"Nuestro tenis ten¨ªa m¨¢s finura"
El australiano (Queensland, 1936) gan¨® 12 'grandes' en los a?os sesenta, lo que no le impidi¨® trabar una intensa amistad con Manuel Santana (Madrid, 1938), que logr¨® cuatro y aprendi¨® con ¨¦l los misterios de las pistas de hierba, el ingl¨¦s y c¨®mo disfrutar de la noche
Alrededor de la mesa se re¨²nen dos amigos y 16 t¨ªtulos grandes. Manuel Santana (Madrid, 1938), ganador del cuatro trofeos del Grand Slam, habla con un hombre al que debi¨® odiar porque domin¨® el tenis de los a?os sesenta del siglo XX hasta ganar 12 coronas de leyenda. Roy Emerson (Queensland, 1936), sin embargo, acab¨® siendo su compa?ero de entrenamientos, viajes y juergas. La complicidad que les une es absoluta, tanto como para que el espa?ol aproveche que el australiano est¨¢ de visita en Espa?a, donde celebra los 50 a?os de su primer triunfo en el Trofeo God¨®, lo que hoy es el Barcelona Open Banc Sabadell, para pedirle que le firme una vieja foto. Las risas son continuas. Comparan tripas, a?os y an¨¦cdotas. La conversaci¨®n transcurre en ingl¨¦s. El que Santana se desenvuelva con soltura en ese idioma, como tantas otras cosas, es culpa de Emo.
Emerson: "Todos nos ayud¨¢bamos. Nos ¨ªbamos de cervezas y te ense?¨¦ ingl¨¦s"
Santana: "?Eras la leche! Me gustar¨ªa verte contra Federer. ?Ser¨ªa precioso!"
Santana: "Gan¨¦ Wimbledon porque fuiste por una bola y te chocaste con una silla"
Emerson: "T¨² hac¨ªas que la pelota hablara. ?Ten¨ªas tanto control! Eras mal cliente"
Emerson. Manolo, t¨² tienes mejor memoria que yo, que para eso eres m¨¢s joven. ?Cu¨¢ndo nos conocimos? ?Al final de la d¨¦cada de los cincuenta?
Santana. S¨ª, a finales de los cincuenta. Fue cuando empec¨¦ a viajar fuera de Espa?a. La primera vez que te vi fue en Estados Unidos, cuando fuiste a jugar la Copa Davis con Australia. Fue en Forrest Hills. Fui a verte jugar desde la grada. Yo era un chaval, aunque solo seas unos seis meses mayor que yo.
Emerson. ?Solo seis! Pues pareces mucho m¨¢s joven.
Santana. Cuando te vi, pens¨¦: "Ojala alg¨²n d¨ªa pueda jugar como juega Emo". Eras incre¨ªble. Jugabas en todas las superficies. Te daba igual: tierra, hierba, superficie r¨¢pida... En aquella ¨¦poca, yo solo era un jugador de tierra. En Espa?a no ten¨ªamos pistas de hierba ni pistas duras. Por eso iba a veros a los australianos todo el tiempo. En gran parte, fue gracias a vosotros que haya llegado adonde estoy. Aprend¨ª mucho de vosotros. Sol¨ªamos salir juntos de noche, irnos a tomar cervezas... Al d¨ªa siguiente, mucha gente no iba a entrenarse. Vosotros, los australianos, s¨ª. All¨ª est¨¢bais, entren¨¢ndoos dos o tres horas todos los d¨ªas. Pens¨¦: "As¨ª quiero ser yo". Y as¨ª me convert¨ª en un buen jugador.
