Alfareros de emociones
Son singulares, de verdad que lo son. Tienen el aspecto de quienes viven al margen de la galaxia cool, fashion o trending. En escena parecen un grupo de verbena; pero, como muchas pelis actuales de dibujos animados, sus canciones no ofrecen una sola lectura. Pau Debon entona con la natural despreocupaci¨®n propia de la comanda del vermut dominical y Joan Miquel Oliver pone cara de no haber roto un plato cuando su mirada dice que no se resiste ante vajilla alguna. Sus canciones, de melod¨ªa inmediata, tienen alma de historia esquiva y digesti¨®n pausada. Es este juego de espejos, equ¨ªvocos e im¨¢genes que no se dejan ver con inocencia, lo meridiano es que Ant¨°nia Font son los mejores fabricantes de melod¨ªas del pop catal¨¢n, sustanciadas en canciones que hoy volver¨¢n a empapar con su melancol¨ªa y tierna belleza al p¨²blico que les acompa?e en el tercero de los conciertos de presentaci¨®n de Lamparetes.
ANT?NIA FONT
Teatre de l'Alian?a
Barcelona, 29 de abril
El primero, la lluviosa noche del jueves, tuvo un gui¨®n tan sencillo como el dictado por el sentido com¨²n y la falta de miedos: si se presenta un disco, se toca el disco, completo y en el mismo orden. ?Para qu¨¦ darle m¨¢s vueltas? Cerca de una hora fue as¨ª dedicada a Lamparetes, magn¨ªfica colecci¨®n de canciones en las que destacaron los hermosos regalos de Abraham Lincoln, Clint Eastwood, Calgary 88, Boreal, Els canons de Navarone y Carreteres que no van enlloc, medios tiempos y baladas marcadas por esa ternura nada mocosa propia de un grupo que, sin parecer pretenderlo, da una vuelta de tuerca a las f¨®rmulas del pop. En este juego de evidencias que lo son sin parecerlo y que sin serlo lo parecen, unas l¨¢mparas colgadas del techo ambientaban el teatro, donde el p¨²blico, conocedor de las canciones, aceptaba encantado este juego en el que siempre parece faltar algo para sentir que todo se comprende por completo. Y es que la luz es la que a la postre crea la penumbra.
En la segunda parte lleg¨® la artiller¨ªa pesada, esas canciones por las que Ant¨°nia Font son lo que son. Que Bamboo desarma es tan evidente como que Portaavions es una canci¨®n formidable, no menos que Dins aquest igl¨² o Darrera una revista, composici¨®n que parece escrita para ser cantada con el sol en la cara y el alma a?orada. El tono m¨¢s festivo, fiesta con truco, siempre, lo sirvieron temas como Alegr¨ªa, Vos estim a tots igual, Wa yeah o Astronauta rimador, hits capaces de hacer que el p¨²blico coree como lo m¨¢s normal del mundo frases como "sunshine in yellow/ vent saharaui/ tens es mehari en es sol./ No me das miedo Carmen Consuelo/ es dromedari ¨¦s a Liverpool". Gal¨¢cticos e iluminados, esquivos aunque parezcan transparentes, siempre alfareros de emociones, trajinadores de delicadeza, Ant¨°nia Font estuvieron espl¨¦ndidos. Aunque no fuese su mejor concierto, aunque se dejasen en el tintero muchas m¨¢s gemas. Ante el talento solo cabe la reverencia. Y la alegr¨ªa de poder disfrutarlo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.