Tribeca se expande por Manhattan

Tribeca se expande por la isla de Manhattan. Hablamos del festival de cine, no del barrio, claro, a cuyos vecinos no se les conocen todav¨ªa ansias expansionistas. Nacida hace una d¨¦cada como una iniciativa econ¨®mica te?ida de cultura con el objetivo de revitalizar el vapuleado barrio de Tribeca, epicentro de los ataques del 11-S, la cita ha dado estos d¨ªas un salto adem¨¢s de geogr¨¢fico, ambicioso.

Han pasado 10 a?os desde que Robert de Niro y su socia Jane Rosenthal convocaran a sus amigos cineastas en el barrio donde el actor desarrolla sus negocios extracurriculares -es el propietario de dos restaurantes de la zona-. En esta edici¨®n, inaugurada el mi¨¦rcoles, la programaci¨®n ya no se limita a un solo cine que proyecta pel¨ªculas olvidables salpicadas por la aparici¨®n de alguna gran estrella. Una vez superado el dif¨ªcil arranque de todo festival, y tras haberse ganado el respeto de la comunidad de cineastas, que no recibi¨® el certamen precisamente con los brazos abiertos (se contempl¨® como una maniobra econ¨®mica interesada), Tribeca ha extendido sus tent¨¢culos por toda la ciudad y, aunque a¨²n no ha conseguido arrebatarle el trono a su principal rival, Sundance, ya cuenta como un nombre s¨®lido en el mapa de los festivales estadounidenses.

Creada hace 10 a?os por De Niro, la cita empieza a plantar cara a Sundance

Mateo Gil presenta 'Blackthorn', en la que resucita a Butch Cassidy

?C¨®mo lo han conseguido? Con una inteligente mezcla de famosos -ayuda que muchos vivan en la ciudad y se apunten a paneles como el director's talk, donde Martin Scorsese o Doug Liman ser¨¢n entrevistados por actores como Alec Baldwin-; cine casi independiente (el firmado por actrices metidas a directoras como Vera Farmiga,que presenta Higher Ground, o directores con personalidad como Michael Winterbottom, que estrena The Trip), y el apoyo econ¨®mico de American Express. Seguramente, el banco jam¨¢s haya esponsorizado a nada ni a nadie que dedique tanto tiempo a dar las gracias; su peso en las presentaciones es insufrible para cualquier paladar.

Tribeca tambi¨¦n ha sabido cultivar una selecci¨®n de pel¨ªculas peque?as pero matonas, como Let the right one in, que tras su paso por Tribeca se convirti¨® en un fen¨®meno a escala mundial. O Transam¨¦rica, que tambi¨¦n tuvo su estreno estadounidense en 2005 en Tribeca, punto de origen del boca a boca que llevar¨ªa a su protagonista, Felicity Hoffman, a las puertas del Oscar a la mejor interpretaci¨®n.

En esta edici¨®n han levantado inter¨¦s t¨ªtulos como Jesus Henry Christ, una comedia cargada de iron¨ªa con Toni Colette como protagonista en la que se explora el mundo de un ni?o en busca de su padre biol¨®gico; la mencionada Higher Ground, o Rodie, del inquietante director neoyorquino Michael Cuesta. Adem¨¢s, el festival mima a los documentalistas, que han encontrado en ¨¦l un nuevo nicho con una proyecci¨®n comercial similar a la de Sundance, puesto que la prensa de la ciudad se vuelca con el festival y eso permite que directores que en otros encuentros pasar¨ªan inadvertidos aqu¨ª consigan hacerse o¨ªr. En Tribeca estren¨® Alex Gibney en 2007 su cinta Taxi to the dark side, que lleg¨® a ser candidata al Oscar y este a?o presenta su pel¨ªcula Catching Hell, centrada en el mundo del b¨¦isbol.

Otra de las caracter¨ªsticas del festival es su atenci¨®n, se dir¨ªa que mimo, por los espa?oles, que suelen estar bien representados. El director Mateo Gil asistir¨¢ ma?ana al estreno mundial en secci¨®n competitiva de su pel¨ªcula Blackthorn, en la que ha resucitado al fantasma de Butch Cassidy -bajo la piel de Sam Shepard-. En el filme tambi¨¦n participa Eduardo Noriega. Paco Cabezas presentar¨¢ fuera de concurso su largometraje Carne de ne¨®n, cuya premiere anim¨® el pasado Festival de Cine Fant¨¢stico de Sitges. La representaci¨®n espa?ola se cierra con el ovetense Gerardo Herrero (no confundir con el productor hom¨®nimo) que presentar¨¢ su cortometraje Picnic.

Este a?o no hay espa?oles entre los documentalistas (en 2005 gan¨® El cielo gira, de Mercedes Alvarez), pero abundan t¨ªtulos interesantes, como Ren¨¦e, de Eric Drath, dedicado a Ren¨¦e Richards, nacida como Dick Raskin, la primera jugadora de tenis transexual de la historia. Lleg¨® a competir en el US Open en los a?os setenta.