No necesitamos todas las energ¨ªas en el 'mix'
Las renovables son las ¨²nicas que pueden calificarse de sostenibles: no trasladan costes ni riesgos contaminantes al futuro, reducen la emisi¨®n de gases de efecto invernadero y mitigan el cambio clim¨¢tico
La naturaleza habla, el hombre no escucha". Algunos no quieren escucharla, ni siquiera ahora a la luz de los tremendos acontecimientos que estamos viviendo, y piensan que es demag¨®gico reconocer la prepotencia del ser humano y la extrema vulnerabilidad de algunas de sus tecnolog¨ªas cuando la naturaleza habla. Bien al contrario, creemos que el mayor respeto hacia los ciudadanos de Jap¨®n nos obliga a hablar ahora de energ¨ªa y a hacerlo en particular de la energ¨ªa nuclear porque s¨ª que toca debatir sobre opciones energ¨¦ticas y s¨ª que toca ahora hablar de la opci¨®n nuclear, ahora m¨¢s que nunca. Es especialmente necesario para la clase pol¨ªtica que se resiste a entrar en el necesario proceso de elecci¨®n entre opciones estrat¨¦gicas a medio y largo plazo, secuestrados como est¨¢n por el cortoplacismo electoralista y agazapados detr¨¢s de ese ambiguo "necesitamos todas las energ¨ªas en el mix".
El coste de las energ¨ªas convencionales, sean de origen f¨®sil o nuclear, no hace m¨¢s que aumentar A veces se ofertan en un mismo paquete armas y centrales nucleares, como en el caso de Rusia e India
No, no es cierto que a medio y largo plazo necesitemos todas las tecnolog¨ªas. Sabemos que unas son m¨¢s deseables que otras; sabemos que unas son m¨¢s inseguras que otras; sabemos que unas son m¨¢s sostenibles que otras; sabemos que unas tienen m¨¢s retornos socioecon¨®micos que otras; sabemos que disponemos del recurso de unas y que no lo disponemos de otras; sabemos que tenemos tecnolog¨ªa propia de algunas y que la importamos para otras; en definitiva, sabemos lo suficiente para poder elegir y esta es la cuesti¨®n clave: optar, abandonar el buenismo del todas son necesarias y definir cu¨¢les son las opciones con futuro, en qu¨¦ proporci¨®n y que decida finalmente la sociedad.
Aun a riesgo de ser tachados de oportunistas o demagogos, si el compromiso es con un sistema energ¨¦tico sostenible como meta ineludible antes de 2050, parece irrefutable que en el estado actual de las tecnolog¨ªas -y con los cambios previsibles en estas cuatro d¨¦cadas- de las tres fuentes de energ¨ªa que pueden significar una aportaci¨®n masiva en este periodo, el carb¨®n, la nuclear y las energ¨ªas renovables, solo estas ¨²ltimas re¨²nen los requisitos para ser denominadas "sostenibles". Lo son porque satisfacen las necesidades actuales sin limitar las posibilidades de las generaciones venideras; porque contribuyen a la mitigaci¨®n dr¨¢stica del Cambio Clim¨¢tico con una reducci¨®n decisiva de la emisi¨®n de gases de efecto invernadero (GEI); porque minimizan los riesgos y contaminaciones de todo tipo -incluida la radiol¨®gica-; porque no trasladan costes y riesgos al futuro; porque disponemos del recurso, de la tecnolog¨ªa, del tejido industrial; porque vemos como sus costes bajan mientras suben los de las tecnolog¨ªas convencionales y as¨ª un largo cap¨ªtulo de ventajas con solo algunos inconvenientes, que pueden superarse con la complementariedad de las distintas tecnolog¨ªas renovables como analizamos m¨¢s adelante.
Veamos qu¨¦ sucede con el resto de las tecnolog¨ªas que podr¨ªan tener un papel masivo. Respecto al carb¨®n es obvio que, a¨²n incluyendo el llamado "carb¨®n limpio", con la ayuda de los Sistemas de Secuestro y Almacenamiento del CO2 -cuya viabilidad econ¨®mica y pr¨¢ctica est¨¢ por demostrar-, esta apuesta significa mantener en gran parte las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), los altos impactos de su extracci¨®n y de su combusti¨®n y la contaminaci¨®n atmosf¨¦rica.
En cuanto a la energ¨ªa nuclear para empezar es necesario recordar la estrecha vinculaci¨®n entre el uso civil y militar, relaci¨®n sobre la que se pasa de puntillas en tantas ocasiones. Efectivamente, no solo coinciden los pa¨ªses que detentan o monopolizan ambas facetas de la energ¨ªa nuclear sino que incluso, a veces, como es el caso del comercio de Rusia con India, se ofertan en un mismo paquete las armas y las centrales nucleares. Eso s¨ª, por otro lado, se argumenta que a ciertos pa¨ªses se les debe limitar el desarrollo de plantas de enriquecimiento aludiendo a razones de seguridad y riesgo de proliferaci¨®n nuclear.
