Ansias por el remate
Cristiano Ronaldo ha convertido su duelo personal con Messi por ser el mejor del mundo en un asunto capital para su carrera
El vestuario del Madrid es un ecosistema complejo en el que cohabitan especies de h¨¢bitos y creencias a veces en tensi¨®n. Cristiano Ronaldo es un ejemplar notable. Por porte y por parafernalia. A su paso se alimenta el runr¨²n. Los m¨¦dicos cuchichean, los fisioterapeutas se agitan, los compa?eros comentan chascarrillos, y el entrenador, Jos¨¦ Mourinho, vigila con atenci¨®n especial cada uno de sus movimientos. Y, como sus movimientos son nerviosos, siempre precedidos por anhelos m¨¢s o menos ostensibles, sus compa?eros le han puesto un mote que ya es vox populi en los corrillos del gimnasio y las concentraciones. Desde hace un tiempo, al hablar de Cristiano Ronaldo, los jugadores del Madrid cada vez pronuncian menos el nombre que figura en su pasaporte. Para referirse a ¨¦l simplemente dicen El Ansias.
Espoleado por Mou, el portugu¨¦s se ha convertido en una m¨¢quina de disparar
"Cristiano sabe ingl¨¦s, pero Messi sabe de f¨²tbol", dijo ayer Fabio Capello
Sus colegas saben que Cristiano est¨¢ obsesivamente dedicado a una prolongada lista de cuestiones. Sus abdominales, sus cejas, su melena, la lucha contra el humo del tabaco, sus t¨ªtulos, sus goles, y, sobre todo, la reconquista del Bal¨®n de Oro, le causan una suerte de impaciencia espiritual. Y el Bal¨®n de Oro, desde 2009, corresponde a Messi, su rival ma?ana en el primero de los cuatro cl¨¢sicos entre Madrid y Bar?a en las pr¨®ximas tres semanas.
"Es que est¨¢ muy ansioso el Ansias", dec¨ªan ayer los testigos, admirados ante la intensidad con que se entrena ¨²ltimamente. Ninguno duda de que, a pesar de su concepci¨®n autorreferencial del mundo y del juego, Cristiano es un jugador fabuloso. Ninguno cuestiona que es el m¨¢s desequilibrante del equipo. Y que, en entrenamientos como el de ayer, cuando se aproxima el primero de los cuatro duelos con el Bar?a, trabaja con una devoci¨®n febril. "?l se siente el mejor del mundo y cree que en los pr¨®ximos d¨ªas el planeta lo estar¨¢ observando", comenta un compa?ero. "Est¨¢ encendido. Cree que ha llegado su momento de reivindicar su posici¨®n como mejor jugador del mundo".
La crispaci¨®n de Cristiano ante la aparici¨®n de Messi, que le desposey¨® del Bal¨®n de Oro obtenido en 2008, es cosa sabida en todo el Madrid. Dicen los empleados del club que ver a Cristiano mirar por televisi¨®n un partido en el que juega Messi es un espect¨¢culo sobrecogedor. Sobre todo, si est¨¢ presente su representante, Jorge Mendes, que tambi¨¦n es el agente de Mourinho. Hay privilegiados que los han visto a los tres ante una pantalla observando a la estrella del Barcelona. Dicen que, en estas situaciones, Mendes y Mourinho se muestran paternalistas. Que, ante las haza?as de su adversario, Mendes lo anima con frases como: "?La gente no entiende de f¨²tbol! ?C¨®mo han podido darle el Bal¨®n de Oro a este t¨ªo?". Y que Cristiano, desde?oso, nunca menciona su nombre. Cuando habla de El Enano, todos saben a qui¨¦n alude.
Si la carrera por la supremac¨ªa es una obra a medias, el que m¨¢s ruido hace es Cristiano. Espoleado por las continuas indicaciones de Mourinho a terminar las jugadas cuanto antes, el delantero portugu¨¦s se ha convertido en una m¨¢quina de patear balones. Cristiano es el futbolista que m¨¢s remata en la Liga, entre los tres palos (80 tiros), y en general (208). Tambi¨¦n es el que m¨¢s remata en Champions, con un total de 65 tiros, 23 entre los tres palos. Messi solo lo supera en remates entre los tres palos en Europa (27 disparos). En las dem¨¢s clasificaciones, Messi le sigue inmediatamente.
El empe?o que pone Mourinho en que el Madrid evite las transiciones para acabar las jugadas cuanto antes ha favorecido la explosi¨®n rematadora de Cristiano. Para algunos compa?eros, esta inclinaci¨®n hace que el juego del Madrid sea predecible. Muchos creen que el entrenador lo superprotege. "Si su t¨¦cnico hubiera sido Mourinho en vez de Ferguson, hoy Cristiano no habr¨ªa llegado a donde ha llegado", dijo hace meses un jugador, molesto con el goleador por su insistencia, cada vez m¨¢s acusada, en reclamar el bal¨®n para trasladarlo sin importar las situaciones del juego. "Le hace da?o tener un entrenador que le consiente todo. Cada vez trabaja menos sin el bal¨®n. Cada vez es m¨¢s f¨¢cil de frenar para los defensas".
Mourinho es tan cuidadoso con Cristiano que los jugadores se refieren a ¨¦l como a "su pap¨¢". El trato de privilegio que le dispensa el entrenador, justificado en el plan t¨¢ctico, ha inspirado una mezcla de celos y rebeld¨ªa entre algunos de sus compa?eros, muchos de ellos convencidos de que Mourinho llam¨® a un peri¨®dico para informar de que el apodo de su estrella era El M¨¢quina, ep¨ªteto laudatorio que los futbolistas, dicen, no le hab¨ªan aplicado nunca. La semana pasada, no se sabe con qu¨¦ prop¨®sito, Mourinho hizo una declaraci¨®n que indign¨® a varios jugadores: "Si Cristiano se va al Milan [fichado por Berlusconi], yo me voy del Madrid". Los veteranos piensan que de esta manera Mourinho expres¨® sus verdaderos sentimientos hacia la plantilla. En medio de las tensiones internas, el jugador se ha ido aislando. ?ltimamente, en las concentraciones solo se lo pasa bien junto a Pepe, Marcelo y Di Mar¨ªa.
Ayer, en el foro del diario Marca, el seleccionador de Inglaterra, Fabio Capello, emiti¨® un veredicto doloroso: "Cristiano sabe ingl¨¦s, pero Messi sabe de f¨²tbol". Cristiano sufrir¨¢ las palabras como se sufre una estocada en el h¨ªgado. Su tremenda producci¨®n se interrumpe cada vez que se mide al equipo azulgrana: seis partidos, 22 remates y ning¨²n gol. El Bar?a, y Messi, le est¨¢n estropeando su sue?o de hegemon¨ªa.
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