Chern¨®bil
Los argumentos expuestos por la directora de Greenpeace Espa?a en su art¨ªculo del d¨ªa 26 resultan convincentes, pero lo ser¨ªan a¨²n m¨¢s si continuara con las consecuencias del cierre de las centrales nucleares: incumplimiento inmediato, como ya ha anunciado Jap¨®n, de los compromisos de Kioto, con el aumento imparable de CO2 y las consecuencias nada halag¨¹e?as que ello implica. No parece que a su organizaci¨®n le preocupen en la misma medida estos desastres ciertos frente a los probables que se derivan de los incidentes nucleares, por lo que no se aprecian protestas semejantes sobre la explotaci¨®n de centrales t¨¦rmicas o del insostenible tr¨¢fico de veh¨ªculos en las grandes ciudades, y si as¨ª lo hicieran y abogaran tambi¨¦n y con la misma fuerza por el cierre de semejantes instalaciones, solo quedar¨ªa entonces como soluci¨®n realista el retroceso en nivel y comodidad de vida en varias d¨¦cadas en los pa¨ªses desarrollados, y el impedir llegar a esos niveles a los pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo. Me temo que esta soluci¨®n se parece a la de la aplicaci¨®n de la castidad para combatir el sida.
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