En el estado actual de la tecnolog¨ªa -la de fisi¨®n-, tiene en s¨ª todos los par¨¢metros de insostenibilidad. El primero y principal, aunque hoy se minimice su importancia, es que supone transmitir a las generaciones venideras, y por miles de a?os, una carga irresponsable: los residuos radiactivos. ?O habr¨ªa que llamarles "inquemados" por la baja eficiencia en la fisi¨®n, d¨ªgase inmadurez, de la tecnolog¨ªa actual? S¨ª, "inquemados" porque el uso del combustible "alternativo" del reactor 3 de Fukushima, el MOX que incorpora en parte plutonio "inquemado", residuo de los reactores de uranio enriquecido, es un intento m¨¢s de incrementar la baja eficiencia y reducir los residuos de esta tecnolog¨ªa, eso s¨ª con los riesgos que estamos viendo hoy.
Es, en efecto, una tecnolog¨ªa intr¨ªnsecamente insegura y requiere unas capacidades tecnol¨®gicas y de gesti¨®n que la excluyen de su aplicaci¨®n en la mayor¨ªa de los pa¨ªses en desarrollo, que ya se cuidar¨¢n de ello los pa¨ªses desarrollados. ?Podemos en un mundo globalizado optar por una tecnolog¨ªa que no queremos que tenga la otra mitad de la humanidad?
Por ¨²ltimo, y en contra del mito que se viene difundiendo, la nuclear es cara y con costes en aumento y ahora, despu¨¦s de Fukushima, a¨²n m¨¢s, al verse obligada a internalizar mayores costes de seguridad. Lo sabemos y la propia industria nuclear lo reconoce cuando pide avales, subvenciones y tarifas especiales para sus cuantiosas inversiones a las que las instituciones financieras est¨¢n dando la espalda.
En el caso de Espa?a, debemos a?adir una consideraci¨®n, no menor, al ser una fuente no aut¨®ctona (a pesar del truco contable de la OCDE de considerarlo as¨ª) y en la que dependemos totalmente del exterior. No tenemos ni la tecnolog¨ªa b¨¢sica, ni las capacidades para producir el combustible enriquecido o para el reprocesamiento del combustible irradiado.
Y por ahora esta es la tecnolog¨ªa nuclear disponible y vislumbrable a medio plazo, ya que un sistema avanzado de fisi¨®n o la so?ada fusi¨®n, que podr¨ªan resolver algunas de las limitaciones actuales, parecen hoy una quimera.
Por todo ello, la opci¨®n de las energ¨ªas renovables no solo es la base de la optimizaci¨®n de la oferta energ¨¦tica como ¨²nica fuente futura de aprovisionamiento masivo de energ¨ªa sostenible en el estado actual de la tecnolog¨ªa, sino que adem¨¢s -y debido a que facilita un sistema de generaci¨®n distribuida y de autogeneraci¨®n, y en el futuro de autosuficiencia por parte de los propios usuarios, lo que sin duda asusta a los grandes agentes del sector energ¨¦tico- contribuye a racionalizar la demanda, a acercarla e integrarla con el suministro a nivel de usuario y en ¨¢reas extensas a trav¨¦s de redes energ¨¦ticas inteligentes. Tambi¨¦n porque estas caracter¨ªsticas positivas adquieren m¨¢s valor en los pa¨ªses emergentes y en v¨ªas de desarrollo.
Mientras el coste de las tecnolog¨ªas renovables disminuye a pasos agigantados el de las convencionales, sean de origen f¨®sil o nuclear, no hace m¨¢s que aumentar. La e¨®lica ya ha alcanzado pr¨¢cticamente costes competitivos en 10 a?os de desarrollo y la fotovoltaica ha disminuido sus costes a la mitad en menos de cinco a?os y se espera que al menos en Espa?a alcance la paridad de red (coste de generaci¨®n similar al que paga el usuario final) en otros cinco.
En cuanto a su limitaci¨®n, no poder disponer de ellas cuando se necesitan, existen soluciones en un mix energ¨¦tico -s¨ª, solo de renovables-, como son la hibridaci¨®n con la hidr¨¢ulica o la biomasa, de la e¨®lica y la solar, el veh¨ªculo el¨¦ctrico como almac¨¦n de energ¨ªa el¨¦ctrica, una verdadera gesti¨®n de la demanda y otras muchas posibilidades por desarrollar, cuando invirtamos el porcentaje de subvenciones al I+D hoy abrumadoramente a favor de las tecnolog¨ªas convencionales.
Estamos, pues, ante una gran opci¨®n estrat¨¦gica. Es cuesti¨®n de voluntad y coraje pol¨ªtico, de contar con el apoyo de la sociedad y no solo de las empresas energ¨¦ticas como hasta ahora; es cuesti¨®n de visi¨®n de futuro no de mirar al pasado, con planificaci¨®n a medio y largo plazo (si es posible con pacto pol¨ªtico) y de definir el camino, con objetivos cuantitativos ambiciosos y medidas concretas, entre las cuales, ciertamente, no pueden faltar dos que ahora parecen a la deriva: prioridad a la inversi¨®n en I+D+i en energ¨ªas renovables y potenciar su desarrollo y maduraci¨®n a trav¨¦s de su implantaci¨®n generalizada. S¨ª, debemos elegir y la opci¨®n estrat¨¦gica son las renovables con el apoyo del ahorro y la eficiencia.
Domingo Jim¨¦nez Beltr¨¢n y Sergio de Otto son patronos de la Fundaci¨®n Renovables.
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