La Audiencia Nacional aplica criterios distintos a etarras con condenas iguales
Denegada la libertad a la compa?era de Troiti?o en el comando Madrid - El tribunal elude en este caso el doble c¨®mputo de la prisi¨®n provisional
Ambos se encuentran entre los etarras de historial m¨¢s sanguinario. Los dos fueron condenados por el segundo atentado m¨¢s grave de la historia de ETA, tras el del Hipercor de Barcelona, el coche bomba contra un autob¨²s de la Guardia Civil en la plaza de la Rep¨²blica Dominicana de Madrid que mat¨® a 11 agentes el 14 de julio de 1986. Eran compa?eros en el comando Madrid, pero uno sali¨® de prisi¨®n el pasado 13 de abril y la otra previsiblemente no lo har¨¢ hasta el 6 de julio de 2017, gracias a la disparidad de criterios de las distintas secciones de lo penal de la Audiencia Nacional.
Mientras la Secci¨®n Tercera orden¨® el pasado mi¨¦rcoles la puesta en libertad del etarra Antonio Troiti?o Arranz tras alcanzar 24 a?os de los 30 de m¨¢ximo cumplimiento que le correspond¨ªan, un d¨ªa antes, el martes, la Secci¨®n Primera, formada por los magistrados Javier G¨®mez Berm¨²dez (presidente), Manuela Fern¨¢ndez de Prado y Ram¨®n S¨¢ez Valc¨¢rcel (ponente), deneg¨® una petici¨®n similar de su compa?era de fechor¨ªas In¨¦s del R¨ªo Prada que, por el momento, deber¨¢ seguir en prisi¨®n.
La Secci¨®n Primera resta la prisi¨®n preventiva de los 450 a?os de pena
El tribunal de Troiti?o descont¨® del tope de 30 a?os de cumplimiento
Ambas secciones han manejado interpretaciones diferentes de la sentencia del Tribunal Constitucional de 28 de abril de 2008. Esa resoluci¨®n obliga a restar de las condenas el tiempo que el interno haya pasado en prisi¨®n provisional aunque sea por una causa diferente a la que motiv¨® ese encarcelamiento preventivo (a la espera de juicio). La Secci¨®n Tercera, presidida por Alfonso Guevara y formada por Guillermo Ruiz Polanco y Mar¨ªa ?ngeles Barreiro, entendi¨® el pasado mi¨¦rcoles que esa reducci¨®n, en el caso de Troiti?o, correspond¨ªa aplicarla al m¨¢ximo legal de cumplimiento, 30 a?os, lo que le permiti¨® salir de la c¨¢rcel de Huelva tras cumplir ¨²nicamente 24.
El auto de la Secci¨®n Primera sobre In¨¦s del R¨ªo aplica, sin embargo, un criterio completamente diferente. Los magistrados entienden que, al haberse acumulado todas sus condenas por asesinatos, lesiones, falsedad documental y tenencia de armas y explosivos a un total de 459 a?os con un "horizonte de cumplimiento" de 30 a?os, es como si todos esos delitos "se hubieran juzgado en un ¨²nico proceso". Ese c¨¢lculo, realizado por la Sala en 2000, est¨¢ bien hecho, seg¨²n los magistrados, ya que resulta de la resta de los 20 meses que Del R¨ªo pas¨® en prisi¨®n preventiva desde su detenci¨®n, el 6 de julio de 1987, hasta su primera condena, el 13 de febrero de 1989. Esa reducci¨®n, pues, se aplica sobre esa ¨²nica pena acumulada a 459 a?os y no al tope de 30 de cumplimiento.
Adem¨¢s, el argumento de que tras la acumulaci¨®n de penas existe una ¨²nica causa, permite al tribunal esquivar la sentencia del Tribunal Constitucional sobre el doble c¨®mputo al entender que no es de aplicaci¨®n en el caso de Del R¨ªo. La Secci¨®n Primera considera que, para que esta doctrina tenga efectos, es necesario que existan al menos dos causas: una por la que se cumple condena y otra por la que se haya decretado la prisi¨®n preventiva. En el caso de In¨¦s del R¨ªo, gracias a la refundici¨®n de penas, existe solo una. "Esa pauta no contempl¨® el supuesto que nos ocupa de acumulaci¨®n de condenas y se?alamiento de l¨ªmite de cumplimiento", razona la resoluci¨®n.
