Serrat. Cantares y huellas

Ensayo. Joan Manuel Serrat, aparte de ser uno de los iconos incuestionables de la m¨²sica popular espa?ola, ha logrado eso tan dif¨ªcil de que su obra sea apreciada y reivindicada por distintas generaciones, trascendiendo lo meramente musical para ser parte de algunos momentos esenciales de la historia de nuestro pa¨ªs y banda sonora particular de millones de ciudadanos que, seguro, mientras escuchan Pen¨¦lope, Mediterr¨¢neo, Cada loco con su tema o Luc¨ªa, por citar algunas de sus canciones m¨¢s conocidas, son capaces de cerrar los ojos y trasladarse a un momento de sus vidas, cuando alguno de esos temas los ayud¨® a sobrellevar un trance dif¨ªcil, puso fondo a una circunstancia feliz, acompa?¨® durante un verano o un viaje un coche, marc¨® el inicio o el final de un amor... Serrat y su m¨²sica siempre han estado ah¨ª, desde que en 1965 publicara su primer ep¨¦, uno de aquellos viejos vinilos que giraban a 45 revoluciones por minuto e inclu¨ªan cuatro canciones, dos por cara. Con aquel primer disco, precisamente, arranca el poeta Luis Garc¨ªa Gil el an¨¢lisis de la obra serratiana en este Cantares y huellas en el que repasa de forma pormenorizada cada una de las canciones que ha escrito el conocido como El Nano. Garc¨ªa Gil se centra, esencialmente, en las letras, esos textos que han configurado el universo personal del autor y que est¨¢n entre los mejores que ha dado el cancionero castellano; y el catal¨¢n, que siempre ha trabajado en ambos idiomas. Nos habla de cada una de ellas, trata, y lo consigue, de buscar las referencias que las alumbraron, el lenguaje empleado, rastrea influencias... Por momentos, la labor de Gil resulta un tanto abrumadora -parece que lo ha le¨ªdo todo sobre el cantautor-, pero tambi¨¦n imprescindible para los seguidores de Serrat, que hallar¨¢n aqu¨ª claves esenciales para comprender una obra vasta y compleja.