La protesta contra el dictador de San¨¢ une a independentistas y soldados
Desde el principio de la crisis en Yemen, la preocupaci¨®n de sus vecinos y aliados, con Estados Unidos a la cabeza, ha sido que Al Qaeda sacara partido de una posible fractura del pa¨ªs. Con un movimiento separatista en el sur y la insurrecci¨®n huthi en el norte, el fr¨¢gil Estado central yemen¨ª apenas necesitar¨ªa un soplo para derrumbarse como un castillo de naipes. Sin embargo, en la rebautizada como plaza del Cambio de San¨¢ independentistas sure?os, simpatizantes huthis y soldados que hasta hace un mes se enfrentaban a ellos, han unido sus voces contra el cuestionado presidente, Ali Abdal¨¢ Saleh.
?Existe realmente riesgo de partici¨®n? "Solo si Saleh se queda", asegura el que fuera en dos ocasiones presidente de Yemen del Sur (de junio a diciembre de 1978 y entre 1980 y 1986) Ali Naser Mohamed. El pol¨ªtico, que desde hace a?os vive en Siria y se ha reunido en Dub¨¢i con otros opositores yemen¨ªes, se?ala que "los dirigentes sure?os no est¨¢n hablando de eso en este momento".
"Al Attas ha dejado de pedir la independencia y ahora pide el cambio de r¨¦gimen", confirma un yemen¨ª de Taiz (en el norte) que la noche anterior se hab¨ªa visto con Haidar Abu Bakr al Attas, el hombre que sucedi¨® a Mohamed en la presidencia del Sur en 1986. Al Attas, que tras la unificaci¨®n de Yemen en 1990 fue primer ministro, apoy¨® cuatro a?os m¨¢s tarde la revuelta del Sur y tuvo que exiliarse tras la derrota frente al Norte.
De igual modo, durante la ¨²ltima visita de esta corresponsal a San¨¢, el pasado febrero, todos los portavoces de la oposici¨®n mencionaban que hab¨ªa que incluir a los huthis del Norte en cualquier negociaci¨®n para el futuro pos-Saleh. Esos rebeldes, que toman el nombre del l¨ªder del clan que se levant¨® contra el Gobierno central, llevan a?os quej¨¢ndose de discriminaci¨®n. Ahora algunos de sus simpatizantes comparten acampada en San¨¢ con los soldados de la Primera Divisi¨®n Acorazada, cuyo jefe, el general Ali Mohsen, se ha pasado a la oposici¨®n que reclama el fin del r¨¦gimen de Saleh.
Aunque los observadores extranjeros siguen insistiendo en que si el enfrentamiento pasa a mayores el pa¨ªs corre el riesgo de convertirse en una nueva Somalia, la realidad es que nunca en la historia reciente los yemen¨ªes se han mostrado tan unidos en un objetivo com¨²n.
Del mismo modo, tanto ciudadanos de a pie como pol¨ªticos y analistas locales, defienden que la penetraci¨®n de Al Qaeda en Yemen es fruto de la corrupci¨®n gubernamental.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.