Espa?a y el sexo

Una prueba de la (triste) verdad de la tesis en la que se basa No lo llames amor... ll¨¢malo X la tenemos en la web del diario Marca. M¨¢s all¨¢ de los encontronazos entre Madrid y Bar?a, una de las p¨¢ginas m¨¢s visitadas del d¨ªa siempre es la de la t¨ªa en pelotas. Las dos Espa?as, futboleras o ideol¨®gicas, se ponen de acuerdo en las ganas de sexo. Oriol Capel, procedente de la cantera de A¨ªda, ha apostado fuerte por la tesis y es capaz de insertarla nada menos que en la Guerra Civil, rode¨¢ndola a su vez de cine dentro del cine con la realizaci¨®n de una cinta porno ambientada en la contienda.

Lo m¨¢s sorprendente de No lo llames amor... es que el riesgo de poner una org¨ªa en la Batalla del Ebro o un alivio de tensiones en pleno asedio del Alc¨¢zar funciona con mediana eficacia, apelando a una sana incorrecci¨®n pol¨ªtica. Sin embargo, el problema de Capel es el ali?o dram¨¢tico, que incluye a personajes con c¨¢ncer terminal y hasta el hundimiento mental de una mujer que perdi¨® a su hijo por malformaciones en el feto. As¨ª, estas imposturas emotivas, aisladas pues nunca se congela la sonrisa, son manchas de aceite en un, de todos modos, mar de comicidad lejos de cualquier brillantez.