fraude fiscal), adem¨¢s de al menos 6.500 procesos anuales, seg¨²n los c¨¢lculos del propio Ejecutivo.

La "amnist¨ªa disfrazada", como la bautiz¨® la oposici¨®n, deber¨¢ ser refrendada en el Senado, donde Berlusconi goza de amplia mayor¨ªa. Su principal efecto es que recortar¨¢ en un 10% el tiempo de prescripci¨®n de los delitos en aquellos casos donde los imputados no hayan recibido antes ninguna condena. Si hasta ahora un delito penado con seis a?os de c¨¢rcel prescrib¨ªa a los siete a?os y medio, desde este momento se extinguir¨¢ seis meses antes.

El caso Mills, que deb¨ªa prescribir en oto?o, caer¨¢ en v¨ªa muerta en el mes de mayo. Berlusconi se librar¨¢ as¨ª de una condena en primer grado que se daba por segura, ya que su abogado brit¨¢nico, David Mills, fue juzgado en solitario y condenado por el Tribunal Supremo, que consider¨® probado que hab¨ªa sido sobornado por Berlusconi, aunque se declar¨® prescrito el delito.

"No es ninguna ley ad personam", enfatiz¨® Berlusconi el martes por la noche durante una cena de tonos absolutorios con un grupo de corresponsales extranjeros. "Se trata de adecuarnos a la Uni¨®n Europa, que ha multado a Italia con cientos de millones de euros por la tardanza de los jueces en cerrar los procesos".

Se trata de una parte de la verdad, de una excusa inventada sobre la marcha para dar una p¨¢tina de legitimidad a la norma. La nueva ley establece en efecto que los juicios de los delitos penados con menos de diez a?os de c¨¢rcel no deber¨¢n durar m¨¢s de seis a?os y medio (tres para el primer grado, dos para la apelaci¨®n y uno y medio en el Supremo). El texto original preve¨ªa la extinci¨®n inmediata del proceso al superarse esos l¨ªmites, pero la mayor¨ªa gubernamental recul¨® en ese aspecto durante el tr¨¢mite parlamentario y el incumplimiento solo conllevar¨¢ ahora se?alar el caso a la autoridad judicial. El propio ministro de Justicia, Angelino Alfano, ha reconocido que la duraci¨®n media de los procesos penales es ya de cuatro a?os y medio, lo que evidencia la inutilidad con fines generales de la iniciativa.

El n¨²cleo central de la legislaci¨®n es la prescripci¨®n recortada, que seg¨²n los c¨¢lculos de las asociaciones de jueces cancelar¨¢ de repente unos 15.000 casos, dejando sin justicia a miles de v¨ªctimas, y en la calle a miles de delincuentes. El Gobierno ha tratado de minimizar su impacto diciendo que afectar¨¢ solo al 0,2% de los juicios. La oposici¨®n democristiana replic¨® que si el impacto es tan limitado, el Ejecutivo deber¨ªa explicar por qu¨¦ ha tenido paralizado al Parlamento durante semanas para sacarla adelante.

En casi once a?os al frente del pa¨ªs, Berlusconi ha aprobado 29 leyes y laudos de inmunidad considerados ad personam, que le han ayudado a frenar o librarse de 28 procesos. La sustancia real de la ley qued¨® clara con la presencia en el Parlamento, durante varios d¨ªas, del Gobierno en pleno; con el obstruccionismo a ultranza de una oposici¨®n indignada, y por las protestas, ante la sede del Parlamento, de miles de personas de asociaciones ciudadanas y de v¨ªctimas de algunos de los procesos que corren el riesgo de acabar en papel mojado.

Ayer, el fiscal antimafia, Piero Grasso, afirm¨® que "la ley parece haber sido pensada para matar miles de procesos". Entre estos, destacan varios especialmente sangrantes; seg¨²n la oposici¨®n, la tragedia culposa del terremoto de L'Aquila (198 muertos) y el accidente ferroviario de Viareggio (39 v¨ªctimas). "Verg¨¹enza", "mafiosos", "hab¨¦is aprobado un indulto jugando con nuestro dolor". Los gritos de los manifestantes resonaban con una rabia especial. Quedaba claro, una vez m¨¢s, que en Italia no todos son iguales ante la ley.