Desajuste y atasco en la arena libia
Un mes y 4.000 salidas a¨¦reas despu¨¦s, la Operaci¨®n Protector Unificado ha desembocado en una par¨¢lisis previsible. Era sabido que establecer la zona de exclusi¨®n a¨¦rea ser¨ªa sencillo, dada la enorme superioridad aliada frente a las escasas, viejas e inoperativas defensas antia¨¦reas del r¨¦gimen libio. Pero tambi¨¦n que el escrupuloso cumplimiento de la resoluci¨®n 1973 no bastaba para vencerlo y que los rebeldes carec¨ªan de los medios y la destreza suficiente para imponerse en el campo de batalla. Visto as¨ª, solo se pod¨ªa aspirar a evitar su derrota, esperando que la prolongaci¨®n del conflicto terminara por convencer a Gadafi y los suyos de que era mejor buscar una salida negociada.
Al excluir la intervenci¨®n terrestre -aunque fuerzas especiales brit¨¢nicas y estadounidenses pisen suelo libio desde hace semanas- se ha generado un desajuste monumental, todav¨ªa sin resolver. La comunidad internacional ha puesto toda la carne pol¨ªtica en el asador -decant¨¢ndose abiertamente por la ca¨ªda del dictador-, pero sin activar los medios militares para lograrlo.
Y aunque ahora se insista en que la soluci¨®n solo puede ser pol¨ªtica, nadie espera que Gadafi se rinda mientras considere que la balanza militar se inclina a su favor. Considera, con raz¨®n, que cuenta con medios superiores a los de sus enemigos locales y con medios para financiar su esfuerzo b¨¦lico. Cree, igualmente, que el paso del tiempo le favorece, mientras se van haciendo patentes las divergencias entre los aliados en la OTAN y se pone de manifiesto la imposibilidad de aprobar una nueva resoluci¨®n que autorice la invasi¨®n terrestre. Entretanto, ha aprendido a sortear los ataques de la Alianza, utilizando a su poblaci¨®n como escudos para salvaguardar sus armas y optando por el combate de localidades (lo que limita significativamente los ataques a¨¦reos).
Los rebeldes, por su parte, apenas logran presentar batalla -son muy escasos los combates en campo abierto-, con grandes dificultades para estructurar unidades m¨ªnimamente operativas, mientras caen bajo "fuego amigo" y se sienten abandonados. Dado que no cuentan con los medios necesarios para salvar las enormes dificultades log¨ªsticas que impone un terreno des¨¦rtico como el que separa la Tripolitania de la Cirenaica, solo pueden pensar en resistir en sus feudos tradicionales, porque una ofensiva global contra Gadafi queda fuera de su alcance.
De todo ello se deriva un empantanamiento que prefigura una prolongaci¨®n de los combates, convirtiendo a Libia en un inquietante foco de inestabilidad en medio del Mediterr¨¢neo. Para evitarlo, la coalici¨®n internacional parece dispuesta a forzar hasta el extremo la 1973, armando a los rebeldes y atacando directamente a Gadafi. Hoy, en lugar de protecci¨®n de civiles, estamos ya ante un ejemplo cl¨¢sico de intervenci¨®n para derrocar a un r¨¦gimen. ?Para eso se aprob¨® el principio de responsabilidad de proteger?
Jes¨²s A. N¨²?ez Villaverde codirige el Instituto de Estudios sobre Conflictos y Acci¨®n Humanitaria.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.