Emerson. Claro. En aquellos tiempos amateurs, todos viaj¨¢bamos juntos, nos entren¨¢bamos juntos y nos ayud¨¢bamos. T¨² hac¨ªas que la pelota hablara. ?Ten¨ªas tanto control! Me enorgullezco de haberte ense?ado ingl¨¦s. Recuerdo que empec¨¦ con las palabras m¨¢s sencillas, que son las malas, los tacos. Enseguida mejoraste tu ingl¨¦s, pero la verdad es que no fuiste muy popular en los c¨®cteles y las fiestas. ?Menudas palabrotas usabas! Nos divert¨ªamos. Luch¨¢bamos duramente en la pista, pero, cuando se terminaba el partido, ¨¦ramos grandes amigos y... a comer y a por una cerveza. Es una gran bebida cuando juegas al mejor de cinco sets en individuales y dobles. No le afecta a tu peso ni a tu forma f¨ªsica. Si no juegas, engordas, pero nosotros perd¨ªamos much¨ªsimo peso con tanto partido y con 40 torneos al a?o, que son muchos. La cerveza nos ayudaba. Nos gustaba la gente que sab¨ªa disfrutar tanto del d¨ªa como de la noche. La gente seria en el tenis era igualmente seria respecto a pas¨¢rselo bien de noche. Como t¨², Manolo.
Santana. Yo te copi¨¦. Tambi¨¦n copi¨¦ c¨®mo daba la derecha Rod Laver. "Tienes que hacer lo mismo", me dije. T¨² sacabas y sub¨ªas a la red en todos los puntos. Te daba igual que fueras 40-15 o 15-40. Cuando te gan¨¦ en los cuartos de final de Roland Garros, jugu¨¦ mi mejor tenis. Luego, gan¨¦ a Rod Laver en las semifinales y el t¨ªtulo a Nicola Pietrangeli. De lejos, fue mi mejor Roland Garros. Sin embargo, el partido m¨¢s incre¨ªble que recuerdo fue contra ti y en el Caribe. ?Te acuerdas? Jug¨¢bamos en Baranquilla. Un lugar precioso, con mucho viento. Era la final. Me hiciste correr tanto y por tantos sitios que no pude acabar. Me empezaron a dar calambres. Tuviste que venir, cargarme sobre tus hombros y sacarme de all¨ª. As¨ª me sol¨ªas ganar...
Emerson. Eras un cliente dificil¨ªsimo sobre tierra. Pod¨ªas ponerte sobre la bola con la derecha y el rev¨¦s, hac¨ªas dejadas igual de bien desde los dos lados... Cuando jugaba contra ti, sab¨ªa que, si me quedaba detr¨¢s, no pod¨ªa ganar. Ten¨ªa que atacar, atacar, seguir atacando y cruzar los dedos para que fallaras alg¨²n golpe, adem¨¢s de para tener alguna oportunidad a cinco sets. Eras mejor que yo desde atr¨¢s. Luego, seg¨²n cogiste experiencia, empezaste a jugar mucho mejor en hierba y pista dura. Te convertiste en un jugador complet¨ªsimo.
Santana. S¨ª, pero yo gan¨¦ Wimbledon porque t¨² estabas lesionado. Eras el doble campe¨®n. Los australianos gan¨¢bais siempre. Tuve suerte con el cuadro, aunque, claro, hay que estar all¨ª para tener suerte. T¨² jugaste contra Davison y... mira, me acuerdo perfectamente porque no me perd¨ªa un partido tuyo. Cuando vi el cuadro, me dije: "?Mierda! Emo otra vez ?Por qu¨¦? ?Por qu¨¦?". Y entonces, en ese partido contra Davison, te pusiste a correr en busca de una pelota est¨²pida...
Emerson. Y me disloqu¨¦ un hombro.
Santana. S¨ª, te chocaste contra la silla del ¨¢rbitro. Entonces, me dije: "Ahora tienes que ganar. No est¨¢ Emo". Y lo hice.
