Una fachada genital
La curiosa simbolog¨ªa de un edificio de casas del modernista P¨¦rez Merino
La primera vez que uno contempla la fachada de la calle de Montserrat, 12, no se lo puede creer. Pero ah¨ª est¨¢n: esgrafiados en todo lo alto, hay seis penes enormes, dos por piso. En medio de cada pareja f¨¢lica hay un s¨ªmbolo que sin duda representa una vagina, aunque es algo m¨¢s abstracto y podr¨ªa parecer un escarabajo, ya se sabe, la sexualidad femenina siempre tan compleja.
Es una casa de viviendas discreta, muy convencional por lo dem¨¢s, en una peque?a bocacalle de San Bernardo. En la fachada de revoco, adem¨¢s de una ristra de peque?os s¨ªmbolos sexuales bajo los balcones, tambi¨¦n hay dibujado un ocho tumbado, como el s¨ªmbolo de infinito, con una fecha inscrita: IV / 1912. ?Qu¨¦ demonios pintan aqu¨ª estos penes y vaginas desde hace m¨¢s de un siglo?
Ficha t¨¦cnica
- Autor. Arturo P¨¦rez Merino.
- Construcci¨®n. En 1912.
- Ubicaci¨®n. Montserrat, 12 (San Bernardo).
- Estilo. Modernista.
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El autor tiene otro edificio con ex¨®ticas m¨¦nsulas en Hortaleza, 96
Preguntar a los vecinos no resuelve muchas dudas, pero es hilarante. Dos se?oras se asoman a un balc¨®n de la casa y a otro de la que hay enfrente. ?Qu¨¦ les parece la decoraci¨®n f¨¢lica? "Muy bonitos los dibujos", "muy alegres", "como abstractos", se zafan. Otro vecino, algo m¨¢s joven, que pas¨® a?os viviendo sin percatarse de los dibujos, concede que hay quien la llama "la casa de los penes" (a ¨¦l se lo cont¨® un cura del barrio para m¨¢s inri). Se aventura a que pudo ser una c¨¢rcel de mujeres o un prost¨ªbulo porque "ya en la antig¨¹edad se indicaba su situaci¨®n con s¨ªmbolos semejantes sobre las puertas". Pero en Roma un falo erecto tra¨ªa suerte a cualquier casa, y en el Madrid de principios del siglo XX no era costumbre anunciar as¨ª los lupanares.
Muy cerca, en el cuartel del Conde Duque, hay m¨¢s respuestas. All¨ª se encuentra el Archivo de la Villa, donde guardan el expediente de la obra: su arquitecto fue Arturo P¨¦rez Merino y la casa se la encarg¨® Luis Navarrete, un promotor de la ¨¦poca que en este caso hizo de apoderado para una se?ora que quer¨ªa construir pisos en alquiler. En los planos del proyecto ya aparecen los penes, pero, de todos los t¨¦cnicos que firmaron la licencia, nadie dijo nada al respecto. Fue precisamente camino del Archivo de la Villa cuando el historiador del arte ?scar da Rocha se top¨® por casualidad con el edificio. "Me qued¨¦ flipado", recuerda, "nunca hab¨ªa visto nada parecido". Estaba escribiendo su tesis sobre modernismo madrile?o y P¨¦rez Merino era uno de los autores que tocaba: "Proyect¨® media docena de edificios con un modernismo ecl¨¦ctico, popular y barato, en viviendas de clase media; ten¨ªa pocos recursos, pero un estilo muy imaginativo y personal", explica el experto.
"Es un arquitecto muy desconocido, del que apenas hay datos", a?ade Ricardo Mu?oz Fajardo, autor junto a Da Rocha de Madrid modernista: gu¨ªa de arquitectura. Nunca han visto su foto y de sus datos personales solo han encontrado su fecha de titulaci¨®n (1897). Quiz¨¢s por ello Mu?oz Fajardo est¨¢ pensando en incluirlo en una novela que prepara sobre la ¨¦poca. "Lo imagino como una especie de Max Estrella, un loco a contracorriente, un osado que se atrevi¨® a hacer cosas distintas".
Entre sus obras m¨¢s llamativas est¨¢ la casa de Hortaleza, 96, donde hay unas ex¨®ticas m¨¦nsulas con forma de serpiente y la de Don Pedro, 4 (donde naci¨® Lina Morgan), en la que un drag¨®n se enrosca sobre el dintel protegiendo la firma del arquitecto. "Merino siempre mete cosas raras, detalles extra?os", dice Da Rocha, "me interesa su extravagancia; el eclecticismo de la ¨¦poca dio cierta libertad pero no foment¨® la imaginaci¨®n, los arquitectos se inspiraban libremente en la historia, pero copiaban, esto de aqu¨ª, aquello de all¨¢... sin embargo, Merino, aun haciendo edificios modestos, inventaba, se sal¨ªa de la norma".
?S¨ªmbolos masones?, ?inspiraci¨®n freudiana?, ?esoterismo inducido por la absenta tan en boga a principios del XX?... ?Qu¨¦ puede haber detr¨¢s de esta fachada? "Yo creo que es una broma", dice Da Rocha, "en Madrid los modernistas estaban muy mal vistos, se les criticaba de aberrantes e irracionales, triunfaba una arquitectura m¨¢s oficialista... Quiz¨¢ Merino se estaba riendo del conservadurismo de su ¨¦poca, pero con certeza no sabemos nada". Solo que ah¨ª sigue, pasando inadvertido, su chiste con forma de pene.
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