Gadafi env¨ªa a adolescentes al frente
El r¨¦gimen ha movilizado al menos a 121 estudiantes de entre 15 y 17 a?os
Yasin Osman Mohamed Yusef, Abdulrahman Fati Salem Qinada y Al Madi Said Mohamed al Kediri son tres adolescentes libios con edades entre los 15 y 17 a?os. Quiz¨¢s hayan muerto. O tal vez est¨¦n vivos y contin¨²en combatiendo. Porque lo cierto es que los tres chavales fueron enviados junto a m¨¢s de un centenar desde sus colegios al frente b¨¦lico en el oriente de Libia, y que sirvieron a las ¨®rdenes del general del Ej¨¦rcito Mohamed Jafir, hecho prisionero semanas atr¨¢s por milicianos rebeldes durante la batalla de Ajdabiya. Se le requisaron documentos esclarecedores. "Remitido a la Brigada 32. Mandamos estudiantes desde nuestra escuela de secundaria al jefe de la brigada. 20 de marzo de 2011", se lee en el escrito remitido a este cuerpo militar, uno de los mejor entrenados, m¨¢s temidos por los sublevados, y dirigido por Jamis Gadafi, hijo del dictador. Ahmed Mefr¨¦, investigador de asuntos legales de Alkarama, una organizaci¨®n de derechos humanos basada en Ginebra, asegura: "Es imposible hacerse una idea de cu¨¢ntos adolescentes est¨¢n luchando".
Los escolares combatieron en Ajdabiya. Algunos han muerto
En 1970, el primer ministro chino, Zhou Enlai, pregunt¨® al presidente egipcio, Gamal Abdel Nasser, por un joven dirigente que le hab¨ªa planteado una cuesti¨®n. Nasser le respondi¨®. "Es Muamar el Gadafi. ?Por qu¨¦?". "Me ha preguntado", replic¨® Zhou, "cu¨¢nto vale una bomba at¨®mica". El secretario personal del l¨ªder del panarabismo recuerda la an¨¦cdota en sus memorias. Nunca ha sido Gadafi un devoto cumplidor de la legislaci¨®n internacional, y a nadie extra?a en Bengasi que el tirano haya seguido el patr¨®n de utilizar a ni?os-soldado que tanto se emplea en otros pa¨ªses africanos. Para un dirigente que est¨¢ utilizando en la guerra libia minas antipersona, bombas de racimo y que forzaba a los parientes a aplaudir en p¨²blico la ejecuci¨®n de sus hijos, enviar al frente a los menores de edad no debe ser materia para interrogantes morales.
Alkarama dio con los papeles y los ha remitido a la Corte Penal Internacional. Son 121 los casos documentados; m¨¢s de un centenar de chicos procedentes de varias ciudades del occidente libio: Subrata, Kikla, Taurga y Murzuq. "Estudiaban en escuelas que tambi¨¦n imparten estudios militares", afirma Mefr¨¦. "Lo que no significa en absoluto", a?ade, "que puedan combatir porque ninguno ha cumplido los 18 a?os". En el caos que impera en Libia, aportar cifras es sumamente arriesgado. "En Misrata se ha grabado a estos j¨®venes. Algunos eran atendidos en el hospital, y otros hab¨ªan muerto. Los 121 estudiantes estaban en Ajdabiya. Los rebeldes insisten en que algunos perecieron en los bombardeos de la OTAN", apunta el investigador.
Gadafi proclama que todos los libios le idolatran. Y Mefr¨¦ tiene claro que en Libia occidental cuenta con cierto apoyo popular, sobre todo en Saba, una ciudad incrustada en el desierto en el centro de Libia. "No lo hemos podido contrastar todav¨ªa, pero realmente creo que las familias de los j¨®venes alentaban a sus hijos a marchar al frente para combatir a los rebeldes". ?Significa eso que el aut¨®crata carece de suficientes uniformados para la contienda? ?O que el l¨ªmite de los 18 a?os se observa en los pa¨ªses ¨¢rabes de un modo diferente al que se contempla en Occidente? Es probable que las dos razones tengan su peso.
En Bengasi, aunque cada vez menos, tambi¨¦n se ve a menores de edad que manejan orgullosos alguna pistola u otras armas de peque?o calibre, y hasta hace pocas semanas, pululaban por el frente menores de edad, aunque ya no se permite franquear el ¨²ltimo control de los sublevados a menos que se cuente con una acreditaci¨®n expedida por los mandos. Era una diversi¨®n para quienes nada tienen mejor que hacer para matar las horas, ya que la actividad escolar y universitaria est¨¢ suspendida desde el 17 de febrero.
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