El Gobierno guarda silencio sobre sus deseos ante el fallo del Constitucional

Pocas veces el Gobierno se ha visto atrapado entre dos fuegos tan antag¨®nicos como los que ha generado el debate sobre la legalizaci¨®n o no de la coalici¨®n Bildu. Por un lado, se ha visto presionado por el PP para que impugnara ante el Supremo para impedir la presencia de la coalici¨®n el 22-M, cosa que hizo. De otro lado le presiona el PNV, su socio parlamentario preferente. Este partido que, al contrario del PP, se ha mantenido en un plano discreto en el proceso de debate del Supremo, a la vista de la decisi¨®n de este tribunal de impedir la presencia de Bildu en las elecciones, ha decidido dejar en suspenso su apoyo al Ejecutivo en el Congreso.

La decisi¨®n ha sorprendido al Gobierno, que conoc¨ªa el rechazo del PNV a la decisi¨®n del Supremo, al hab¨¦rselo comunicado la noche anterior su presidente, I?igo Urkullu al vicepresidente Alfredo P¨¦rez Rubalcaba, quien asegura que el l¨ªder del PNV no le notific¨® que iba a suspender su apoyo.

El anuncio de ruptura del PNV sorprendi¨® al Ejecutivo

Una divisi¨®n de posiciones tan aguda es resultado del dispar clima de opini¨®n existente en el Pa¨ªs Vasco, mayoritariamente a favor de que Bildu se pueda presentar, respecto al conjunto de Espa?a, d¨®nde prima con creces la idea de que dicha coalici¨®n no debe ser reconocida legalmente.

El Gobierno ha tratado de situarse en una posici¨®n intermedia, aunque ha recurrido contra Bildu ante el Tribunal Supremo con el argumento de que los mismos tribunales que ilegalizaron Batasuna en su d¨ªa decidan ahora sobre el futuro de la izquierda abertzale. A la vez, el Ejecutivo precis¨® que acatar¨ªa la decisi¨®n que adoptaran los tribunales. Ayer, la del Tribunal Supremo, y el jueves, la que tome el Constitucional, ya que Bildu ha anunciado que recurrir¨¢ la sentencia ante ese ¨®rgano.

Rubalcaba, que pidi¨® ayer a unos y otros respeto a las decisiones judiciales, insisti¨® en esta posici¨®n: "Dejemos trabajar al Tribunal Constitucional hacer su trabajo con Bildu, El Gobierno respetar¨¢ y acatar¨¢ lo que decida, igual que ha hecho con el Tribunal Supremo. No valen las presiones sobre los jueces, ni las m¨¢s burdas ni las m¨¢s sutiles, que las hay".

El vicepresidente trat¨® ayer de hacerse fuerte en esta posici¨®n y eludi¨® premeditadamente los comentarios pol¨ªticos sobre la decisi¨®n del Tribunal Supremo. Por muchas razones. Algunas evidentes y otras m¨¢s a medio plazo: por ejemplo, para adquirir fuerza legitimadora si el Tribunal Constitucional revoca la decisi¨®n del Supremo, algo que distintas fuentes del Ejecutivo ni descartan ni rechazan.

Todo apunta a que de poco va a valer al Gobierno su posici¨®n de respeto a las decisiones judiciales, a la vista del nivel de enfrentamiento pol¨ªtico que ha adquirido el debate sobre el futuro de Bildu. Si el Tribunal Constitucional revocase la decisi¨®n del Supremo, el PP acusar¨ªa al Gobierno de no haber influido suficientemente para que el Constitucional ilegalizase Bildu.

En caso contrario, si el Tribunal Constitucional confirmara la decisi¨®n del Supremo, el PNV reafirmar¨ªa su ruptura con el Gobierno. El PNV est¨¢ convencido de que el Gobierno ha cedido a las presiones del PP y considera que no ha sido neutral. La prueba para el PNV es que ha aceptado la argumentaci¨®n del Supremo para ilegalizar Bildu. Y se remite a las mismas declaraciones de Rubalcaba de ayer en las que aval¨® la decisi¨®n del Supremo de ilegalizar Bildu porque no ha roto de forma fehaciente con ETA.