Retreta 1, Madrid-Bar?a 0

Los vitorianos no golearon pero se llevaron el partido, al menos en la primera parte. En una jornada complicada y ante un reto de Champions los ciudadanos de la capital alavesa se olvidaron (a rega?adientes) del partido que seguramente ha paralizado hasta algunas revueltas en los pa¨ªses ¨¢rabes, y se acercaron al Ayuntamiento y a la Diputaci¨®n para asistir a la Retreta.

Aunque iconoclastas los hay en todos los ¨¢mbitos de la vida, y ayer algunos retaron a las tradiciones con pantallas panor¨¢micas y ofertas de dos cervezas y bocata a precio de pintxo-pote, -low cost-los expertos en tradiciones alavesas no apreciaron un baj¨®n de p¨²blico en los actos convocados por las instituciones con motivo de la Retreta, hasta las diez.

Algunos bares ofertaron cerveza y bocata 'low cost' para competir con la Retreta

La m¨²sica que se recuerda era la llamada para avisar del cierre de la muralla

Es decir, San Prudencio, el santo m¨¢s alav¨¦s, que huele a perrechicos y se pone fino de caracoles con jam¨®n, tomate, panceta, cebolla y pimientos choriceros, todo ello muy amalgamado como dicen los chefs, le gan¨® por la mano al Real Madrid Bar?a.

Hasta el lehendakari, Patxi L¨®pez se enfund¨® el traje de vecino de Vitoria y se fue a la Diputaci¨®n. Al parecer no es muy futbolero, como reconoci¨® por la ma?ana en Bilbao, en una conferencia en el Forum Europa, y opt¨® por vivir en primera persona los actos festivos que arrancan con la popular melod¨ªa interpretada cada cuarto de hora, desde las 20 hasta las 22 por atabaleros y trompeteros.

Canci¨®n que compusieron al alim¨®n el compositor Luis Aramburu, y el cronista vitoriano Venancio del Val y que el populacho, quiz¨¢s, por no entender bien la letra, pese a su apabullante sencillez, bautiz¨® como "tran, tran tran-tran".

La Retreta, que en origen era un toque de tambores que anunciaba el cierre de las puertas de la ciudad amurallada, ahora es el aviso de que comienza la fiesta. Las vueltas que da la vida.

A las 20 horas de ayer pasear por la Virgen Blanca o la Plaza Nueva era una misi¨®n imposible. Entrar a los bares a comer beber algo, tambi¨¦n.

-Oiga ?usted no va a la Retreta?, fue preguntado un tipo con un jersey abrochado en la cabeza.

-?A la qu¨¦? respondi¨® desafiante el seguidor del Real Madrid.

A las 21,00, en la calle Diputaci¨®n no cab¨ªa ni un alfiler. Los actos de celebraci¨®n, que dan paso a la fiesta del patr¨®n de ?lava, se desarrollaron, como siempre, con la presencia de miles de adeptos.

Poco despu¨¦s a eso de las 21.30, Vitoria volvi¨® a primeros del siglo pasado cuando el toque de la retreta, que se hac¨ªa desde el Ayuntamiento, se traslad¨® a la Diputaci¨®n. Varios actores y actrices recrearon aquel 27 de abril de 1929.

En el aire se pod¨ªan escuchar todav¨ªa los ecos de la Gasteiz Big Band, que en una impresionante adaptaci¨®n entre rapera y jazzera del "tran, tran tran-tran" interpretaron, la pasada semana, a modo de preg¨®n de San Prudencio, la veintena de m¨²sicos que la forman.