Oscuro porvenir

El PP, inflado de presunci¨®n porque est¨¢ seguro de que gobernar¨¢ en 2012, sigue emitiendo destellos inquietantes de cu¨¢l ser¨¢ su modo de gobernar. Crist¨®bal Montoro, portavoz econ¨®mico del PP y uno de los fabricantes de la burbuja inmobiliaria que nos aflige, acaba de informar con tonillo de d¨®mine que rechaza el modo de designaci¨®n en los organismos reguladores (Comisi¨®n del Mercado de Telecomunicaciones, CMT, y Comisi¨®n Nacional de la Energ¨ªa, CNE) y que cuando su partido gobierne "no respetar¨¢ los cargos elegidos por Industria". Precisa que "los nombramientos son legales, pero para nosotros no son aceptables, as¨ª que cambiaremos la ley". Ya saben a qu¨¦ atenerse Bernardo de Lorenzo, nombrado ayer presidente de la CMT, e Idoia Zenarruzabeitia y Tom¨¢s G¨®mez, nuevos consejeros de la CNE. Montoro razona as¨ª esta versi¨®n del precepto "la ¨²nica ley que aceptar¨¦ es la que yo dicte": la elecci¨®n est¨¢ muy "politizada" y los presidentes y los consejeros deben ser elegidos por el Congreso, los primeros por mayor¨ªa de tres quintos y los segundos por mayor¨ªa absoluta.

Pero esta solemnidad refitolera es agua de borrajas. En la pr¨¢ctica, la elecci¨®n en el Congreso es una v¨ªa tan politizada como la que propone el PSOE; solo cambia de lugar la capacidad de decisi¨®n de la mayor¨ªa pol¨ªtica, en el Parlamento seg¨²n Montoro, y en el Gobierno (que responde a la mayor¨ªa parlamentaria) seg¨²n la ley actual. Los reguladores funcionan no por c¨®mo se eligen, sino porque se acierta con el presidente y equipo adecuados (iniciativa, saberes probados, respeto del mercado) y se les conceden autonom¨ªa y recursos.

Sabemos, por el precedente de sus ocho a?os en el Gobierno, que al PP le importan un comino los reguladores independientes, se elijan por aclamaci¨®n o por sorteo con la Primitiva. Para el PP, un regulador es un ente subalterno; dice am¨¦n al ministro de turno y facilita n¨®minas generosas a los descartes pol¨ªticos que no han llegado al Gobierno. As¨ª envilecieron la Comisi¨®n El¨¦ctrica en 1996. Lo m¨¢s probable es que el PP reduzca a cenizas cualquier resto de regulaci¨®n aut¨®noma. Montoro adelanta lo que nos espera con el PP: arbitrariedad y un oscuro porvenir.