Demasiado hipermercado

Ante el boom de centros comerciales en Galicia, el mayor registrado nunca en Espa?a, destaca la patronal del sector, habr¨ªa que darle la vuelta al grito salsero de Celia Cruz: "?Hay gente para tanto sitio?". La eclosi¨®n de los negocios de la distribuci¨®n a gran escala, promovidos por inmobiliarias de capital nacional o for¨¢neo, se dispar¨® en los ¨²ltimos tres a?os a la par que la crisis econ¨®mica y la ca¨ªda del consumo. Echan la verja miles de tiendas de barrios (5.000 en dos a?os), mientras abren, en grandes moles comerciales en las periferias de las ciudades, sucursales de cadenas cada vez de mayor tama?o. Las cifras dan v¨¦rtigo. En apenas a?o y medio aument¨® un 72% la superficie de centros comerciales. Los 35 que tiene ahora Galicia ocupan el equivalente a 85 campos de f¨²tbol. Y est¨¢n en cartera para 2012 la apertura de otros dos, en Santiago y Ourense.

Con la nueva ley, cada proyecto deber¨¢ tener un permiso de la Xunta

Pero esta eclosi¨®n desaforada y la sobreoferta por habitante en grandes superficies no cogieron a nadie por sorpresa. Hace a?os que est¨¢ sobre la mesa el debate sobre el futuro y el impacto social y econ¨®mico de un sector estrat¨¦gico que da empleo a uno de cada cinco trabajadores gallegos. Pero nada se hizo para frenar la proliferaci¨®n de templos de la distribuci¨®n, ya irreversible. Y a¨²n escasas y de eficacia incierta son las medidas para ayudar a sobrevivir a los peque?os y medianos comercios a pie de calle. Su pervivencia es fundamental para un desarrollo sostenible de las ciudades y villas. Sin embargo, para los responsables p¨²blicos primaron m¨¢s los criterios econ¨®micos del mercado que los par¨¢metros de equilibrio territorial o que velar por que la dotaci¨®n comercial se haga en funci¨®n de la poblaci¨®n y de sus necesidades.

Los alcaldes, sin distinci¨®n de siglas pol¨ªticas, siempre acogieron como una bendici¨®n el proyecto de un gran centro comercial. Son importantes polos de atracci¨®n. Pero tambi¨¦n hacen m¨¢s acuciante el imparable ¨¦xodo del rural hacia las ¨¢reas metropolitanas. Y se desertizan de comercio tradicional los barrios de las ciudades. Una gran superficie requiere a?os de tramitaci¨®n y una fuerte inversi¨®n de dinero. Por eso, pese a la crisis y al enfriamiento del consumo, se dispararon desde 2008 las aperturas de centros planificados y autorizados mucho antes de que asomara la mala coyuntura econ¨®mica. Galicia, junto con Asturias, eran hasta ahora las comunidades aut¨®nomas m¨¢s permisivas con la implantaci¨®n de negocios de la gran distribuci¨®n. Y de ah¨ª la saturaci¨®n, especialmente remarcable en A Coru?a, con 13 centros comerciales, incluido el gigante Marineda City, que se jacta de ser el segundo m¨¢s grande de Europa.

Pero ahora, con nueva ley gallega del comercio tramitada por el bipartito y aprobada finalmente en diciembre sin apenas modificaciones de la actual Xunta del PP, todo proyecto de m¨¢s de 2.500 metros cuadrados de superficie requerir¨¢, adem¨¢s de licencia municipal, permiso auton¨®mico. El Ejecutivo de N¨²?ez Feij¨®o asegura que usar¨¢ esta arma, ideada por la Conseller¨ªa de Industria durante el mandato del nacionalista Fernando Blanco, para "congelar" la apertura de m¨¢s distribuidoras a gran escala. "Hay saturaci¨®n", alega el conselleiro de Econom¨ªa, Javier Guerra. Se medir¨¢ con lupa el impacto medioambiental, territorial y en las infraestructuras de cada nuevo proyecto. El colapso de tr¨¢fico de A Coru?a se ha disparado desde la apertura en abril de Marineda City. Las retenciones en los accesos son kilom¨¦tricas, especialmente en fines de semana y festivos.

Pero la patronal de los centros comerciales sostiene que esa licencia auton¨®mica es contraria a la Directiva Europea de Servicios, en vigor desde diciembre de 2009, que garantiza la libre competencia y rechaza que se vete un ¨¢rea comercial por criterios econ¨®micos. La norma europea fija sanciones para las comunidades que lo incumplan. Catalu?a acaba de ser sancionada por el Tribunal Europeo por poner trabas a los centros comerciales. El problema es que en Galicia el mal ya est¨¢ hecho. Y ahora toca intentar mitigar el da?o en el peque?o y mediano comercio. Ayudas, como las que subvencionan hasta un 70% la apertura en ¨¢reas comerciales abiertas o plazas de abasto, son "objetivo estrat¨¦gico", afirma el conselleiro. Los comerciantes se muestran esc¨¦pticos.