Seraf¨ªn Mar¨ªn salva la tarde

Sobre el papel, que todo lo aguanta, el cartel del Domingo de Ramos parec¨ªa de lo m¨¢s interesante. Tres toreros con posibilidades de mejorar su carrera con una ganader¨ªa te¨®ricamente reservada a los diestros punteros. No decepcion¨® la corrida de Mar¨ªa del Carmen Camacho. Tampoco es que tuviera muchas virtudes, pero, salvo el devuelto quinto por flojo o el m¨¢s parado sexto, los toros tuvieron una presentaci¨®n acorde con la plaza y fueron nobles al cite. Otra cuesti¨®n, muy diferente, fue que los diestros se pusieran en el sitio donde embisten los toros.

Seraf¨ªn Mar¨ªn es, salvo sorpresas, el ¨²ltimo torero catal¨¢n. Por este motivo se le suele tratar con especial cari?o en todas las plazas de toros. En Madrid, adem¨¢s, se conoce su historial en el ruedo. Fue el ¨²nico que aprovech¨® el festejo. No tanto en su primero, un toro algo flojo pero noble, al que despach¨® de una excelente estocada, haciendo la suerte despacio y dej¨¢ndose ver, sino con el quinto. Mejor dicho, con el que hac¨ªa quinto y los dos sobreros que salieron. Le toc¨® bregar con el segundo sobrero un toro con cinco a?os y medio, casi 700 kilos y todos los resabios de los animales corraleados. Esper¨® de salida, rehus¨® el capote, se orient¨® y hubo que cuidar la lidia. Omar Guerra, novillero catal¨¢n que pas¨® a las filas de los hombres de plata en 2003, supo bregar y ense?ar, sin dudas, a este complicado marrajo.

Puerto lleva mucho tiempo tratando de reverdecer laureles del pasado

Cuando Mar¨ªn tom¨® la muleta, lo previsible habr¨ªa sido una faena de ali?o, para salir del paso. Nadie se lo hubiera echado en cara porque lo que ten¨ªa delante era un caramelo envenenado. Trag¨® saliva, primero con probaturas y despu¨¦s citando despacio con la voz, haciendo pasar al toro por la franela hasta que se desenga?¨® y mejor¨®, algo, el son de la embestida. El diestro catal¨¢n arranc¨® tandas de hasta cuatro muletazos, aguantando tarascadas a cuello o buscando las zapatillas. La labor fue breve, pero justa, medida. Tuvo la duraci¨®n perfecta para apreciar su m¨¦rito y evidenciar las malas condiciones del enemigo. ?Qui¨¦n sabe cu¨¢ntos kil¨®metros, de cami¨®n en cami¨®n, tendr¨ªa el veterano toro? Fue generoso el matador. Cit¨® a matar en la suerte natural, en lugar de la contraria, lo que se espera cuando el toro tiene m¨¢s rasgos de manso que de bravo. Aun as¨ª le recet¨® una estocada bien interpretada, pero, por poner un defecto, algo ca¨ªda. Hubo quien pidi¨® la oreja como premio para el torero. Se qued¨® en vuelta al ruedo sin que nadie protestase.

Javier Cort¨¦s, el m¨¢s joven del cartel, al que unas turistas tuvieron a bien comparar con Justin Bieber, no se sabe si solo por el f¨ªsico o por la man¨ªa de citar al toro con voces algo desacompasadas, se le vio no solo falt¨® de ideas y recursos, sino tambi¨¦n de ambici¨®n. No fue ni la sombra del novillero que hace dos a?os no dejaba pasar una tarde en blanco. En el sexto se le vio especialmente dubitativo. Si somet¨ªa al toro, se le ca¨ªa al final del muletazo. Si se limitaba a hacerlo pasar a media altura, el toro le buscaba dudando entre la muleta y el torero.

V¨ªctor Puerto, con m¨¢s de 15 a?os en el escalaf¨®n superior, lleva demasiado tiempo tratando de reverdecer laureles del pasado. Fue figura, ef¨ªmera, a finales de los noventa. Hoy, casi se le va el primer toro al corral. Intent¨® hasta el cartucho de pescado, un lance de dif¨ªcil ejecuci¨®n. Ni por esas. Est¨¢ visto que el de Resurrecci¨®n es el domingo que viene.