Cajas chinas

El error de comunicaci¨®n en Pek¨ªn de la presidencia del Gobierno espa?ol, cuando anunci¨® una inversi¨®n de capital chino en las cajas de ahorros espa?olas, ensombreci¨® un viaje en el que Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero habr¨ªa tenido la oportunidad de recolectar algunas buenas noticias para la econom¨ªa espa?ola y para la reestructuraci¨®n financiera en Espa?a, que se centra b¨¢sicamente en las cajas. No obstante, no se puede negar la buena voluntad del presidente del Gobierno o, si se prefiere, su voluntarismo. Zapatero, el Ministerio de Econom¨ªa y el Banco de Espa?a saben bien que la captaci¨®n de dinero en el mercado, un esfuerzo de recapitalizaci¨®n al que las cajas est¨¢n obligadas, es una tarea dif¨ªcil y, hasta cierto punto, parad¨®jica. Fueron las dificultades en los mercados de capitales las que provocaron el crash financiero que todav¨ªa pesa sobre la econom¨ªa mundial; ser¨ªa llamativo que esos mercados fueran hoy la soluci¨®n del problema.

La b¨²squeda pol¨ªtica o diplom¨¢tica del dinero procedente de fondos nacionales o soberanos no es una idea disparatada. Ahora bien, debe quedar constancia de que la posible llegada de dinero chino para recapitalizar las cajas no ser¨¢ el b¨¢lsamo que acabe con la crisis de sus balances. La inyecci¨®n de dinero fresco es una de las condiciones de una reforma que se ha retrasado en demas¨ªa; quedan por cumplir al menos otras tres. La primera es un ajuste de personal y oficinas que permita una gesti¨®n m¨¢s pr¨®xima a los recursos de la entidad; la segunda es una renovaci¨®n, si es posible r¨¢pida, de los equipos de gesti¨®n; la tercera es resolver los problemas de integraci¨®n que llevan aparejadas las fusiones. Y todo eso dando por supuesto que se resuelven patolog¨ªas financieras de cierta envergadura, como la CAM.

La b¨²squeda de capitales chinos o catar¨ªes para las cajas no deber¨ªa haber provocado el error de dar por hecha una inversi¨®n que tiene que discutirse y encauzarse. Tan importante como el capital de refresco es tutelar la reforma dentro de Espa?a. En todo caso, el desliz en China puede provocar un efecto indeseado: trasladar innecesariamente a los mercados la idea de que el equipo econ¨®mico est¨¢ preocupado por la situaci¨®n real de las cajas. El Gobierno ha mostrado firmeza en alguno de sus movimientos. Eso, y no malentendidos, es lo que necesita el sistema financiero espa?ol.