Pakist¨¢n destapa al jefe de la CIA local
El servicio secreto filtra el nombre del responsable de la agencia en Islamabad - El Gobierno rechaza las acusaciones de complicidad o incompetencia en la operaci¨®n
El primer ministro de Pakist¨¢n, Yusuf Raza Gilani, rechaz¨® ayer las acusaciones de incompetencia o complicidad por no haber descubierto que Osama bin Laden se escond¨ªa en su pa¨ªs. En su primera comparecencia p¨²blica desde la operaci¨®n que mat¨® al terrorista, Gilani no explic¨® qu¨¦ sab¨ªa su Gobierno del asunto, sino que se dedic¨® a exculpar a los servicios secretos (ISI), y a responsabilizar a EE UU de haber contribuido al nacimiento de Al Qaeda y violado la soberan¨ªa de su pa¨ªs. Adem¨¢s, en un nuevo signo del doble juego del que Washington acusa a Pakist¨¢n, el ISI parece haber filtrado el nombre del jefe de la CIA en Islamabad.
"Las alegaciones de complicidad o incompetencia son absurdas", dijo Gilani durante una intervenci¨®n ante la Asamblea Nacional, transmitida en directo por la televisi¨®n. Era la primera comparecencia p¨²blica de un miembro del Gobierno desde que el pasado d¨ªa 2 EE UU mat¨® al hombre m¨¢s buscado del mundo en una ciudad a dos horas en coche de la capital paquistan¨ª.
El Ejecutivo anuncia una investigaci¨®n sobre la presencia del terrorista en el pa¨ªs
El primer ministro achaca a EE UU el nacimiento de Al Qaeda
Durante toda la semana, los paquistan¨ªes se han debatido entre la incredulidad de que Bin Laden se encontrara viviendo tranquilamente en su pa¨ªs y la humillaci¨®n que supone la violaci¨®n de su soberan¨ªa por parte de las tropas estadounidenses. Pero las ¨²nicas declaraciones de sus dirigentes se han hecho en el extranjero. Solo el Ej¨¦rcito hab¨ªa emitido un comunicado al respecto.
El discurso de Gilani, claramente a la defensiva, constituye un desaf¨ªo a EE UU. El primer ministro asumi¨® como propia la tesis de los militares de un "fallo de los servicios secretos" y reiter¨®, como ya dijera en Par¨ªs, que no puede culparse solo a Pakist¨¢n. Al menos un tercio de su intervenci¨®n estuvo dedicada a defender el trabajo del ISI, la agencia de espionaje paquistan¨ª, y negar que est¨¦ compinchada con Al Qaeda. Otro tercio a responsabilizar a Estados Unidos del nacimiento de esa organizaci¨®n terrorista. Su tarea no es f¨¢cil, estando como est¨¢ atrapado entre las exigencias de una mayor cooperaci¨®n con Washington y las acusaciones que les lanza la oposici¨®n de estar vendidos a los intereses de Estados Unidos.
"Estamos decididos a averiguar por todos los medios posibles c¨®mo, cu¨¢ndo y por qu¨¦ Osama bin Laden estaba en Abbottabad. Se ha ordenado una investigaci¨®n [que] va a ser dirigida por el general Javed Iqbal", anunci¨® Gilani ante los diputados. El primer ministro no dijo ni en qu¨¦ plazo debe presentar el resultado ni qui¨¦n m¨¢s participar¨¢ en las pesquisas.
Resulta improbable que esa medida satisfaga a nadie. El principal partido de la oposici¨®n ha pedido la dimisi¨®n tanto del presidente como del primer ministro por la violaci¨®n a la soberan¨ªa que ha supuesto la operaci¨®n norteamericana. EE UU, por su parte, ha elevado la presi¨®n al m¨¢ximo. Aunque el presidente Barack Obama ha tenido mucho cuidado en evitar acusar a los m¨¢ximos dirigentes de conocer la presencia de Bin Laden, el jefe de la CIA dej¨® claro su recelo cuando se?al¨® que no hab¨ªan compartido la informaci¨®n con el ISI por temor a que avisaran al terrorista.
"Eso es lo que m¨¢s nos ha dolido", admite Asad Munir, exresponsable del ISI en Peshawar. "No tengo duda de que la gente que opera sobre el terreno se ha sentido traicionada y humillada por esa declaraci¨®n".
Mucho m¨¢s sus jefes que parecen haberse vengado revelando a la cadena de televisi¨®n ARY el nombre del jefe encubierto de la CIA en Islamabad. Uno de sus periodistas lo mencion¨® durante un programa el viernes y al d¨ªa siguiente el diario The Nation lo recog¨ªa en una informaci¨®n. En declaraciones a la agencia Associated Press, el director de ARY, Mazar Abbas, rechaz¨® la acusaci¨®n de que se trataba de una filtraci¨®n con un objetivo pol¨ªtico. Tanto la Embajada de EE UU como el ISI se negaron a comentar el asunto que solo puede complicar las ya tensas relaciones entre Islamabad y Washington.
"Menos de 200 personas conocen ese dato", se?ala Munir, admitiendo impl¨ªcitamente la relevancia y el origen de la informaci¨®n. Aun as¨ª, el exagente quiso minimizar las consecuencias. "Lo habitual es que se trate de un nombre falso. Mi nombre y el de mi ayudante eran conocidos. Solo si se publica una fotograf¨ªa que le identifique se pone en peligro su vida", defiende.
No est¨¢ tan claro y el que esa forma de actuar sea la segunda vez que se produce en seis meses env¨ªa un mensaje inequ¨ªvoco a Washington. Por mucho que Gilani subrayara el compromiso de su Gobierno con la lucha antiterrorista y la necesidad que Pakist¨¢n tiene de EE UU, da la impresi¨®n de que la ¨²ltima palabra en esos asuntos no est¨¢ en manos de las autoridades civiles.
El pasado diciembre la CIA se vio obligada a sacar de Pakist¨¢n al anterior responsable en Islamabad, despu¨¦s de que se revelara su presunto nombre, porque consider¨® que su seguridad estaba en peligro. En aquella ocasi¨®n, la filtraci¨®n se produjo justo despu¨¦s de que el nombre del director general del ISI, el teniente general Ahmed Shuja Pasha, apareciera en un proceso sobre los atentados de Bombay de 2008.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.