Toyota y los elementos

Toyota ha tenido que superar muchas pruebas para poder mantener su liderazgo mundial en el sector de la automoci¨®n. Pero, como la Armada Invencible, parece evidente que el gigante del autom¨®vil no podr¨¢ ganarle el pulso a los elementos; especialmente cuando estos se desatan en forma de maremoto de casi 9 puntos en la escala de Richter.

Su lucha, como corresponde a su tama?o, ha sido tit¨¢nica. Entre 2007 y 2008, esta empresa japonesa arrebat¨® el liderazgo mundial a la americana General Motors. Por aquel entonces, su modelo h¨ªbrido Prius marc¨® un hito en la senda hacia el coche del futuro, el el¨¦ctrico. Un par de a?os despu¨¦s, Toyota ya vend¨ªa 8,42 millones de veh¨ªculos al a?o.

Pero su posici¨®n dominante le acarre¨® muchos problemas en la tierra conquistada de Estados Unidos. Los medios publicaron hasta la saciedad el angustioso accidente de cuatro personas a bordo de un Lexus imposible de detener. Las demandas por fallos en los frenos y por la llamada "aceleraci¨®n s¨²bita" se multiplicaron. El Gobierno de EE UU inici¨® una investigaci¨®n, Toyota fue acusada de opacidad y, finalmente, tuvo que pedir perd¨®n, revisar casi nueve millones de veh¨ªculos y empezar a indemnizar a muchos de los demandantes.

Aquel cap¨ªtulo le supuso a la compa?¨ªa p¨¦rdidas millonarias y la paralizaci¨®n de la producci¨®n en algunas de sus plantas. GM, mientras tanto, resurg¨ªa de sus cenizas tras estar a punto de caer en la bancarrota. A principios de febrero pasado, las buenas noticias volvieron a Toyota. Los investigadores de la NASA no encontraron fallos t¨¦cnicos en sus coches y los tribunales de EE UU determinaron que algunos de los accidentes investigados se debieron a errores humanos. Las cuantiosas demandas se quedaron sin combustible y Toyota pudo respirar tranquila. Hasta que lleg¨® el tsunami el 11 de marzo.

Quince factor¨ªas de esta marca en Jap¨®n tuvieron que parar su producci¨®n. Hasta final de a?o la firma no normalizar¨¢ su actividad, y sus acciones se han vuelto a hundir. GM podr¨ªa recuperar el liderazgo perdido. Y hasta es probable que Volkswagen tambi¨¦n le adelante y le relegue al tercer puesto. Parece obvio que si logra resurgir esta ser¨ªa, y no la de Felipe II, la aut¨¦ntica Invencible.