La d¨¦cada de Am¨¦rica Latina
La crisis que todav¨ªa sigue activa es propia de las econom¨ªas avanzadas. Su propagaci¨®n desde el sistema financiero estadounidense alcanz¨® sobre todo a las econom¨ªas europeas. Am¨¦rica Latina ha quedado a salvo. En realidad, el conjunto de la regi¨®n (lo que en la catalogaci¨®n del FMI se conoce como Am¨¦rica Latina y Caribe) registra un crecimiento superior al de otras ¨¦pocas y, en todo caso, por encima del promedio mundial. Las razones de esa preservaci¨®n hay que buscarlas no solo en los precios favorables de las exportaciones, sino tambi¨¦n en la adopci¨®n de pol¨ªticas econ¨®micas adecuadas. El escarmiento de crisis anteriores explica que, al igual que en la zona emergente asi¨¢tica, la mayor¨ªa de las econom¨ªas de la regi¨®n adoptaran pol¨ªticas prudentes y mantuvieran un bajo nivel de deuda externa y relativamente elevados niveles de reservas internacionales. Las finanzas p¨²blicas mantienen orientaciones sostenibles y la inflaci¨®n en la mayor¨ªa de los casos est¨¢ bajo control, supervisadas por bancos centrales homologables en algunos casos a los de las econom¨ªas desarrolladas.
Por estas razones, el crecimiento registrado en los ¨²ltimos a?os no ha terminado, como en periodos anteriores, en desequilibrios descontrolados. El PIB de la regi¨®n creci¨® el pasado a?o el 6,1%, y en este se acerca al 5%. Las mayores econom¨ªas del sur, Brasil y Argentina, han crecido al 7,5% y 9,2%, respectivamente. El comportamiento econ¨®mico de M¨¦xico se mantiene mucho m¨¢s asociado al de EE UU, pero consolida una senda inequ¨ªvoca de expansi¨®n. El peor comportamiento sigue siendo el de Venezuela, cuyo PIB se contrajo en un 1,9% en 2010.
La continuidad de esa etapa favorable no est¨¢ garantizada. La integraci¨®n internacional creciente de estas econom¨ªas y su dependencia de las exportaciones de materias primas condicionan la continuidad del crecimiento a la evoluci¨®n de las econom¨ªas clientes, en especial otras emergentes como China, constituida el principal demandante de materias primas del mundo. El otro riesgo es el propio recalentamiento de aquellas econom¨ªas que llevan a?os creciendo a ritmos cercanos o superiores a su tasa potencial. Del primer grupo de amenazas, el exponente m¨¢s claro son las decisiones recientes del Gobierno chino destinadas a enfriar la econom¨ªa. Del segundo, las propias autoridades de algunos de esos pa¨ªses ya est¨¢n adoptando decisiones tendentes a desacelerar el aumento de los precios o de la inversi¨®n crediticia, como son los casos de Brasil o Colombia.
La adopci¨®n de controles de cambio, disuasorios de las entradas de capitales especulativos en arbitraje de intereses fundamentalmente, forma parte de esas actuaciones prudenciales que intentan neutralizar perturbaciones en el control de las variables dom¨¦sticas, en especial la demanda, y, m¨¢s concretamente, en la instrumentaci¨®n de las decisiones de pol¨ªtica monetaria.
Con todo, esas cautelas actuales apenas condicionan el balance inequ¨ªvocamente favorable de la ¨²ltima d¨¦cada para la regi¨®n. No es suficiente para compensar las p¨¦rdidas de bienestar en crisis anteriores. Pero s¨ª se dan las circunstancias para que las reformas acent¨²en m¨¢s a¨²n la distribuci¨®n y el fortalecimiento de la educaci¨®n, base de la necesaria igualdad de oportunidades en que las modernas econom¨ªas se sustentan.
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