Sin beneficio de inventario
En pol¨ªtica, cuando se acercan las elecciones, es dif¨ªcil encontrar un buen candidato ganador, pero resulta a¨²n m¨¢s complicado encontrar un buen candidato perdedor. El hombre o la mujer que asuma la candidatura socialista a la presidencia de Gobierno deber¨¢ reunir tres condiciones excepcionales: est¨®mago para digerir la derrota, instinto de supervivencia entre los propios y capacidad de relanzar su alternativa. Perder, sobrevivir y acometer, por ese orden, es dif¨ªcil, pero ante la expectativa de dilatar todo el proceso durante cuatro o cinco a?os, el nuevo candidato deber¨¢ a?adir a esas virtudes una cuarta a¨²n m¨¢s infrecuente: la paciencia.
Quiz¨¢s no haya, en la nutrida clase pol¨ªtica espa?ola, un tit¨¢n de semejante envergadura. Se sabr¨¢ dentro de un tiempo, ya que el presente y el inmediato futuro han sido inutilizados por la decisi¨®n del presidente del Gobierno, que seguir¨¢ a nuestro servicio durante un a?o. Zapatero gan¨® las elecciones a salvo de los efectos de la crisis; luego practic¨® el escapismo negando su existencia; luego se refugi¨® en la irresponsable pol¨ªtica keynesiana de vaciar las arcas p¨²blicas en iniciativas perfectamente in¨²tiles; y luego, con a?os de retraso, empez¨® a tomar algunas de las impopulares medidas necesarias. Ni siquiera entonces mantuvo una altura de estadista. Organiz¨® aparatosas reuniones con oligarcas para enviar a su militancia un mensaje cifrado: "Lo siento, amigos, yo no quer¨ªa, pero aqu¨ª est¨¢n los poderes f¨¢cticos". Y a la hora de tomar medidas duras no ha tenido el coraje de Felipe Gonz¨¢lez, al que el nuevo presidente ha hecho m¨¢s grande.
Dos elementos han dado ox¨ªgeno a su mandato: la escasa envergadura pol¨ªtica de Rajoy y la excelente gesti¨®n gubernamental en la ¨²ltima negociaci¨®n con ETA. Pero eso no equilibra el peso de la balanza: Zapatero deja una sociedad enfrentada, ha quebrado consensos b¨¢sicos, logrados con mucho esfuerzo durante la Transici¨®n. Las diferencias entre izquierda y derecha se han recrudecido. Y entre los grandes pa¨ªses europeos Espa?a es el que tiene peor futuro econ¨®mico. No importa en cu¨¢ntos m¨ªtines de fin de semana haya repetido el presidente su inquebrantable defensa de los derechos sociales: lo que necesitan los cinco millones de parados no es un palad¨ªn, es un contratante.
En Derecho Civil existe una instituci¨®n denominada herencia a beneficio de inventario: en ella, el heredero acepta un patrimonio bajo la condici¨®n de que las deudas anejas nunca afecten a sus propios bienes. Es un modo de facilitar la transmisi¨®n de derechos y obligaciones. Pues bien, el nuevo candidato no recibir¨¢ la herencia de Zapatero a beneficio de inventario: deber¨¢ pagar las deudas pendientes con su propio capital pol¨ªtico. No, no es f¨¢cil encontrar un buen candidato para ganar, pero en este caso hace falta un gran candidato para perder. En definitiva, un verdadero gigante.
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