Las protestas fuerzan al Gobierno de Mas a aplazar el recorte en sanidad hasta el 22-M

El Gobierno de CiU otea las elecciones y ha decidido ahora dar marcha atr¨¢s a su plan de recortar la sanidad para ajustar el d¨¦ficit. Presionado por sus propios asesores, la masiva movilizaci¨®n ciudadana y la en¨¦rgica reacci¨®n de los trabajadores del sector, el presidente de la Generalitat, Artur Mas, acord¨® ayer guardar en el caj¨®n el severo plan restrictivo. El Ejecutivo asegura que quiere negociar con los profesionales sanitarios un tramo del recorte y la oposici¨®n asocia la medida a la proximidad del 22 de mayo.

En el l¨ªmite del plazo que ¨¦l mismo se dio, el consejero de Sanidad, Boi Ruiz, dio un paso atr¨¢s y hoy no presentar¨¢ el plan de recortes dise?ado de forma individualizada por cada centro sanitario. Su lugar lo ocupar¨¢ el segundo de su departamento, Josep Maria Padrosa, director del Servicio Catal¨¢n de la Salud. Ruiz tampoco comparecer¨¢ en la comisi¨®n de salud del Parlament. Su intervenci¨®n ya fue anulada la semana pasada. Sin embargo, s¨ª se reunir¨¢ con la patronal y los sindicatos, y ha convocado a los diputados a una sesi¨®n informativa.

Tras la protesta de hace dos semanas, que congreg¨® en el centro de Barcelona a 22.000 personas, el Gobierno se mostr¨® dispuesto a conversar con el sector. Todo indica que Xavier Trias, alcaldable de CiU por Barcelona y m¨¦dico de profesi¨®n, ha influido decididamente en la congelaci¨®n del plan.La idea inicial era reducir el presupuesto de sanidad -de 10.000 millones de euros en 2010, con el anterior tripartito- una media del 10%. "Es probable que sea un poco menos", se aventur¨® a decir Francesc Homs, portavoz del Gobierno. "?Han dado marcha atr¨¢s o estamos donde est¨¢bamos?", se le pregunt¨®. Y tras recordar la voluntad negociadora del Gobierno, avis¨®: "Si queremos que el sistema sanitario sea de alto nivel, algunas cosas deberemos hacer, porque en la l¨ªnea anterior no vamos a ninguna parte".

El esquema con el que trabaja el Gobierno plantea dos objetivos: aplicar la restricci¨®n con dos velocidades: la primera se centrar¨ªa en ahorrar en el gasto corriente, en el que se incluye la partida farmac¨¦utica, y la simplificaci¨®n estructural y administrativa; la segunda es la que precisa negociaci¨®n con los profesionales del sector, incluidas las juntas cl¨ªnicas y la mesa sectorial, en la que est¨¢n incluidos los sindicatos. Homs calcul¨® que el recorte estrictamente administrativo puede alcanzar el 5% o 6% del total y el resto del tramo es el que pretenden consensuar con los profesionales.

Y ahora queda una inc¨®gnita sobre la mesa: qu¨¦ ocurrir¨¢ con los servicios sanitarios ya clausurados, como las urgencias ambulatorias del Cl¨ªnic, y aquellos cuyo cierre era inminente, como los quir¨®fanos por la tarde en el hospital Joan XXIII. Se tiene la sensaci¨®n de que no habr¨¢ marcha atr¨¢s en lo que ya se ha cerrado. Y tampoco est¨¢ claro el calendario final de aplicaci¨®n de los recortes, con el consiguiente desfase que puede comportar en la asistencia sanitaria. Homs se ampar¨® en que no hay una excesiva prisa porque no est¨¢n elaborados los presupuestos, cuya confecci¨®n condiciona al ingreso de los 1.450 millones del fondo de competitividad.

Toda la oposici¨®n, sin excepci¨®n, vio en la decisi¨®n de CiU una estrategia "electoralista" y "partidista" para no acusar en las urnas el coste social de los recortes y lament¨® que Ruiz no comparezca en comisi¨®n.