Emerson. Tambi¨¦n me acuerdo de que te invit¨¦ a mi casa el d¨ªa de Pascua, justamente antes de la final de la Copa Davis (1965, en Sydney: Australia, 4; Espa?a, 1; dos a?os despu¨¦s, en Brisbane, el mismo resultado). ?ramos grandes amigos aunque nos quisi¨¦ramos ganar en la pista. En aquella ¨¦poca no hab¨ªa animosidad. ?Mira a Fred Stolle! Un a?o lleg¨® a la final de Wimbledon. Yo, tambi¨¦n. Y est¨¢bamos compartiendo el apartamento. Fuimos a la pista juntos en el coche oficial. Eso es algo que no se ver¨ªa ahora. Una vez en el club, le dije: 'Fred, s¨¦ que tienes una derecha malilla, t¨² sabes que mi derecha es malilla... ?Vamos a calentarnos juntos para la final!'. Y lo hicimos: fue la primera vez que dos finalistas se entrenaron juntos antes del partido. Conoc¨ªa el juego de Fred del rev¨¦s y del derecho. Conoc¨ªa tu juego del rev¨¦s y del derecho. S¨¦ que vosotros, lo mismo conmigo... As¨ª que, si pod¨ªamos, nos calent¨¢bamos juntos.
Santana. Aquella final fue la primera en la que recib¨ªais a un equipo que ven¨ªa de tan lejos como Espa?a. Los emigrantes espa?oles que estaban trabajando all¨ª, en Australia, no ten¨ªan ni idea de tenis. No sab¨ªan si la bola era redonda o cuadrada, pero vinieron de todas partes de la isla para vernos jugar. Pasamos 25 d¨ªas. Me entren¨¦ con Ken Rosewall, Lew Hoad... Se entrenaban como locos. Eran los mejores. Sab¨ªamos que era imposible ganaros. Todo el peso de la eliminatoria estaba sobre mis hombres. Perd¨ª contra Stolle por 7-5 en el quinto set tras ir dos arriba. Hac¨ªa un calor horrible. Perd¨ª el dobles y al d¨ªa siguiente tuve que jugar contra ti. Gan¨¦. Fue la mejor victoria de mi vida sobre hierba.
Emerson. Aquel p¨²blico era muy educado. Era un p¨²blico silencioso, reservado. En Wimbledon se pod¨ªa o¨ªr un penique golpeando contra el suelo. Apreciaban el tenis. Prefiero esa atm¨®sfera de silencio de cementerio al ruido de ahora. En estos momentos tambi¨¦n se gana m¨¢s dinero, pero eso no lo es todo. Nuestra era, la de los a?os cincuenta y sesenta, fue fant¨¢stica. Inmejorable. Ahora todo es muy comercial... Por supuesto, habr¨ªa disfrutado el cheque que dan ahora a los tenistas al final de cada partido, pero el dinero no lo es todo. Hicimos amistades que durar¨¢n para siempre y vimos el mundo.
Santana. S¨ª, yo siempre miro adelante. El tenis de ahora no tiene nada que ver con el nuestro. Una vez te dije: "Emo, quiero ganar Roland Garros en dobles. ?Puedo jugar contigo?". "Por supuesto", me contestaste. Claro, hab¨ªas jugado con cinco tipos distintos y hab¨ªas ganado seis veces el dobles en Par¨ªs.
Emerson. Hombre, Manolo, solo lograbas meter dentro un resto por set... ?Y con eso ya nos bastaba para ganar!
Santana. ?Solo uno! [se r¨ªe].
Emerson. Le hice la misma broma a una periodista brit¨¢nica que no sab¨ªa mucho de tenis. En esa ocasi¨®n, sobre Laver. Al d¨ªa siguiente, ese era el titular. Lo cort¨¦ y se lo mand¨¦ por correo. Todav¨ªa no sabe qui¨¦n se lo mand¨®. Lo que no echo de menos de esos tiempos es viajar. Se me acab¨® haciendo duro.
Santana. Yo sigo yendo cada a?o a Roland Garros, Wimbledon y el Abierto de Estados Unidos. Ahora que soy el director del torneo de Madrid debo hacerlo.
Emerson. ?Eres muy importante! Y est¨¢s muy bien. ?Hasta te puedes abotonar la americana! Incre¨ªble.
Santana. Una cosa que me sorprende del juego de hoy es que no veo a los tenistas observando a sus rivales. Yo iba mucho a ver c¨®mo jugaban los dem¨¢s. Sab¨ªa que para ganaros ten¨ªa que hacer algo distinto, que ¨¦rais mejores, m¨¢s fuertes, que ten¨ªa que aprender a c¨®mo ganaros. Yo nunca he visto a Federer viendo a Nadal.
