De Jesuitas al Cabanyal
Bien est¨¢ lo que bien acaba es el t¨ªtulo de una comedia de Shakespeare, que aunque no tuvo mucha fortuna en vida del dramaturgo, acab¨® convirti¨¦ndose en dicho popular. Un proverbio que, como casi todos los refranes, supone peligrosas generalizaciones.
Y es que a pesar de que, para tal como estaban las cosas, el enjuague final con el que se salda el largo pleito del solar de Jesuitas no haya acabado mal del todo, tampoco es que sea para echar las campanas al vuelo. Es cierto que el Jard¨ª Bot¨¤nic y la fachada del r¨ªo y el perfil de la ciudad hist¨®rica se van a salvar de la siniestra sombra de las torres proyectadas. Aunque nadie debe llevarse a enga?o. Este pasteleo no le va a salir gratis a la ciudad, perder¨¢ el edificio municipal de la avenida de Arag¨®n cuyos servicios han sido trasladados al complejo de la vieja sede de la Tabacalera del barrio de la Exposici¨®n. Pero no solo. Porque si este traslado ha sido posible, es porque previamente Rita Barber¨¢ forz¨® una operaci¨®n mediante la cual unos cuantos edificios de la antigua Tabacalera fueron allanados para convertirse en solares que, tras pasar a manos privadas, van a convertirse en viviendas de lujo. Contra este trapicheo, el grupo municipal socialista que dirig¨ªa Carmen Alborch lleg¨® a plantear una demanda por expolio. Eran otros tiempos, cuando la oposici¨®n al PP a¨²n no hab¨ªa sido reblandecida por la contemporizadora mano de Jorge Alarte, el mismo que impuso a los suyos la retirada de las acciones judiciales sobre otro pelotazo vecino, el del estadio del Mestalla.
Es evidente que en este asunto ganaron los Jesuitas y ganar¨¢ el promotor. Se supone que tambi¨¦n ganar¨¢ la ciudad, pero es obvio que no tanto. Afortunadamente los veinte a?os que ha durado el conflicto, heroicamente mantenido por la plataforma c¨ªvica Salvem el Bot¨¤nic, no han supuesto ning¨²n da?o para el barrio m¨¢s all¨¢ del desgaste que supone tener que luchar por lo evidente. Una situaci¨®n que no se da en absoluto en el conflicto del Cabanyal.
La degradaci¨®n del Cabanyal se incrementa d¨ªa a d¨ªa y cada mes que pasa el deterioro es m¨¢s patente y m¨¢s irreversible. Amnist¨ªa Internacional, (http://www.es.amnesty.org/index.php) una ONG que por su historia y su prestigio est¨¢ por encima de cualquier sospecha partidista, ha denunciado la violaci¨®n de los derechos humanos en el barrio. Su informe Derechos a la intemperie. Obst¨¢culos para hacer los derechos econ¨®micos y sociales en Espa?a constituye una precisa radiograf¨ªa de los males que amenazan al barrio y a la vida cotidiana de sus habitantes: expolio urban¨ªstico, derribos y desalojos forzosos, cargas policiales brutales contra los vecinos, permisividad con el tr¨¢fico de drogas y violaci¨®n del derecho a una vivienda digna.
Un expolio que est¨¢ llevando a muchos vecinos a la desesperaci¨®n, que es el dolor de los d¨¦biles. Una merienda de negros, que se hace en nombre del progreso, como si el hecho de que un can¨ªbal utilice tenedor y cuchillo para comer signifique un adelanto.
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