Las leyes de la frontera digital
Tradicionalmente, la mayor¨ªa de los periodistas han desarrollado su profesi¨®n vinculados a un medio y por lo general en exclusividad. Solo algunos reconocidos profesionales eran capaces de trascender el medio en el que trabajaban y tener voz propia fuera de la cabecera a la que pertenec¨ªan. Con la irrupci¨®n de los medios sociales, como Facebook o Twitter, se ha abierto la caja de Pandora; desde el becario reci¨¦n llegado hasta el director, cualquier profesional puede tener voz propia para opinar, comentar, rebatir e informar. Muchos profesionales, en algunos casos los m¨¢s j¨®venes y, por tanto, los m¨¢s activos digitalmente, han sido capaces de desarrollar su propia "marca personal" en el mundo digital de forma independiente.
En el nuevo contexto informativo en el que las redes sociales juegan un papel fundamental se ha establecido una relaci¨®n simbi¨®tica entre los profesionales que han sabido desarrollar su marca personal en la red y las empresas en las que trabajan. Para los medios es importante tener profesionales influyentes y reconocidos en la Red, al tiempo que estos se benefician del reconocimiento que todav¨ªa ofrece pertenecer a una cabecera reconocida. Parece sencillo pero no siempre es as¨ª. Debido a la capacidad de propagaci¨®n que ofrecen las redes sociales siempre existe el riesgo de que un comentario desafortunado en Twitter o una foto comprometedora en Facebook puedan provocar una crisis de consecuencias imprevistas. Si funcionan bien, las relaciones simbi¨®ticas son muy equilibradas pero cuando se descompensan las consecuencias suelen resultar bastante asim¨¦tricas, siendo una parte m¨¢s perjudicada que otra.
Si bien es cierto que en Internet se pueden tener identidades diversas, a la hora de la verdad resulta casi imposible, a diferencia de lo que sol¨ªa ocurrir en el mundo offline, desvincular el ¨¢mbito personal del profesional. Para minimizar en lo posible los nuevos riesgos que surgen cuando toda una organizaci¨®n puede participar en la conversaci¨®n global casi todos los medios del mundo han creado sus propias gu¨ªas de buenas pr¨¢cticas para orientar a los profesionales, sean o no periodistas, sobre el uso adecuado de las redes sociales. Por lo general, estas suelen ser recomendaciones basadas en el sentido com¨²n y en las propias normas internas de las compa?¨ªas que a priori cualquiera suscribir¨ªa: reservar las primicias para el medio en el que se trabaja, utilizar adecuadamente las normas de comportamiento en Internet o Netiqueta, etc¨¦tera.
Como en la conquista del Oeste, se est¨¢n ocupando espacios en los que las fronteras son difusas y en los que las normas y c¨®digos tradicionales no sirven. Las gu¨ªas de conducta pretenden poner orden en los nuevos territorios conquistados y, por lo general, suelen ser v¨¢lidas para la gran mayor¨ªa. Pero tambi¨¦n es posible que para aquellos a los que les gusta transitar en los l¨ªmites, las normas establecidas por las empresas o los medios pueden causarles un conflicto de intereses entre la marca personal del periodista y el medio. En esos casos se impone la ley de la frontera y el protagonista debe elegir entre el salvaje oeste o la civilizaci¨®n.
Jos¨¦ Cerezo es director de Investigaci¨®n de Prisa Digital. Autor del blog www.pepecerezo.com
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