Emerson. Es que ahora todos tienen entrenador. El entrenador va, observa y le dice al jugador qu¨¦ debe hacer. Nosotros ten¨ªamos que estudiar a nuestros oponentes. Creo que Federer y Nadal quieren el juego tanto como nosotros, que est¨¢n muy dedicados, pero...
Santana. Emo, es que t¨² viajabas con tu esposa o con tus amigos. Ahora, los tenistas van con 10 personas: los padres, el t¨¦cnico, el fisio y el nutricionista. No necesitan a los compa?eros. Nosotros cen¨¢bamos juntos. Ahora, un tenista est¨¢ aqu¨ª y el otro all¨ª. La atm¨®sfera es completamente diferente. Demasiado comercial.
Emerson. Un negocio.
Santana. Eso.
Emerson. Creo que Federer podr¨ªa haber jugado en nuestra ¨¦poca. Nadal, tambi¨¦n. Nosotros empezamos a jugar a los 10 a?os. Ahora, los ni?os empiezan muy pronto a competir y el juego, con las nuevas raquetas, los nuevos materiales, los nuevos cordajes, se ha convertido en un juego de fuerza. Nadie sube a la red. Para los ni?os, en esas circunstancias, es muy dif¨ªcil cubrir toda la pista. Obviamente, se quedan atr¨¢s porque desde all¨ª pueden competir un poco mejor. Por eso no tienen el sentido de c¨®mo anticiparse, de c¨®mo volear. Muy pocos saben usar el rev¨¦s cortado. Federer podr¨ªa competir en nuestro tiempo, pero deber¨ªa subir m¨¢s que ahora. Con las raquetas de madera era imposible colocar un golpe ganador desde la l¨ªnea de fondo. Hab¨ªa m¨¢s finura. Los puntos eran m¨¢s cortos. Ahora todo son intercambios largos.
Santana. No me imagino a Nadal con una raqueta de madera. "?Pero qu¨¦ es esto?", dir¨ªa. Ser¨ªa incre¨ªble verte jugar a ti contra Federer. Me encanta c¨®mo volea. T¨² lo hac¨ªas igual de rev¨¦s. Tengo una foto tuya de ese golpe que me tienes que firmar. Es espectacular. ?Eras la leche! Eras tan fuerte que era pr¨¢cticamente imposible pasarte. Federer y t¨², en la red... ?Precioso!
Emerson. Es como tu volea de derecha. Hab¨ªa veces que la cog¨ªas con la mano. Era un insulto que te mandaran la pelota all¨ª [de tan bien que pegaba el golpe]. Yo tambi¨¦n lo hac¨ªa cuando me la tiraban al rev¨¦s. La cog¨ªa y me marchaba. "?Lo siento!", les dec¨ªa.
Santana. ?Lo siento! [se r¨ªe]. Sab¨ªa que la forma de dar una mejor vida a mi familia, la ¨²nica posibilidad, era el tenis. ?ramos muy pobres. Mi padre estuvo en la c¨¢rcel durante much¨ªsimos a?os. Pasamos tiempos muy dif¨ªciles. Vi en el tenis una oportunidad no solo para m¨ª, sino para mi familia. Esto estaba en mi cabeza. Gracias a este deporte estoy donde estoy.
Emerson. Cierto. Yo crec¨ª en una granja. Aprend¨ª que el trabajo duro tampoco est¨¢ tan mal. Me acostumbr¨¦ a eso y, cuando empec¨¦ a jugar al tenis, quise convertirme en un gran jugador. Observ¨¦ a todos. Les copi¨¦ a todos. El trabajo en la granja me hizo trabajar en la pista.
Santana. ?Y por qu¨¦ ahora no hay tantos australianos buenos como en nuestros tiempos?
Emerson. No tengo una buena respuesta. Evidentemente, algo no se ha estado haciendo bien. Creo que les falta hambre.

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