El beato Juan Pablo pronto ser¨¢ santo
El Papa justifica la rapidez del proceso en el "olor a santidad" de Wojtyla - Benedicto XVI rinde tributo a la lucha de su antecesor contra el marxismo
Batiendo todos los r¨¦cords de la Iglesia Cat¨®lica, y ante el fervor de varios cientos de miles de peregrinos, Benedicto XVI proclam¨® ayer beato a su antecesor en el trono del Vaticano, Juan Pablo II. Han pasado solo seis a?os y 29 d¨ªas del final de un papado lleno de luces y sombras. Joseph Ratzinger dibuj¨® a Karol Wojtyla (1920-2005) como el "gigante" que devolvi¨® a los cat¨®licos "la fuerza de creer en Cristo".
El Papa subray¨® la dimensi¨®n "humana" y la crucial contribuci¨®n de Wojtyla a la ca¨ªda del tel¨®n de acero: "Abri¨® a Cristo la sociedad, la cultura y los sistemas pol¨ªticos y econ¨®micos, invirtiendo con la fuerza de un gigante, fuerza que le ven¨ªa de Dios, una tendencia que pod¨ªa parecer irreversible", afirm¨®.
La homil¨ªa de Ratzinger fue rendida, festiva y unidireccional. Defendi¨® sin ambages la figura del papa polaco con el que colabor¨® estrechamente durante 23 a?os. Y sintetiz¨® as¨ª la labor realizada por Wojtyla en sus 50.000 d¨ªas de pontificado: "Nos ense?¨® que no deb¨ªamos tener miedo de ser cristianos. Ni de la verdad, porque la verdad es la primera garant¨ªa de la libertad".
La frase son¨® probablemente hueca en los o¨ªdos de los miles de ni?os y j¨®venes que han sufrido violencia sexual a manos de religiosos y laicos en las instituciones de la Iglesia cat¨®lica a lo largo del papado de Juan Pablo II.
El Papa ofici¨® la ceremonia de casi tres horas con 100 cardenales y 800 sacerdotes, vistiendo una casulla que perteneci¨® a Wojtyla y con el c¨¢liz que este us¨® en sus ¨²ltimos a?os. Cuando a las 10.37 le proclam¨® beato, Ratzinger se convirti¨® en el primer papa que beatifica a su antecesor en m¨¢s de 1.000 a?os. Al empezar la homil¨ªa, el Papa justific¨® la "razonable velocidad" del proceso, el m¨¢s r¨¢pido de la edad moderna superando en dos semanas al de la madre Teresa de Calcuta. El Vaticano ha respetado "debidamente la normativa de la Iglesia", dijo. "La beatificaci¨®n ha llegado pronto porque lo ha querido el Se?or; desde el d¨ªa de su muerte su perfume de santidad flotaba en el aire". Lo cierto es que Benedicto XVI derog¨® un mes despu¨¦s de la muerte de Wojtyla la norma que obliga a esperar cinco a?os desde el fallecimiento para abrir un proceso de beatificaci¨®n.
Una muchedumbre asisti¨® al rito. Seg¨²n la polic¨ªa de Roma, super¨® el mill¨®n y medio de personas. El Vaticano rebaj¨® la cifra a un mill¨®n. Los servicios sanitarios atendieron a 504 personas; de ellas, 54 fueron trasladadas a hospitales.
La causa de canonizaci¨®n de Wojtyla est¨¢ siendo impulsada, como la beatificaci¨®n, por el Opus Dei, y est¨¢ ya muy avanzada. Seg¨²n anticiparon fuentes vaticanas, "podr¨ªa estar terminada en dos o tres a?os".
En el rito particip¨® Marie Simone-Pierre, la monja francesa cuya curaci¨®n del p¨¢rkinson fue certificada por la comisi¨®n m¨¦dica del Vaticano como el milagro que abri¨® el camino a la beatificaci¨®n. La religiosa ofreci¨® a Ratzinger la reliquia del nuevo beato, una ampolla con su sangre encastrada en un relicario de plata.
Tras la ceremonia, Benedicto XVI pas¨® al altar central de la Bas¨ªlica de San Pedro y rez¨® ante el f¨¦retro de Wojtyla. Despu¨¦s del Pont¨ªfice, los cardenales besaron uno por uno el ata¨²d, y entraron las 88 delegaciones extranjeras. Finalmente, los peregrinos empezaron a venerar al nuevo beato. Podr¨¢n hacerlo hasta esta noche, momento en que la tumba ser¨¢ depositada en la capilla de San Sebasti¨¢n.
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