Por si acaso, la Sala da un argumento subsidiario en la l¨ªnea del expuesto por el fiscal de la Audiencia Nacional Carlos Bautista en su recurso contra la liberaci¨®n decretada el mi¨¦rcoles para Antonio Troiti?o. Al tener Del R¨ªo aplicada la doctrina Parot -que obliga a computar la redenci¨®n de condenas sobre cada una de las penas, en lugar de sobre los 30 a?os de m¨¢ximo cumplimiento- las prisiones provisionales sucesivas deber¨ªan restarse de cada una de las condenas por separado, lo que llevar¨ªa al mismo resultado pr¨¢ctico: la etarra deber¨ªa permanecer 30 a?os en la c¨¢rcel y no saldr¨ªa hasta 2017. As¨ª pues, la aplicaci¨®n de la doctrina Parot "provocar¨ªa, igualmente, un agotamiento del plazo m¨¢ximo e infranqueable de prisi¨®n", seg¨²n los magistrados.
Fuentes de la Audiencia Nacional aseguran que esta interpretaci¨®n -la que se aplic¨® el martes a In¨¦s del R¨ªo- es la que se ha utilizado mayoritariamente en los casos de etarras con penas m¨¢s graves condenados con el C¨®digo Penal de 1973. Esas mismas fuentes aseguran que la providencia de la Secci¨®n Tercera de lo Penal, que supuso el mi¨¦rcoles la libertad de Antonio Troiti?o, es la primera en la que no se sigue ese criterio.
El pleno de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, que re¨²ne a todos sus magistrados, analizar¨¢ el recurso de la fiscal¨ªa contra la liberaci¨®n del etarra el pr¨®ximo lunes 25 de abril, al tratarse del primer d¨ªa h¨¢bil tras las fiestas de Semana Santa. La fiscal¨ªa reclama que se devuelva a prisi¨®n a Troiti?o al proponer -como en el argumento subsidiario dado en el caso de Del R¨ªo- que se resten los periodos de prisi¨®n preventiva (ocho a?os en total) de cada una de las condenas impuestas en las tres sentencias dictadas contra ¨¦l y no sobre el l¨ªmite de cumplimiento efectivo de 30 a?os, como hizo la Secci¨®n Tercera. En la pr¨¢ctica, supone ampliar la doctrina Parot -pensada solo para los beneficios penitenciarios- al c¨¢lculo del abono de la prisi¨®n provisional.
La ojeadora que se?al¨® el autob¨²s de guardias
Los ojos y la palabra. La informaci¨®n. Esas fueron las armas utilizadas por In¨¦s del R¨ªo en el segundo atentado m¨¢s importante de la historia de ETA, el coche bomba que mat¨® a 11 agentes de la Guardia Civil el 14 de julio de 1986 en la plaza de la Rep¨²blica Dominicana de Madrid. Esta veterana militante fue la encargada de vigilar durante semanas los movimientos de los veh¨ªculos de la Academia de Tr¨¢fico, situada en la calle Pr¨ªncipe de Vergara de Madrid.
Se?alado el objetivo, fue I?aki de Juana Chaos el encargado de comprar en el rastro la furgoneta con la que se ejecut¨® la masacre. Dentro colocaron 35 kilos de Goma 2 y, alrededor de ellos, cinco ollas a presi¨®n llenas de tornillos y tuercas para hacer el mayor da?o posible. El que puls¨® el bot¨®n del mando a distancia que provoc¨® la explosi¨®n una vez colocado el coche bomba en la plaza fue Troiti?o.
Junto a De Juana, Troiti?o, Jos¨¦ Manuel Soares Gamboa e Idoia L¨®pez Ria?o formaron uno de los grupos m¨¢s sanguinarios de la organizaci¨®n, el comando Madrid. Meses antes del atentado de Rep¨²blica Dominicana, mataron a otros cinco guardias en una acci¨®n similar en la calle Bravo Murillo. Tambi¨¦n fueron suyos el ataque con lanzagranadas al Ministerio de Defensa y el asesinato del general Ricardo S¨¢ez de Ynestrillas.
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